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Falso

Viernes, 22 Febrero 2019

Contar a los vendedores ambulantes como desempleados no daría tasa mayor a 50 por ciento

Por José Felipe Sarmiento

Un tuitero aseguró que el Dane usa a los vendedores ambulantes para bajar cifras del desempleo. Pero esto es mezclar peras con manzanas.

A raíz de la polémica de las empanadas callejeras, el comediante bogotano René Jiménez publicó en sus redes sociales una cifra sobre cómo, supuestamente, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), cuenta a los vendedores ambulantes.

Publicación en Facebook con una imagen del tuit en mención

El tuit original

El mensaje afirmaba que los vendedores ambulantes “son los que el Dane cuenta como trabajadores para justificar cifras del 9 por ciento de desempleo. Sin esa gente que trabaja en la calle, la cifra Real de desempleo es superior al 50 por ciento”.

Según la entidad, la informalidad laboral cerró el año pasado en 48,2 por ciento y el desempleo lo hizo en 9,7 por ciento. Pero, según varios economistas consultados por Colombiacheck, sumar estos rubros equivale a mezclar “peras con manzanas”, por lo que el dato es falso.

La razón más obvia es que “todos los vendedores ambulantes son trabajadores informales, pero no todos los trabajadores informales son vendedores ambulantes”, como explicó el decano de Economía de la Universidad del Rosario, Carlos Sepúlveda. 

Según el boletín técnico del Dane donde está la cifra de informalidad ya citada, esta forma de ocupación también incluye, entre otros, a empleados sin remuneración, jornaleros e incluso patrones de algunas microempresas. Valga decir, además, que es la más baja para el último trimestre del año desde 2012 (ya en marzo de 2018 le habíamos hecho un chequeo similar al entonces senador Iván Duque).

Las cuentas sobre empleo, que el organismo incluso presenta en un boletín diferente, muestran una tasa de ocupación para diciembre de 57,8 por ciento. Esta es la gente en edad de trabajar que tiene algún tipo de ocupación laboral, sea formal o informal.

Menos de la mitad (43,8 por ciento) de esa cifra corresponde a trabajadores por cuenta propia; por lo que ellos son poco más que la cuarta parte (25,3 por ciento) de toda la población urbana con más de 12 años y rural con más de 10. El director del Centro de Estudios del Trabajo (Cedetrabajo), Mario Valencia, también advirtió que allí entra “cualquiera que ejerza un oficio sin contrato de por medio”, no solo los comerciantes que se ubican en espacio público.

La desocupación, a diferencia de la ocupación, se calcula solo sobre la población económicamente activa, como se puede ver en las fórmulas al final del boletín. De esta forma se excluye a la gente que cumple con la edad mínima pero no está en el mercado laboral (estudiantes, por ejemplo). Por tanto, no se puede sumar el 27,6 por ciento del ‘rebusque’ al 9,7 por ciento del desempleo como si midieran lo mismo.

Para hacer la operación con datos iguales, el economista y abogado José Roberto Acosta sugirió que habría que salir de las tasas e ir a las personas. Las desocupadas en diciembre eran 2,47 millones y las ocupadas, 22,95 millones. De estas, 9,62 millones estaban subempleadas. En esta categoría, de nuevo, la definición del Dane incluye a cualquiera que esté insatisfecho con sus ingresos, horarios o porque tiene funciones ajenas a sus competencias; es decir que entran los vendedores ambulantes pero tampoco están solos.

Con esas cifras se puede concluir que hay 12,09 millones de personas entre el desempleo y el subempleo. Aunque se acercan al 50 por ciento de la población activa, que es de 25,42 millones, tampoco lo superan.