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Falso

Miércoles, 02 Junio 2021

Es falso que vacunas para COVID-19 hayan causado miles de defunciones en Europa y Estados Unidos

Por Gloria Correa

Una publicación tergiversa datos de las organizaciones que reciben y monitorizan las notificaciones de probables efectos adversos producidos por la vacunación para transmitir un falso mensaje sobre la seguridad de las vacunas.

La publicación en Facebook de un portal llamado Fuego Pentecostés comienza señalando: “Las vacunas COVID19 han matado OFICIALMENTE a 10,000 personas en Europa y EEUU”. Enfatiza que las muertes han sido principalmente por el biológico  de Pfizer y Astrazeneca y posteriormente incluye unas citas bíblicas y datos de EudraVigilance y del Vaccine Adverse Event ReportingSystem (VAERS), organizaciones encargadas en Europa y Estados Unidos, respectivamente, de monitorizar los posibles efectos adversos de estos biológicos. 

Pero la publicación transmite en general un falso mensaje sobre la seguridad de las vacunas de COVID-19 al hacer atribuciones erróneas de defunciones a estos biológicos y tergiversar información proveniente de las bases de datos de seguridad de los laboratorios. 

etiqueta falso

Colegas verificadores de Newtral en España, señalaron que los datos utilizados de Eudravigilance y del VAERS corresponden a notificaciones de defunciones en personas que previamente fueron vacunadas contra COVID-19, pero sin que eso signifique que las vacunas hayan sido la causa de muerte, que es lo que no aclara la publicación y termina desinformando.

Otra publicación en un sitio web con contenido similar que atribuye muertes a las vacunas de COVID-19, ha sido desmentida por colegas verificadores de Maldita y de la Agencia EFE durante mayo de 2021. 

A continuación lo que encontramos en Colombiacheck:

Las vacunas COVID-19 son seguras

En un explicador previo sobre las vacunas para COVID-19 enfatizamos que la seguridad ha sido una prioridad en su desarrollo, pues a través de las diferentes fases de investigación que debieron cumplir estos biológicos, las entidades y organizaciones en salud que los vigilaron y evaluaron siempre tuvieron en cuenta que el riesgo de que se presenten efectos secundarios graves o que puedan amenazar la vida de las personas secundarios a las vacunas, debía ser muy bajo o nulo. 

Además a pesar de haber cumplido tales criterios de seguridad durante las fases de investigación, estas vacunas siguen siendo vigiladas por organizaciones en salud como la Administración de medicamentos y alimentos (FDA, por sus siglas en inglés), en Estados Unidos, así como la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés), en europa, y la Organización Mundial de la Salud (OMS). 

Dicho control se hace a través de sistemas de vigilancia como el Eudravigilance y el VAERS, así como por los mismos organismos en salud en cada país. En Colombia quienes cumplen esas funciones de monitoreo sobre las vacunas de COVID-19 son el Instituto Nacional de Salud, el Invima y el Ministerio de Salud.

Notificaciones a Eudravigilance y al VAERS son sólo sospechas de efectos adversos 

El Eudravigilance y el Sistema de Notificación de Eventos Adversos de Vacunas (VAERS, por sus siglas en inglés) son, como explicamos previamente, dos bases de datos usadas en Europa y Estados Unidos, respectivamente, con el fin de vigilar y monitorizar la seguridad de las vacunas. 

A través de dichos sistemas se recogen todas las notificaciones de sospechas de efectos adversos, es decir, síntomas, enfermedades e incluso defunciones que coinciden con la vacunación de COVID-19, pero que no necesariamente son provocados por estas vacunas. 

Tales condiciones o situaciones ocurren durante o después de que las personas reciben los biológicos y por lo tanto son notificados a esos sistemas para ser sometidos a estudios y análisis pertinentes. 

eudravigilance

Fuente:Acceso en línea a los informes de presuntos efectos secundarios Eudravigilance .https://www.adrreports.eu/es/index.html

El Eudravigilance es un sistema coordinado por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y desde su sitio web aclaran sobre las notificaciones que se hacen de seguridad tanto de medicamentos como de las vacunas: 

“Sólo una evaluación detallada y una valoración científica de todos los datos disponibles permiten llegar a conclusiones sólidas sobre los beneficios y riesgos de un medicamento.

Las notificaciones a Eudravigilance son hechas por las autoridades nacionales de cada país, los titulares de autorización comercial del fármaco o los promotores de ensayos clínicos (pruebas de investigación de un medicamento o vacuna en personas), pues los ciudadanos vacunados en Europa no pueden enviar sus informes sobre presuntos efectos adversos”.

Cuando se acumulan varios casos similares de presuntos efectos adversos no descritos anteriormente que podrían deberse a la vacuna, las autoridades en salud los analizan. Esta evaluación se hace en colaboración con agencias de medicamentos de la Unión Europea, coordinadas por la EMA y expertos que hacen parte del Comité de evaluación de Riesgos de Farmacovigilancia, (PRAC, por sus siglas en inglés). 

Si concluyen que se trata de una reacción adversa, se actualizan los datos en la ficha técnica de las vacunas.

Así la EMA ha informado que los efectos secundarios más comunes de las vacunas de COVID-19 aprobadas en Europa son “leves o moderados”. En el caso de las vacunas de AstraZeneca-Oxford y Janssen, se detectaron reacciones más graves caracterizadas por  trombos con plaquetas bajas en quienes habían sido vacunados previamente con tales biológicos, siendo estos muy infrecuentes, pero dicho dato ha quedado registrado en las hojas de seguridad de los biológicos: “Son muy raros y pueden afectar a una de cada 10.000 personas vacunadas”, se señala en la hoja de seguridad de la vacuna de AstraZeneca y en la de Janssen.

De forma similar funciona el VAERS, en Estados Unidos, pero en este sistema cualquier persona en el país puede hacer una notificación de una posible reacción adversa. Y dentro de las limitaciones está que el sistema no puede comprobar si las presuntas reacciones fueron o no a causa de la vacuna, pues para esto se requiere de un grupo de expertos en seguridad de las vacunas quienes revisan los informes de eventos adversos graves para determinar si fueron o no debido a la vacuna. 

limitaciones del VAERS

En ese sentido los organismos reguladores resaltan que no hay que interpretar todos los datos de Eudravigilance y VAERS como efectos provocados por las vacunas.

Datos de defunciones no se pueden atribuir a las vacunas 

La publicación hace otros señalamientos sobre las defunciones: “Se informó a EudraVigilance y al Vaccine Adverse Event Reporting System (VAERS) de un total de 9,667 muertes después de las inyecciones de COVID-19, según Health Impact News”.

Y continúa: “La inyección de Pfizer / BioNTech ha causado 3.760 muertes reportadas hasta el 10 de abril. Moderna es responsable de 1.801 muertes, mientras que AstraZeneca tiene 1.086 muertes. Johnson & Johnson no se utiliza mucho en Europa. Pero es responsable de 15 muertes. Todos los disparos también son responsables de casi 300,000 lesiones totales”.

Sin embargo, estos datos que dan son inespecíficos porque las 9.667 muertes que supuestamente fueron reportadas a los sistemas de vigilancia no las delimitan a un período de tiempo ni establece cuál cantidad correspondería al VAERS y cuales a Eudravigilance.

Continuando con la siguiente parte, se infiere que los datos que dan por tipo de vacuna son de Europa al 10 de abril de 2021. Al revisar los informes de Eudravigilance sobre las vacunas de COVID-19, que se pueden consultar aquí, encontramos, por ejemplo, que al 29 de mayo de 2021 para Astrazeneca se han hecho un total de 249.236 notificaciones, para Janssen 6.136, para Moderna 34.269 y para Pfizer (conocida como Tozinameran por su nombre comercial) un total de 198.678 notificaciones. 

Sin embargo, el sistema no arroja el total de desenlaces fatales o muertes por vacuna notificados, sólo da los datos individuales de estos eventos asociados a 38 condiciones médicas por fecha.

Pero como se explicó previamente, cualquier dato en Eudravigilance no prueba que las vacunas autorizadas contra la COVID-19 hayan sido la causa de dicha notificación. Y las autoridades sanitarias no han confirmado ese número de defunciones asociadas a las vacunas, excepto por las asociadas a la presencia de trombos que pudieron tener una relación con la aplicación de algunas de esas vacunas.

Desde la EMA informaron a los colegas de Newtral: “En el caso de las vacunas COVID-19, actualmente se les da prioridad a las personas mayores, ya que tienen un mayor riesgo de desarrollar una forma grave de COVID-19 y morir a causa de ella. Aproximadamente 12.000 personas mueren cada día en la UE [Unión Europea] por diversas causas, de las cuales el 83% son mayores de 65 años. El hecho de que alguien haya muerto después de ser vacunado no significa que la muerte haya sido causada por la vacuna", dicha institución también enfatizó que la vacunación contra COVID-19 no reduce las muertes por otras causas, que pueden ocurrir poco tiempo después de la vacunación.

Jaime Pérez, miembro de la junta directiva de la Asociación Española de Vacunología, explicó a la agencia de noticias EFE que no se puede establecer esa relación entre las vacunas y los fallecimientos: “Una cosa es que alguien se muera después de recibir una vacuna (no nos hacen inmortales) y otra que se muera por la vacunación”, enfatizó.

De ese modo, concluimos que es falsa la información que da la publicación del portal Fuego Pentecostés al intentar atribuir notificaciones hechas al VAERS y a Eudravigilance como muertes y eventos adversos secundarios a las vacunas de COVID-19, cuando las autoridades en salud no han hecho reportes de causalidad sobre los mismos y corresponden sólo a sospechas de reacciones adversas que se notifican para mantener la vigilancia de la seguridad de estos biológicos. 

Para leer otros chequeos y explicadores sobre el nuevo coronavirus, visitae el especial Mentiras y verdades del nuevo Coronavirus en www.colombiacheck.como o seguirnos en nuestras redes sociales.