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Verdadero pero...
Para verificar en qué fuente basaba el candidato sus datos, consultamos su equipo de comunicaciones. Su jefe de prensa nos explicó que la cifra estadística había sido publicada por RCN radio y en un libro del Observatorio de Bosques de Antioquia.
Al buscar la nota de RCN encontramos la noticia titulada “Antioquia ya perdió el 65% de sus selvas, según informe”, publicada en febrero del año pasado. Otros medios, como El Colombiano,
Asimismo, descargamos el libro Bosques Andinos Estado actual y retos para su conservación en Antioquia publicado por el Observatorio de Antioquia en 2018. En esa publicación se basaron tanto el candidato como los medios de comunicación.
En el libro se resalta que en el año 1990 el estado de los bosques del departamento eran de una ocupación de 42% (2.700.000 mil hectáreas), ese porcentaje se redujo en 2015 a un 35% (2.200.000 mil hectáreas).
“Se estima una pérdida de 19.700 ha anuales para este periodo. En los Bosques Andinos se estima una cobertura de 32% (1.210.000) para 1990 y de 18% (~530.000) para 2015, con una tasa de pérdida de ~21.200 ha anuales. Siendo uno de los ecosistemas más afectados, después de los bosques secos los cuales presentaron una reducción del 55% en este mismo periodo”, es otro de los apartes de la investigación.
En el informe se manifiesta la afectación de esta pérdida de bosques. “Esto genera una alerta importante, ya que, en los bosques de montaña, probablemente lo más degradados en Antioquia después de los bosques secos, es donde se encuentran la mayoría de cuencas abastecedoras de fuentes hídricas que importantes para la población antioqueña. Los bosques relacionados con la protección de fuentes hídricas que abastecen de agua a los municipios del área metropolitana y otros poblados ubicados en las montañas, se encuentran en un estado de alteración que puede afectar su funcionamiento y alterar la regulación de los caudales”, se agregó.
Es por este problema que desde el 2010 se implementa el Pacto por los Bosques, conformado por 200 instituciones y organizaciones públicas y privadas y cuyo objetivo es la conservación del boscaje.
Precisamente, en ese pacto se reconoce la importancia de los bosques “como fuente de riqueza presente y futura, como reguladores fundamentales del ciclo del agua y por su importancia en la mitigación del cambio climático con sus devastadores efectos”.
De la misma forma, al consultar a Gildardo Muñoz, ingeniero Forestal de la Universidad Nacional, nos explicó que “el agua está en un ciclo continuo el cual se conoce como ciclo hidrológico, los bosques y las coberturas vegetales hacen un proceso de regulación de caudales. Dependiendo de la estructura que tenga esa vegetación, tendrán una regulación mayor que otra, es decir, un potrero de alguna manera también intercepta la precipitación y hace cierta regulación de caudales de agua. Pero si hay una vegetación más estructurada tipo rastrojo o un bosque completamente estructurado generara una regulación aún mayor”.
Al analizar todos estos elementos, encontramos que el candidato Carrillo se acerca a la cifra de bosques que ha perdido Antioquia, pero se equivoca en dos puntos y en dos años, pues el número real es del 65% y los datos del informe que se reveló en 2018 solamente son medidos hasta 2015. Por esa razón, calificamos su afirmación es verdadera, pero.