El pasado 18 de junio publicamos un chequeo al Consejero Presidencial para los Derechos Humanos y Asuntos Internacionales, Francisco Barbosa, quien afirmó que “durante el Gobierno del Presidente Iván Duque los homicidios de líderes sociales se han reducido el 32%”.

Un mes más tarde, Barbosa afirmó, de acuerdo con un artículo de El Espectador, que “nosotros recibimos la cifra de 221 asesinatos [de líderes sociales] y desde el 7 de agosto ha habido 68 asesinatos más. Esto se traduce a una reducción, ya no del 32%, sino del 35% de la tasa de homicidios, frente al periodo inmediatamente anterior”.

La supuesta reducción del 32%, contamos en su momento, venía de comparar los asesinatos de líderes sociales ocurridos en el tiempo del gobierno Duque (del 7 de agosto de 2018 al 25 de mayo de 2019), con el mismo periodo del presidente anterior en su último año. La actual reducción del 35% tiene en cuenta el mes que ha transcurrido desde el informe que chequeamos.

Como la cifra proviene del mismo análisis y las variables que tuvimos en cuenta en su momento para el chequeo que publicamos en junio siguen siendo las mismas, nos mantenemos en nuestra calificación, pues el gobierno Duque toma las cifras de los asesinatos suministrados por Naciones Unidas, pero no tiene en cuenta que esta fuente ha informado que hay denuncias por verificar. Es decir, que las 68 muertes que hay a la fecha de hoy, cuando se verifiquen las denuncias pendientes, podrían aumentar.

Además, como contamos también en el chequeo de junio, el gobierno no está teniendo en cuenta las dinámicas políticas y electorales que, expertos señalan, pueden llevar a que la violencia incremente a medida que nos acerquemos a las votaciones regionales de octubre.