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Viernes, 13 Abril 2018

Bajar impuestos, la receta Trump a la colombiana

Por Carlos González

Dos candidatos presidenciales, Iván Duque y Germán Vargas, han prometido bajar impuestos a las empresas. Esto beneficiaría a unos cuantos, pero según estudios y expertos abriría más el hueco fiscal y tocaría subir otros impuestos. Colombiacheck verificó que esta propuesta es engañosa.

En repetidas oportunidades los aspirantes a la presidencia por el Centro Democrático, Iván Duque, y por firmas y Cambio Radical, Germán Vargas, han hecho propuestas de reducir la carga impositiva para las empresas como una forma de impulsar la economía y generar empleo.

Muy parecida a la receta que le permitió al polémico empresario estadounidense Donald Trump lograr la presidencia de los Estados Unidos. Una propuesta popular porque los empresarios se quejan, aquí y allá, de que tienen demasiados impuestos.

En Estados Unidos se encontró, por ejemplo, que la reducción del impuesto a la renta para las empresas del 35% al 20% incrementaría en 8% los ingresos del 1% más rico de la población de ese país, mientras que para las clases más bajas, esta medida no tendrá ningún impacto.

Sin embargo, la receta genera votos, aunque en la práctica tiene sus problemas.

En el caso colombiano según el exsenador Duque los impuestos para las empresas oscilan entre el 50% y en algunos casos el 80% de la tasa de tributación, como lo explicó en una columna publicada en el diario El Tiempo.

La propuesta de Duque es bajar los tributos a un 20%. Esto generó la respuesta del también candidato y exalcalde de Bogotá, Gustavo Petro, quien le criticó que reducir la carga impositiva a las empresas solo aumentó el déficit y bajarla más creará insostenibilidad para las finanzas del Estado. El candidato agregó que esta propuesta no genera más empleo sino más desigualdad social, que llevará a la clase media a la pobreza.

 

En este sentido, según un reciente estudio de Fedesarrollo, en el que analizó la reforma tributaria de 2016, advierte que el impacto de una rebaja del impuesto de la renta a las empresas va a representar una caída sostenida de los ingresos del Estado, que pasará de 15,3% del PIB en 2018 a 14,8% en 2021. Pero más allá del impacto de una rebaja de impuestos a las empresas, hay quienes advirtieron que las cifras que está manejando Duque son exageradas y que las empresas tienen un nivel de impuestos no tan altos como lo muestra el candidato del Centro Democrático. José Roberto Acosta, miembro de Justicia Tributaria, una ONG que hace estudios académicos en materia de impuestos, le explicó a Colombiacheck que diferentes análisis del Banco de la República, la Universidad Nacional y y Anif, indican que la carga tributaria para las empresas oscila en tres rangos: 26,3%, 29,5% y 32,5%. Es decir cifras lejanas a las que señalan Duque y Vargas Lleras. En cuanto a Vargas Lleras, su propuesta incluye rebajar la renta de las empresas hasta 30%, además de eliminar otros gravámenes, como el impuesto a la riqueza o la renta presuntiva, lo cual terminará beneficiando a los grandes capitales, como pasa en Estados Unidos. {source}

 


De esta manera, Acosta calificó las propuestas de populistas, pues en este momento, el déficit fiscal de Colombia le impide hacer una reducción de cerca del 20% en el impuesto a la renta para las empresas, como se ha planteado. Acosta coincide con Fedesarrollo que esto incrementaría entre 0,5% y 1% del PIB el déficit fiscal.

Además, indicó que es muy importante para el país volver a cumplir la regla fiscal en el corto plazo, que le impide al Estado endeudarse más allá del 3,5% del PIB y con estas propuestas, la única manera de lograrlo sería subiéndole los impuestos a los trabajadores.

La teoría de ambos candidatos es que al reducir los impuestos para las empresas, esto estimulará la generación de empleo, incrementará la producción y a su vez moverá la economía por el consumo de los empleados.

Para Germán Montoya, jefe de estudios económicos de Asobancaria, el tema es bastante debatible. Para este experto la reducción de impuestos puede estimular o no el consumo y el empleo, pero también depende de cada empresa, que es independiente si decide o no contratar más trabajadores o invertir lo que se ahorran en pagar deudas o generar rendimientos para sus propietarios.

 

 

En el pasado, precisamente en 2003, el expresidente Álvaro Uribe, a través de una reforma tributaria, permitió que los empresarios dedujeran una parte (30%) del impuesto de renta a través de la inversión en activos fijos productivos. Con esto, el ahora senador buscaba promover la inversión y el empleo. Si se miran las estadìsticas anuales del Dane, de enero de 2003 al mismo mes del año siguiente, el desempleo subió 9 puntos básicos, pues pasó de 16,1% a 17%. Aunque en 2005 bajó 4 puntos porcentuales hasta 13,2%, al final de su gobierno la cifra llegó a 14,6%.

 

 

 

Otro estímulo que trabajó dicho gobierno fue el de los contratos de estabilidad jurídica. En 2005, se aprobó una norma para disminuir los riesgos de los inversionistas por posibles cambios normativos, pues se les aplicaba la norma que estuviera vigente al momento de firmar el contrato. Como se puede observar en la tabla, el efecto en reducción del desempleo no fue significativo.

Gustavo Cote, exdirector de la Dian, explicó que estas medidas no garantizaban un aumento del empleo, aunque sí una mayor inversión extranjera. Pues para los capitales que llegan al país es importante encontrar bajas tasas tributarias, eso hace atractivos y les da competitividad a los países, dijo el experto.

Otro problema al que se enfrentarán los candidatos en su intento de rebajar los impuestos tiene que ver con las calificadoras de riesgo, como Standard & Poor’s o Fitch Ratings, que han advertido de los riesgos para el país y su nota crediticia si se llegan a bajar los impuestos.

Por el momento, todo está en propuestas y hará falta que ambos candidatos respondan cómo van a sustituir estos ingresos fiscales.