Efectivamente en su discurso de posesión Duque dijo que haría una “evaluación juiciosa, prudente, responsable y analítica, en detalle” de las conversaciones que había comenzado el gobierno Santos con el ELN. En ese momento definió “un proceso creíble” como aquel que partiera del “cese total de acciones criminales, con estricta supervisión internacional y tiempos definidos”.

En Colombiacheck ya le habíamos hecho un chequeo a una afirmación del Alto Comisionado para la Paz, Miguel Ceballos, cuando dijo que la conclusión de esa evaluación al proceso de conversaciones con el ELN fue que “ellos, en lugar de bajar las acciones violentas, las aumentaron”. En ese momento concluimos que se trataba de una falsedad pues según todas las fuentes consultadas las acciones del ELN disminuyeron, aunque no cesaron por completo. Por ejemplo, el informe de la Fundación Paz y Reconciliación, Pares, indica que entre 2016 y diciembre de 2018 hubo una reducción de cerca del 65% del accionar bélico del ELN y del 72% de los ataques a la infraestructura petrolera, que clasifican como acciones terroristas. Por el contrario, la afirmación de Duque de que el ELN simplemente “continuó con sus acciones terroristas” y no cumplió con un “cese total de acciones criminales” como lo exigía su evaluación se debe calificar como verdadera.

Durante los 30 días de plazo que el presidente había dado el día de su posesión para hacer la evaluación, el ELN secuestró a cuatro militares y dos civiles en el Chocó y a tres soldados en Arauca. Y en 17 de enero de 2019 puso un carro bomba en la Escuela de Policía General Santander que dejó 21 muertos y 68 heridos y por el que cuatro días después tomaría responsabilidad en un comunicado asegurando que se trataba de una acción «lícita dentro del derecho de la guerra».