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Falso
Un fragmento de una de las obras cumbre de la literatura afrocolombiana, de autoría de Manuel Zapata Olivella, fue protagonista de una desinformación en Twitter hoy 5 de febrero.
Andrés Rodríguez, director de la corporación Medellín Cuenta Conmigo y uno de los promotores de la revocatoria del alcalde de esa ciudad, Daniel Quintero, cuestionó en un trino la decisión del Metro de Medellín de instalar un vinilo con un fragmento de Changó, el Gran Putas.
En el mencionado trino, Rodríguez asegura: “Yo no quiero parecer mojigato, tampoco un santo. Pero hay cosas que entiendo muy bien, temas que no mucha gente tiene el discernimiento de comprender, pero se como se presenta la maldad y la codicia, a través de actos de santería. Le parece a usted, esto normal? En el metro?”.
El trino en cuestión ya tiene más de 192 me gusta, 135 retuits y 173 tuits citados.
Entre los mensajes del trino encontramos publicaciones como estas:
El Metro de Medellín aclaró, en respuesta a uno de los tuiteros que cuestionaron directamente la imagen del metro publicada por Rodríguez, que “la foto que nos muestras hace referencia al tren conmemorativo de la @FiestaLibro y la Cultura 2020, denominado ‘Diáspora Africana en Colombia: un cantar traído por el mar’. En él hay 12 obras de escritores afrocolombianos”.
Y es que cabe recordar que el 2020 fue declarado por el Ministerio de Cultura como el Año del Centenario de Manuel Zapata Olivella y es por eso, entre otras cosas, que parte de su obra se usó en el tren conmemorativo que el Metro de Medellín “vistió” en octubre de 2020, como lo menciona en este trino del 2 de octubre de ese año.
Es que lo que aparece en el vinilo no son actos de santería sino un fragmento de la obra Changó, el gran putas, en el tren conmemorativo de la Fiesta del Libro 2020.
En su momento, la entonces ministra de Cultura, Carmén Inés Vásquez, dijo “durante 2020 vamos a tener actividades académicas en torno a la vida y obra de Zapata Olivella. También en la Feria del Libro de Bogotá -FILBo-; en la Feria del Libro de Madrid, en donde Colombia será país invitado de honor y, también, en las Ferias regionales del libro. Vamos, además, a movilizar la Red de Bibliotecas Públicas para que divulgue la obra y desarrollen actividades de promoción de lectura en torno a ella, y buscaremos que a la conmemoración se articulen las secretarías de Cultura del país".
La santería, término al cual se refirió también Rodríguez al calificar la obra de Zapata Olivella, según esta definición de la RAE, lejos está de ser satanismo, o promover maldad y codicia, pues es un “Sistema de creencias religiosas y cultos que tiene como elemento esencial la adoración de deidades surgidas del sincretismo entre creencias africanas y la religión católica”.
Es considerada la obra cumbre de Zapata Olivella, escrita tras más de 20 años de investigación y de acuerdo con decano de la Facultad de Humanidades de la Universidad del Valle y uno de los principales conocedores e investigadores de la obra del mencionado autor, Darío Henao Restrepo, “está escrito en unos códigos de la mitología yorubana que no es común, algo que explico en mi libro ‘El código Changó’, para leerlo es necesario hacer un esfuerzo por comprender sus referentes. En esto llevo más de 20 años, estudiando la obra de Manuel, y he aprendido que lo primero que debemos hacer con el que no la conoce es enamorarlo de la obra, basándose en su fondo mitológico africano, para que entienda quién es Changó, Yemayá, Ogún, Eleguá”, dijo en esta entrevista que le concedió a El País el 2 de agosto de 2020.
En una reseña que hace de esta obra, la Biblioteca del Banco de la República describe que Manuel Zapata Olivella “durante veinte años investigó para su novela central ‘Changó, el gran putas', cuya solución poética encontró luego de pasar una noche desnudo en una de las oscuras y sofocantes bóvedas de la fortaleza de la isla Goré, prisión de Senegal en la cual eran recluidos los africanos cazados, antes de su traslado en barcos al Nuevo Mundo”.
“Esta novela y gran epopeya es un inmenso fresco que cubre quinientos años de historia, para la cual Zapata recurrió a lo que denominó ‘realismo mítico’”, señala la reseña.
Y agrega: “Da cuenta de los dioses tutelares y cosmovisión de la religión yoruba, incorpora proverbios, trabalenguas, cuentos de hadas y canciones de la tradición africana. Recorre las hazañas de los héroes negros en las revoluciones americanas. Zapata demuestra que los negros nunca impusieron nada a nadie, más bien contagiaron su baile, sensualidad, comida, lenguaje. El profesor Darío Henao Restrepo, en el prólogo, explica la concepción subyacente a esta obra: el principio filosófico del muntu, que rige su elaboración poética, implica una connotación del hombre que incluye a los vivos y difuntos, así como animales, vegetales, minerales y cosas que le sirven. Se trata de una fuerza espiritual que une en un solo nudo al hombre con su ascendencia y descendencia, inmersos en el universo presente, pasado y futuro".
Es por estas razones que calificamos como falsa la afirmación de que la obra de Zapata Olivella exhibida en un tren del Metro de Medellín sea “actos de santería” hecha por Andrés Rodríguez; pues se trata de una obra de la literatura.
Y como bien lo dijo Zapata Olivella en las primeras líneas de su obra cumbre: “Sube a bordo de esta novela como uno de los tantos millones de africanos prisioneros en las naos negreras; y siéntete libre aunque te aten las cadenas. ¡Desnúdate!”.