Sobre la inflación, esta fue de 4,09 por ciento en 2017 y quedó por encima del rango meta del Banco de la República, a pesar de que venía disminuyendo desde el pico de 6,77 por ciento que había alcanzado en 2015. El Dane reportó que, en 2018, bajó de nuevo a 3,18 por ciento y, además, se ubicó por debajo de las expectativas.
Pero el mérito es compartido entre los gobiernos Santos y Duque, según los datos de la misma entidad. En los siete últimos meses del expresidente, bajó en cinco ocasiones y subió en dos frente a los correspondientes del año anterior. En los cinco últimos meses del año, con el nuevo mandatario, bajó tres veces y subió dos.
Además, hasta junio de 2019, había aumentado en cuatro de los seis meses. La inflación acumulada del primer semestre de este año fue 2,71 por ciento, frente a 2,47 por ciento del anterior. La de 12 meses de julio de 2017 a junio de 2018 fue de 3,20 por ciento y en los 12 siguientes subió a 3,43 por ciento.
Algo similar pasa con el déficit fiscal. En 2017 equivalía al 3,6 por ciento del PIB. Era alto en comparación a otros años, pero cumplía la meta y venía en bajada después del 4 por ciento de 2016. El objetivo para 2018 era ponerlo en 3,1 por ciento y también se logró . El ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, espera 2,7 por ciento para 2019.
La afirmación es “verdadera pero” porque el mandatario dice la verdad sobre 2017 pero omite el contexto de que, para entonces, tanto la inflación como el déficit ya venían a la baja. Además, la primera ha vuelto a aumentar bajo su propia administración, a pesar de que se mantiene en el rango límite del Banco de la República.
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