Durante 30 años, Luz Mila y Luvidia han perdido uno a uno los objetos de su madre desaparecida.
En marzo de 2017, las hermanas Luz Mila y Luvidia Rey enviaron un derecho de petición a una Fiscalía en Villavicencio, en el que solicitaban reabrir el caso de su madre desaparecida hace más de 30 años. Le entregaron los papeles al personero de Vista Hermosa para que los llevara, pero a octubre de 2018, no han recibido ninguna respuesta y creen que ya no la van a recibir.
En 1985, Luz Mila tenía 22 años y trabajaba en fincas de la zona rural de Vista Hermosa. Luvidia, en cambio, tenía 4 años y por eso no recuerda mucho de su madre pero, según su hermana, es igualita a ella. Era 15 de enero y su madre María del Carmen Bermúdez Baquero, de 43 años, a quien le decían ‘La Mona’, se fue para Granada, a una hora de allí, para una cita médica. En ese trayecto desapareció.
El padre de las hermanas Rey había muerto años atrás, así que a Luz Mila le tocó hacerse cargo de Luvidia, pero no hizo mucho sobre el caso de su madre. “Mi mamá se perdió y se perdió, como en esos años atrás había tanta violencia, tanto peligro para uno salir y ponerse por allá a preguntar, nos quedamos callados. Francamente Dios, nos quedamos callados, no dijimos nada, y así se quedó hasta ahora que hubo el asunto ese de que uno podía denunciar, entonces yo fui y puse el denuncio”, asegura Luz Mila.
En ese proceso, un funcionario les dijo que la denuncia no era tanto por encontrar a su madre sino porque estaban detrás del dinero. “Es que uno no está buscando ningún dinero, uno lo que necesita es saber si fue que la mataron, así sean los pedazos, que digan bueno, en tal parte la dejamos tirada, botada, como quieran decirlo, pero saber qué pasó”, afirma Luvidia con cierta rabia por el trato que recibió.
Un tiempo después les llegó la notificación de que el caso de su madre había sido rechazado. Ellas creen que la razón es que cuando Luz Mila declaró, no supo qué grupo armado había desaparecido a su mamá. Reclaman que si ellas hubieran estado ahí sabrían quién se la llevó pero de otra forma es muy difícil saberlo. Otra de las razones por las que creen que lo rechazaron fue porque no tenían fotos de ella. “En esos años ni tomaban las fotos, qué fotos ni qué nada”, dice Luz Mila entre risas.
Uno necesita saber si fue que la mataron, así sean los pedazos, que digan bueno, en tal parte la dejamos tirada, botada, como quieran decirlo pero saber
Con algo de confusión, creen que pudieron haber sido integrantes de la UP. Al preguntarles sobre qué es la UP, lo relacionan con sindicalistas y con los antecesores de la guerrilla, pero frente a eso tienen más dudas que certezas. Es solo una hipótesis. Sin embargo, lo relacionan con guerrillas, no con paramilitares o autodefensas, que para esa época aún no habían llegado al municipio.
A partir de ese primer rechazo, las hermanas Rey han emprendido un camino por años en el que han ido a una Fiscalía y a otra o han enviado derechos de petición. Todo sin recibir respuestas. Luz Mila está cansada de dar tantas vueltas sin obtener ninguna información. “Yo digo que también es que se burlan de uno por lo que uno no tiene estudio, no tiene nada, no le ponen cuidado de nada”, dice Luz Mila. Ella sabe muy poco sobre leer y escribir y, por eso, Luvidia es quien se ha encargado del tema en los últimos años.
Lo único que las hermanas Rey guardan con cuidado son todos los papeles que les han dado y que han enviado para saber qué pasó. No conservan ningún objeto de su madre. Su ropa se la regalaron a una tía y algunas ollas que guardaron se han ido acabando con el tiempo. Ellas recuerdan con la mente y el corazón porque, según Luz Mila, “uno a un ser querido nunca lo olvida, las cosas materiales se van, pero el recuerdo siempre queda”.
Investigación realizada bajo el proyecto "CdR/lab Periodismo para narrar la Memoria" de Consejo de Redacción, con el apoyo de la AGEH.