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Domingo, 12 Abril 2020

Meme saca de contexto a la OMS y su director sobre Covid-19 y aborto

Por José Felipe Sarmiento

Los pronunciamientos que la imagen viral le atribuye a Tedros Adhanom Ghebreyesus fueron hechos con matices y en circunstancias que la publicación omite para cambiarles el sentido.

Una foto del director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, circula por Facebook y otras redes convertida en un meme con este mensaje: “El mismo que dijo que el coronavirus no se transmitía entre humanos, ahora dice que el aborto es esencial en tiempos de coronavirus”.

Meme que cita declaraciones del doctor Tedros sobre Covid-19 y aborto

Colombiacheck encontró que la imagen, publicada el pasado 6 de abril, es cuestionable porque saca de contexto pronunciamientos del funcionario que corresponden a las primeras semanas de la emergencia y que tenían matices diferentes. Además, en lo referente a la interrupción voluntaria del embarazo, le atribuye a él directamente una frase que, aunque no está de forma literal, sí se infiere de una guía de esa agencia de Naciones Unidas para la prestación de servicios de salud durante la emergencia.

Contagio entre humanos

El 14 de enero, la OMS publicó en Twitter el siguiente mensaje: “Investigaciones preliminares conducidas por las autoridades chinas no han encontrado evidencia clara de contagio entre humanos del nuevo coronavirus identificado en Wuhan”, la ciudad del país asiático donde surgió la enfermedad. No dijo que no fuera posible sino que los primeros estudios no habían dado resultados concluyentes al respecto, lo que es distinto.

Al día siguiente, la cuenta para el Pacífico Oeste insistió en lo mismo en un hilo. “No hay evidencia clara de contagio sostenido entre humanos y no hay infecciones reportadas entre los trabajadores de la salud”, argumentó. Sin embargo, aclaró que la posibilidad tampoco estaba descartada porque había casos que no parecían tener conexión con el mercado Huanan, el lugar donde nació el brote.

Estos pronunciamientos iban en la misma línea de lo que había informado hasta entonces la Comisión Municipal de Salud de Wuhan en un comunicado. Apenas el día anterior se había confirmado un caso en Tailandia de un hombre que estuvo en Wuhan pero no en el mercado Huanan, mientras que la ciudad china había registrado solo una muerte y seis casos críticos entre 41 contagios, incluyendo siete pacientes recuperados.

En ese momento, la revista Science afirmó que los expertos podían “respirar un poco más fácil” con los datos disponibles hasta entonces, aunque también mencionó ya los primeros rumores sobre posible ocultamiento de información por parte de China.

Cinco días después, el gobierno de Xi Jinping confirmó la transmisión del nuevo coronavirus entre humanos. La OMS también lo reportó de inmediato en un hilo de Twitter.

Las críticas posteriores al organismo multilateral han tenido que ver con el hecho de haber confiado en las autoridades de ese país pese a esos primeros signos de alarma, pero atribuirle a su director el haber dicho de forma categórica que el virus no se transmitía entre humanos es una exageración.

Además, no fue sino hasta el 13 de marzo que el South China Morning Post estableció que el primer caso confirmado de lo que ahora se conoce como Covid-19 se presentó en Wuhan el 17 de noviembre, no a mediados de diciembre como habían sostenido los funcionarios del país asiático. Por su parte, ABC News reveló la existencia de informes de inteligencia de Estados Unidos que le habrían informado al Pentágono sobre el brote y un posible colapso hospitalario en la ciudad china desde principios de noviembre, pero esta investigación vio la luz el pasado 8 de abril, dos días después de la publicación del meme.

Entre tanto, la OMS empezó, desde finales de enero, a enfatizar la necesidad de detener la transmisión del virus entre personas y de investigar a profundidad los medios de contagio para hacerlo mejor. El director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias, Michael Ryan, y la epidemióloga y asesora técnica de esa misma dependencia Maria Van Kerkhove repitieron varias veces en la rueda de prensa del 22 de enero que el contagio entre personas parecía producirse en el contexto de contactos cercanos, como familiares y trabajadores de la salud, pero estaba en estudio su verdadero alcance.

Al día siguiente, Adhanom Ghebreyesus dio una declaración similar. “Hasta ahora, no hay evidencia de contagio de humano a humano fuera de China, pero eso no quiere decir que no pasará”, agregó.

El 29 de enero, en la rueda de prensa de la misión de la OMS que viajó a ese país, Ryan y él mismo confirmaron la existencia de los primeros casos con esa característica en Vietnam, Japón y Alemania. “El aumento continuo de casos y la evidencia de transmisión de persona a persona fuera de China son ambos profundamente preocupantes”, anunció en su comunicado inicial de ese día.

En consecuencia, el doctor Tedros, como se le conoce, anunció que se volvería a reunir con el Comité de Emergencia de Regulaciones Sanitarias para aconsejarle la declaración del brote como emergencia internacional. Las expresiones de preocupación de todo el equipo fueron reiteradas en ese espacio de atención a los medios de comunicación.

En efecto, el director general repitió los mismos argumentos al día siguiente ante el citado comité. “Ahora hay 98 casos en 18 países fuera de China, incluyendo 8 de contagio entre humanos en cuatro países: Alemania, Japón, Vietnam y los Estados Unidos de América”, dijo. La institución acogió su postura y declaró el máximo nivel de alerta internacional que tiene la OMS.

Desde entonces, Adhanom Ghebreyesus ha defendido su gestión con el argumento de que esa decisión fue temprana y se tomó casi de inmediato al comprobar el contagio entre personas en países distintos a China, cuando el total de casos todavía no llegaba al primer centenar. Así lo reportó el 3 de febrero ante el Comité Ejecutivo del organismo y lo recordó el 19, el 22 y el 24 de ese mes y el 2 de marzo. El 18 de febrero, aunque no hizo el mismo recuento, sí dio cifras del contagio entre personas en diferentes países.

De modo que, si bien ha habido cuestionamientos frente a la confianza de la OMS hacia la información que le dio China sobre la epidemia, los comunicados de la entidad y los pronunciamientos de su director sobre la posibilidad de contagio se basaron en los datos que había disponibles en cada momento. Por esa razón, en un principio afirmaron que no había evidencia de contagio entre personas, pero nunca aseguraron a secas que no hubiera posibilidad. Por este lado, la atribución del meme ya es cuestionable. Falta ver lo del aborto.

Aborto esencial

Directamente, el doctor Tedros no ha dicho nada sobre el aborto como servicio esencial en sus discursos de este año o en las ruedas de prensa sobre Covid-19. En una búsqueda avanzada de Twitter tampoco aparecen trinos de él o de la OMS que hayan usado las palabras ‘aborto’ y ‘esencial’ en 2020.

Lo más cercano en la guía operacional de la OMS para mantener servicios esenciales de salud durante un brote de Covid-19, que es del 25 de marzo, es que establece “los servicios relacionados con la salud reproductiva, incluyendo el cuidado durante el embarazo y el parto” como una categoría de alta prioridad (la segunda en una lista de siete). Esto quiere decir que deberían seguir funcionando pese a las medidas para atender la emergencia por la nueva enfermedad respiratoria.

No obstante, al buscar en Google, aparecen varias páginas que reportan las supuestas indicaciones de la OMS sobre el aborto como servicio esencial. Casi todas retoman una nota que salió el 4 de abril en el portal conservador estadounidense DailyCaller (sus fundadores son Tucker Carlson, comentarista político de Fox News, y Neil Patel, que fue asesor del exvicepresidente republicano Dick Cheney).

Artículo de DailyCaller sobre el aborto como servicio esencial durante pandemia

Ahí aparecen cuatro frases entre comillas. Colombiachek logró ubicar una en un documento del organismo internacional: “Las decisiones y los derechos de las mujeres al cuidado de su salud sexual y reproductiva deben ser respetados con independencia de su estado de Covid-19, incluyendo el acceso a la anticoncepción y el aborto seguro en toda la extensión de la ley”. Está en la guía para el manejo de infección respiratoria aguda severa cuando hay sospecha de infección por el nuevo coronavirus, publicada el 13 de marzo.

Las otras citas no aparecen en el texto. Lo más parecido sobre servicios esenciales es que así son calificadas “las consultas multidisciplinarias con especialistas de cuidado obstétrico, perinatal, neonatal e intensivo”.

Hay dos menciones a los cuidados para las mujeres en etapa posaborto que están o han estado contagiadas de la enfermedad pandémica. La guía reafirma su derecho a la una atención “centrada en la mujer, calificada y respetuosa” como la que deben recibir otras mujeres recientemente embarazadas o aún gestantes, incluyendo soporte psicosocial y salud mental. Luego dice que también deben asistir a los cuidados “de rutina” sin que el embarazo, por sí mismo, represente riesgo adicional en su evolución frente al Covid-19.

No hay ninguna mención adicional a la anticoncepción, aunque la nota cita dos.

Quienes sí han defendido explícitamente el aborto como un servicio de salud esencial, por su sensibilidad al paso del tiempo, han sido siete organizaciones médicas de Estados Unidos encabezadas por el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos. Lo hicieron en un comunicado del 18 de marzo. Aunque ahí tampoco están las citas literales.

Precisamente esta semana, la revista Time publicó un reportaje donde menciona ese pronunciamiento como parte de las reacciones de la comunidad científica y las organizaciones feministas contra algunos estados que excluyeron el aborto, incluso con medicinas, de los servicios esenciales que podían seguir funcionando durante la epidemia. El artículo no dice nada sobre Tedros o la OMS.

De modo que el meme le atribuye al doctor Adhanom Ghebreyesus una frase que no dijo, pero que surge de la interpretación que hizo un medio a partir de una guía de la agencia internacional y que, de hecho, coincide con la visión de profesionales de la salud. Esta descontextualización hace que la segunda parte de la publicación sea igual de cuestionable que la primera, por lo que la calificación general de la imagen es esa misma.

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