Pasar al contenido principal

Verdadero pero... Verdadero pero... Verdadero pero... Verdadero pero... Verdadero pero... Verdadero pero... Verdadero pero... Verdadero pero...

Verdadero pero...

Viernes, 29 Mayo 2020

Farc sí ha dado información de 308 desaparecidos

Por Sania Salazar

Aunque la información no siempre es los suficientemente precisa para obtener resultados, ya se identificó al primer desaparecido por los datos aportados por un exguerrillero. La familia recibió sus restos.

En una carta abierta a directores de medios de comunicación y periodistas, el líder del partido Farc, Rodrigo Londoño, aseguró el pasado 22 de mayo que han “entregado información referente a 308 personas que han sido dadas por desaparecidas”.

Colombiacheck califica la información como “verdadero, pero”, porque si bien la la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas, UBPD, confirmó la cifra y recordó que ya se identificó a la primera persona gracias a la información aportada por un exguerrillero de Farc, también indicó que la información suministrada no siempre tiene la precisión necesaria para obtener buenos resultados.

En el equipo de prensa del partido le dijeron a Colombiacheck que entregaron a la UBPD información para identificar y ubicar 308 personas desaparecidas durante el conflicto armado incluyendo a guerrilleros de los que no se supo más después de enfrentamientos y bombardeos, y de personas que murieron en acciones de Farc, entre otros. Especificaron que la entrega de esos datos se viene haciendo desde la mesa de negociación de La Habana.

En la UBPD confirmaron que Farc ha entregado, con corte a primer trimestre de 2020, información sobre 308 personas desaparecidas en 16 departamentos.

Pantallazo Unidad busqueda desaparecidos

Durante la más reciente rendición de cuentas de la UBPD, realizada la semana pasada de manera virtual, Angie Fernández, subdirectora de análisis, planeación y localización de esa entidad, dijo que Farc ha entregado información variada, que hay datos, por ejemplo, de personas que no habían sido reportadas como desaparecidas. Se ha entregado información sobre características físicas e información de la persona, pero también información relacionada con la manera en la que actuaba el grupo en diferentes zonas, lo que les permite entender si hay una diferencia cuando se trataba de personas que murieron en confrontaciones o personas cuya desaparición se dio en otro contexto.

“Hemos recibido información sobre las características de algunos lugares y en menor medida información precisa, entonces ¿qué hemos hecho con esta información? Además de recopilarla y estandarizarla, hemos empezado a hacer planes de trabajo para precisarla”, explicó.

Fernández dijo que se tiende a pensar que lo que se ha entregado son coordenadas, pero que son pocos los casos en los que se tienen esos datos. “Se tienen  informaciones importantes que pueden contribuir a que encontremos un lugar con mayor facilidad o algunas características que nos orientan, pero esa información es necesario contrastarla para precisar que, cuando estamos hablando de un lugar, no estamos refiriéndonos a una montaña entera o a una vereda, sino a un perímetro delimitable, al que se puede acceder”. 

Fernández señaló que, si bien hay casos en los que la precisión de la información recibida es muy alta, hay otros casos en los que no y aseguró que en todos hay que corroborarla porque incluso basados en datos precisos han encontrado que la zona es de difícil acceso por seguridad o por condiciones climáticas o geográficas. 

Ya hay una madre que sabe qué pasó con su hijo

En la UBPD recordaron que el proceso de búsqueda es complejo y por ende demorado (puede tardar años) y resaltaron que es una labor articulada de varias entidades como el Comité Internacional de la Cruz Roja, CICR, y el Instituto de Medicina Legal, entre otros. Por ello resaltaron la celeridad con la que encontraron los restos de Diego Chica Tamayo, gracias, según ellos, a la información que entregó un exguerrillero de las Farc.

La identificación de Chica Tamayo, quien tenía 14 años cuando la exguerrilla lo reclutó en Caquetá, se tardó 10 meses y en diciembre de 2019 le entregaron los restos a su madre, quien lo buscó durante 18 años.