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Jueves, 23 Febrero 2017

Alto Consejero para el Posconflicto, impreciso sobre presencia de Farc

Por Sania Salazar

“Las Farc estuvieron en un poco más de 100 municipios”, Rafael Pardo. Aunque la frase la dijo el Alto Consejero para el Posconflicto, varios estudios indican que esta guerrilla delinquió en muchos más.

“Son un poco más de 100 municipios en los que estuvieron las Farc”, le aseguró Rafael Pardo, Alto Consejero para el Posconflicto, a la periodista Claudia Palacios, de Canal Capital, en una entrevista.

Estudios de varias organizaciones indican que esa guerrilla delinquió en muchos más municipios, por lo que Colombiacheck califica la afirmación como engañosa.

Colombiacheck consultó en la oficina de comunicaciones de la Alta Consejería para el Posconflicto sobre el origen de la cifra mencionada por Pardo. Respondieron que tomaron la cifra del Ministerio de Defensa.

El viceministro de esa cartera, Aníbal Fernández, indicó que de acuerdo con distintas fuentes de información, apreciaciones de inteligencia y factores históricos, “el número de municipios donde estuvo las Farc oscila en 100 más o menos”.

Cálculos muy distintos

La Fundación Paz y Reconciliación, en el informe: Lo que hemos ganado, publicado en noviembre de 2015, calculó que las Farc se ubicaban en 242 municipios de Colombia. “Estos 242 municipios se agrupan en 14 regiones del país, donde vive algo más de 12% de la población colombiana”, precisa la investigación.

El documento indica además, que en 112 de esos municipios “hay una capacidad amplia de injerencia en la vida política y social”.

Carlos Montoya, investigador de la Fundación Paz y Reconciliación, explicó que una de las variables que usaron para medir la presencia de grupos armados ilegales era el componente militar. “Identificar en qué territorios del país había confrontaciones armadas, con hostigamientos, minas, había una serie de variables que nos permitían saber que existía una actividad armada y por lo tanto que las Farc se estaban disputando el territorio en zonas determinadas o que el Ejército estaba adelantando acciones para sacarlos de la zona”.

Montoya explicó que había zonas en las que las Farc eran factores hegemónicos y, por tanto, su presencia no era relativa al accionar armado, porque esa hegemonía hacía que no tuviera quien le disputara el territorio.

El investigador relató que también utilizaban los partes de guerra que la guerrilla y la Fuerza Pública emiten permanentemente.

“A las Farc le interesaba que la gente supiera dónde estaban, si ponían un petardo o hacían un hostigamiento, las Farc lo reportaba porque eso daba cuenta de su capacidad y del lugar en el que estaban en el territorio. Estaban peleándose la legitimidad en algunos sitios y por ende era muy importante que se supiera que ahí estaba”, señaló Montoya.

“Creemos que nuestro diagnóstico sobre la presencia de las Farc es muy acertado y muestra de ello es que ni Gobierno ni Farc han desmentido el informe, que ambos conocieron”, concluyó el investigador.

El resultado del estudio de Pares es fruto de una investigación de, mínimo, 10 años.

Otros cálculos

Según Eduardo Álvarez, Coordinador del Área de Dinámicas del Conflicto y Negociaciones de Paz de la Fundación Ideas para la Paz, FIP, indicó que las Farc alcanzó a hacer presencia en más de 300 municipios del país. Según la base de datos del conflicto de la FIP, las Farc pasó de hacer presencia en 312 municipios en el 2002 a 64 a finales del 2016”.

“No podemos olvidar, por ejemplo, que el Bloque Oriental de las FARC venía creciendo desde los años ochenta, posicionándose y ocupando la cordillera Central y el suroriente con el objetivo de consolidar una retaguardia estratégica que cerrara el cerco sobre Bogotá. Es más, la imagen que se tenía de las Farc hace 15 años era la de un grupo armado con capacidad para concentrar hasta 500 combatientes, que venía de propinar contundentes golpes a las fuerzas militares (Miraflores, Las Delicias, Patascoy, El Billar, Mitú), que superó la iniciativa militar del Estado en 1998 y que en 2002 llegó a tener 62 frentes y 20.000 integrantes desplegados en poco más de 300 municipios del país”, precisó Álvarez.

El informe Basta Ya, del Centro de Memoria Histórica, en el capítulo dos, dice que en 2002 las Farc estaba en 622 municipios “equivalentes a un 60% del total de municipios del país”.

En junio del 2016 El Espectador publicó un informe sobre la presencia de las Farc en Colombia en el que desglosa la división de la organización y muestra cómo está conformado cada bloque, cuáles son los comandantes y cuáles son los departamentos y municipios donde ejercía mayor influencia.

“Las Farc hoy operan en 25 de los 32 departamentos de Colombia, con una presencia fuerte en la región de los Llanos Orientales y la orinoquía del país, cerca de la frontera con Venezuela; en los departamentos de Cauca, Caquetá, Putumayo, Valle y Nariño, en el suroeste del país. También mantienen presencia en varios municipios de los departamentos occidentales de Chocó y Antioquia”, indica el informe.

Según la radiografía del Diario, las Farc tenían en ese momento fuerte influencia en 146 municipios.

Aunque la frase del ministro Pardo es muy imprecisa porque “un poco más de 100” puede ser una cifra más cercana a 100 que a 200, o viceversa, es evidente que los estudios de las demás organizaciones concuerdan en contradecir al Alto Consejero del Posconflicto. Esto llama la atención, por decir lo menos, pues con las Farc concentradas en las Zonas Veredales las Fuerzas Armadas y el Estado deben copar esos territorios para evitar que nuevos grupos armados se apoderen de ellos.

El viceministro de Defensa informó que realizaron un estudio en conjunto con la Alta Consejería para el Posconflicto en el que priorizaron 160 municipios para intervenirlos en el posacuerdo con despliegue de fuerza armada y con presencia integral del Estado. Fernández aclaró que no son solamente aquellas localidades donde estuvieron las Farc, sino donde confluyen factores de inestabilidad que van desde presencia de un grupo armado ilegal, cultivos ilícitos y minas antipersona hasta necesidades básicas insatisfechas, las cuales deben atender para materializar las aspiraciones del posconflicto.