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Martes, 04 Abril 2023

Telecom no era “la empresa más próspera de Colombia” al momento de ser liquidada

Por Alexander Campos Sandoval

Aunque la empresa sí fue liquidada hace 20 años aproximadamente La Empresa Nacional de Telecomunicaciones arrastraba varios años de dificultades financieras al momento del decreto que determinó su desaparición.

La usuaria @Rocioguti2596 publicó en Twitter esta imagen con el texto “Hoy hace 20 años liquidaron con [sic] la empresa más próspera de Colombia” y el logotipo de la extinta Telecom. Además, está acompañada del mensaje: “Y quién fue el que la acabó????” 

El tuit cuenta con casi 243 mil reproducciones. En la misma fecha, fue publicada en Facebook con el mensaje “Hace 28 años fué el Retiro Voluntario. Hace 20 años la belleza del Uribe...la liquidó”. También el trino de @Rocioguti2596, publicado el pasado 20 de marzo, fue replicado a través de capturas en la plataforma (1, 2) así como la ilustración sin mensajes durante el resto del mes (1, 2).

En Colombiacheck decidimos verificar esta publicación y encontramos que es cuestionable pues, aunque Telecom se liquidó hace casi 20 años, durante el gobierno de Álvaro Uribe, para ese momento no era la empresa más próspera de Colombia, pues estaba en quiebra.

La historia de Telecom

Telecom fue la empresa estatal de telecomunicaciones de Colombia fundada en el año 1947. Como explicaba su página web a principios del nuevo milenio, tenía “presencia en más de 800 municipios [...] atención al público en más de 400 oficinas propias y en más de 5.000 puntos ubicados en cruces veredales, barrios, pequeñas poblaciones y carreteras nacionales”. 

En cuanto a su operación, llegó a ser la empresa más grande del sector y, según la página web, contaba “con más de dos millones de líneas propias en todo el país, a finales de 1999, además de las 700.000 líneas instaladas a través de sus quince teleasociadas (empresas telefónicas donde TELECOM es el mayor accionista)”. Además, dominaba el mercado de transmisión de datos, atendiendo “la demanda de servicios de las 400 empresas más importantes del país”.

Pero contrario a esta visión optimista, la realidad financiera de la entidad provocó que, el 12 de junio de 2003, el gobierno de Álvaro Uribe Vélez ordenara suprimir y liquidar la Empresa Nacional de Telecomunicaciones a través del Decreto 1615. En el documento se asegura que “a pesar de los esfuerzos gubernamentales no se generó mejoría en la viabilidad financiera, comprometiendo la garantía en la prestación del servicio y generando una mayor pérdida en el valor patrimonial de la Nación”.

Cómo relató Revista Semana en junio de 2003, aunque los estados financieros de la empresa para 2002 arrojaron ingresos por $1,9 billones, arrojaron también pérdidas operacionales por $470.000 millones. Esto en un ecosistema empresarial en el que, por ejemplo, Ecopetrol presentó un balance favorable de $2.315 millones de dólares.

Para 2002, Telecom contaba con cerca de $5.5 billones en obligaciones de pasivo pensional. Este último era un problema diagnosticado tiempo atrás, pues ya en 1999 se discutía cómo “la gran cantidad de pensionados de Telecom la tienen al borde de la quiebra”. El documento Conpes 3184 de 2002, elaborado por el Departamento Nacional de Planeación (DNP), propuso la creación de un patrimonio autónomo destinado a cubrir los pagos a pensionados a través de una pequeña proporción de saldo disponible en caja ($1,09 billones) y un pagaré por la mayor parte de la obligación ($4,36 billones).

Estructura de Patrimonio Autónomo sugerida por el Departamento Nacional de Planeación.

Sin embargo, mientras proponía esta salida, el DNP advertía que de no alimentarse debidamente el Patrimonio Autónomo “la situación financiera de la empresa se agravaría aún más”. Este resultado era, además, previsible por el organismo, dado que en el apartado de ‘Resultado operacional deficitario’ se expone una tendencia a la baja en los ingresos debido a “la competencia en larga distancia causada por la apertura del mercado en este sector, no habiéndose ajustado los costos y gastos y su estructura a los cambios del mercado”.

La introducción de la competencia fue, pues, el segundo gran componente de la inviabilidad financiera de Telecom, pues tras la expedición de la Ley 142 de 1994 o Ley de Servicios Públicos Domiciliarios, la iniciativa privada tomó buena parte del mercado que hasta entonces era casi un monopolio estatal a través de Telecom y sus empresas asociadas. Por ejemplo, según la Comisión de Regulación de Telecomunicaciones en el año 2000, en cuanto a operadores de telefonía local pasaron “de veintiséis empresas en 1993 a cuarenta en 1999”.

Ante los competidores, Telecom flaqueaba debido a su estructura administrativa, como su último presidente, Alfonso Gómez, explicó en 2003 a Revista Semana.  La compañía no funcionaba como una sola empresa, sino como 43, divididas en 27 gerencias departamentales y 15 teleasociadas, cada una con su propio gerente y equipo directivo. Esta composición resultaba ineficiente en la toma de decisiones e incrementaba los costos de operación. Por esto, el Conpes 3184 de 2002 determinó la creación de una matriz que recogiera el valor de Telecom y todas las teleasociadas.

Finalmente, la quiebra de Telecom se hizo inminente a partir del resultado de los contratos de riesgo compartido que se firmaron durante los años 90. Como explica el Conpes 3145 de 2001, la empresa se asoció con firmas extranjeras para instalar líneas telefónicas en el país, en un negocio para el cual el socio privado hacía la inversión inicial y, durante un tiempo, compartía las ganancias con Telecom, quién pasaría a ser propietario después. El resultado fue un crecimiento sensible de la densidad telefónica en el país entre 1990 y 2000.


Número de líneas telefónicas por cada 100 habitantes entre 1980 y 2000. Fuente: DNP.

Sin embargo, el negocio contemplaba que si los ingresos de las líneas resultaban inferiores a lo proyectado inicialmente, Telecom pagaría la diferencia al asociado en dólares. En consecuencia, Telecom afrontó en 2001 una deuda estimada de $651 mil millones, que provocaría un patrimonio negativo para el año 2004.

Así pues, aunque Telecom fue liquidada hace casi 20 años por el Gobierno de Álvaro Uribe, es cuestionable que fuese “la empresa más próspera” de Colombia al momento del decreto que la suprimió, dado que estaba virtualmente en quiebra debido a su elevado pasivo pensional, las deudas derivadas de los contratos de riesgo asociado y la incapacidad de hacer frente a la recién aparecida competencia.