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Martes, 21 Agosto 2018

Azúcar amargo

Por Kelly Sánchez

Los resultados de las elecciones recientes generan más inquietud que tranquilidad en la dirigencia tradicional vallecaucana. Este es el panorama político de la región donde la izquierda podría tener una buena cosecha.

El Valle del Cauca fue el único departamento de Colombia donde Gustavo Petro logró dar un giro a los resultados de la primera vuelta presidencial, al casi duplicar sus votos y quitarle la victoria a Iván Duque en la segunda. Esa maniobra podría consolidar al Pacífico como parte fundamental de su plataforma política y convertirse en una fuerza decisiva para las elecciones regionales de 2019.
El candidato del movimiento Colombia Humana logró desviar la tendencia hacia la derecha que tuvieron los resultados regionales de las elecciones legislativas y alzarse con 884.853 votos (51,76%) frente a los 746.616 (43,66%)que obtuvo Duque.
Petro logró quedarse en el Valle con buena parte de los 499.925 sufragios que Sergio Fajardo había alcanzado en la primera vuelta. Su éxito es, al mismo tiempo, una derrota pa los sectores del establecimiento político tradicional que arroparon al aspirante del Centro Democrático: Cambio Radical, Partido Conservador, parte del Liberal, algunos líderes del movimiento de la gobernadora Dilian Francisca Toro, así como sectores empresariales.

La coalición de derecha y centro Derecha permitió el triunfo de Duque en una gran parte del centro del departamento incluyendo Calima Darién, Ginebra, Restrepo, Riofrío, San Pedro, Trujillo, Tuluá, Yotoco, y en casi todo el norte, en municipios como Ansermanuevo, Argelia, Bolívar, Cartago, El Águila, El Dovio, Obando, Roldanillo, entre otros.

Mientras que, con el apoyo de líderes de Alianza Verde y el Polo, figuras como el senador Alexander López y el ex alcalde de Cali Jorge Iván Ospina, múltiples sindicatos y movimientos sociales -además de un sector del liberalismo que no respaldó a Duque-, Petro ganó en municipios como Cali, Buenaventura, Jamundí, Palmira, Florida, Pradera, Candelaria, Buga y Zarzal. Triunfó solo en 14 de los 42 municipios que conforman el Valle, pero que tienen la mayoría de la población. Ganó principalmente en los municipios azucareros más importantes, mientras Duque lo hizo en los cafeteros y ganaderos.

Con este antecedente, los movimientos alternativos podrían tener abonado en el Valle un terreno político para obtener una buena cosecha en el poder local el próximo año.

¿Podría este panorama electoral mostrar que en la región se empieza a marcar una tendencia hacia corrientes políticas de izquierda?, ¿podrían estos resultados traducirse en opciones reales de cambio en las estructuras del poder local?, ¿qué harán para que no se frene el impulso que ganaron?

Es claro que para 2019 las cartas del juego político se recogen y se reparten de nuevo entre las figuras en contienda. Todos los actores electorales y los analistas saben que las elecciones locales responden a patrones distintos que las presidenciales; podrían, incluso, parecerse más a las legislativas.

Así lo señala Juan Pablo Milanese, Jefe de Estudios Políticos de la Universidad ICESI, “son elecciones distintas donde no solamente se votan distintos cargos, sino que hay distintos tipos de mecánica de movilización electoral y las coaliciones asociadas a la política nacional difieren de lo que son las coaliciones asociadas a la política local”.

Por esto, cada municipio podría tener un comportamiento distinto que no corresponda, necesariamente, con lo ocurrido en las presidenciales.

Palmira señorial ¿De los mismos Señores?

Esta ciudad, por ejemplo, podría responder a otras lógicas electorales: “¿qué tan probable puede ser que en este municipio vuelva a ganar una fuerza de izquierda? ¿no será más probable que el movimiento de la gobernadora Dilian Francisca Toro triunfe en la elección municipal?”, se pregunta el profesor Milanese, pero cree que en un contexto como Palmira, es más difícil que un candidato de izquierda pueda ganar.

Palmira, conocida como la ‘capital agrícola de Colombia’ es, después de Cali, la segunda ciudad intermedia más importante de la región, lo que la hace atractiva para los políticos. En esta localidad, Petro obtuvo 74.398 votos (56,19%) y Duque logró 51.138 (38,62%).

“Palmira lleva siendo gobernada por las mismas casas políticas hace más de 50 años, el ‘Motoísmo’ y el ‘Caicedismo’, que son los hermanos Julio y Jorge Caicedo, los tipos más poderosos del Valle políticamente. Julio es el esposo de Dilian Toro, son los que quitan y ponen alcalde en Palmira”, afirma Eider Alvear Varela, líder del movimiento Colombia Humana en este municipio.

Alvear dice sentirse optimista para las elecciones de 2019, en Palmira buscan sumar fuerzas políticas alternativas con el partido Verde y el Polo. Quieren que los candidatos al Concejo y a la Alcaldía que los representen sean personas que “no tengan nada que ver con la vieja política tradicional”.

El senador Carlos Fernando Motoa, de Cambio Radical, hijo del fallecido Miguel Motoa Kuri, exalcalde de Palmira, cree que los resultados que dieron como ganador a Petro en el Valle son una “crítica” a los liderazgos tradicionales que han operado en el Pacífico.

Dice que en Palmira “el tema de los hospitales ha sido muy mal administrado y la hegemonía que han tenido estas administraciones, tres alcaldías sucesivas por el mismo sector político, genera no solamente un descontento sino abuso del poder”, dice el senador.

En los últimos 3 periodos, ha sido la casa ‘Caicedista’, de la mano del partido de la U, quien ha puesto el alcalde en este municipio. Uno de estos alcaldes fue el actual senador José Ritter López (2012-2015), uno de los bastiones del grupo político Nueva Generación de la gobernadora Dilian Francisca Toro.

Ritter López, también reconoce que la gestión de la clase dirigente en este municipio y en gran parte del Valle, ha producido un rechazo a los actores políticos, pero cree que aún las estructuras políticas tienen mucha influencia.

Lo que es claro para el senador de la U es que su partido tendrá candidato en este municipio así como en “cada uno de los 42 municipios del Valle, unos candidatos propios y otros en alianza, pero por supuesto vamos a seguir siendo una fuerza importante en el Valle del Cauca”.

Buenaventura ¿a buen puerto?

Oswaldo Páez – El País

En la ciudad portuaria, las posibilidades de triunfo local para los movimientos alternativos son grandes. Allí “donde el paro parece haberse consolidado como un actor político colectivo, pueden pensar en conseguir los votos necesarios para poner un alcalde”, dice el profesor Milanese.

El docente hace referencia al paro cívico que durante 22 días vivió Buenaventura, desde el 16 de mayo hasta el 6 de junio del año pasado, marcado por intensas protestas de parte de la población que exigía al Gobierno Nacional y local la declaración de la emergencia social, económica y ecológica en la ciudad, mejoras en el hospital, en la seguridad y solución a la problemática del agua potable, entre otras necesidades nunca resueltas por el Estado.

La presión desde el puerto hizo que el Gobierno cediera y se alcanzara un acuerdo con los líderes del paro. Se creó así, el Fondo Autónomo para el Desarrollo de Buenaventura (Fonbuenaventura) con el que se garantizan los recursos para proyectos de servicios públicos sanitarios, educación, vivienda e infraestructura, cobertura total de acueducto y alcantarillado para el municipio. Aunque aún le queda al Gobierno mucho por cumplir y Buenaventura está lejos de ser el ‘bello puerto de mar’, ese logro mostró a la comunidad el poder del pueblo indignado.

Esa misma fuerza pudo ser la que incidió -en gran medida- en el éxito de Petro en esta ciudad, donde el candidato presidencial obtuvo 62.156 votos (71,38%), frente a los 23.166 (26,60%) de Duque.

El líder social Fabio Castillo, quien fue parte activa en el paro y luego en la campaña de Petro, cree que el apoyo mayoritario a este candidato de izquierda “se convierte en un soporte lo suficientemente sólido para creer que podemos lograr que un alcalde cívico -o con propuestas similares a la Colombia Humana- puede llegar a la alcaldía de Buenaventura”.

Para Castillo, los resultados de estos comicios denotan el cansancio de la gente frente a la política tradicional “el abandono en el que estamos ahora mismo y la crisis en la salud. Por eso es importante forjar una alianza para mantener el nivel de conciencia en las personas y poder consolidar el proyecto Buenaventura”.

Cabe recordar que en este municipio los últimos cuatro alcaldes han terminado en la cárcel por corrupción -los tres primeros del partido liberal y el último del partido de la U-, lo que agravó aún más el caos del principal puerto colombiano sobre el Pacífico.

Ahora el sector alternativo busca articular fuerzas convocando a integrantes de la Alianza Verde, al movimiento del paro Cívico (conformado por más de 84 organizaciones y colectivos, incluyendo sindicatos de trabajadores portuarios, organizaciones juveniles, la asociación de juntas comunales y otras más), y a todos los sectores sociales que simpatizan con Colombia Humana. Sin embargo, aún no es claro quién podría personificar la unión de múltiples sectores con diferentes intereses, pero con una sola inconformidad ante el abandono estatal.

En el puerto los alternativos tendrán que enfrentarse muy probablemente con La U que ha tomado fuerza, a pesar de que Eliécer Arboleda, el actual alcalde, avalado por ese partido, se encuentra en prisión.

Pero dice el senador Motoa: “no me cabe ninguna duda que la U, con toda la mala administración que hizo, con el robo a los hospitales, con todo lo que se ha denunciado, claramente no van a tener posibilidades de tener un candidato ganador”.

Al respecto, Evangelista Aragón, el concejal del partido de La U, dice que “no se puede tapar el sol con un dedo”, pues la situación que presenta Buenaventura es el resultado de lesivas acciones del pasado que “hoy dijeron stop”.

“El distrito está en una crisis político-organizativa y económica bien compleja, y hay una desilusión, una incredulidad inmensa de la comunidad frente al cuadro político”, admite Aragón.

El concejal sabe que desde su partido se pudo “haber hecho más”, pero también cree que el colectivo del ejecutivo del paro cívico ya no tiene “conexión” por lo que tampoco tienen nada garantizado. Incluso, cree que en las elecciones locales podrá haber sorpresas porque “mucha gente se cree ganadora, tiene establecida su estrategia, considera que tiene mucha masa, pero quizás alguien que no se esté vislumbrando en ese espacio puede ser quien pueda estar”.

En Buenaventura también podría estar impulsando candidaturas Juan Carlos Martínez, el polémico exsenador que estuvo condenado durante casi ocho años por parapolítica, y que ahora regresó a recomponer su estructura política, aunque se sabe que ya no cuenta con el poder que ostentaba hace nueve años.

Jamundí: típicos dirigentes en un pueblo atípico

Los jamundeños escogieron el pasado 15 de abril, en elecciones atípicas, al alcalde Edgar Yandy, avalado por el Partido Liberal y el Movimiento Alternativo Indígena y Social, Mais. Su elección puso fin a una seguidilla de gobiernos del Partido de la U en los últimos periodos.

El anterior alcalde de este municipio era Manuel Santos, quien fue destituido en diciembre del año pasado por presuntas anomalías en la adjudicación de contratos.

Una líder social de Jamundí, quien prefirió omitir su nombre por razones de seguridad, cree que en este municipio se ha fortalecido el Mais, mientras el Partido de la U y Cambio Radical han perdido credibilidad, por lo que dice sentirse confiada en que los resultados de las presidenciales se vean reflejados en esta localidad donde la votación a favor de Petro fue de 28.513 (56,55%) contra 19.586 (38,84%) por parte de Duque.

Sin embargo, la situación en este municipio no será fácil, entre los pobladores que hicieron campaña por la Colombia Humana ronda un gran miedo por la presencia de grupos armados ilegales como el EPL-los pelusos y disidencias de las Farc, quienes se disputan el control territorial de la zona. En los últimos días, 20 líderes han sido amenazados.

En la zona rural de Jamundí no se habla siquiera de la Consulta anticorrupción y para la movilización programada el pasado 7 de agosto, la gente prefirió no salir para no exponerse.

De esta problemática, parecen no enterarse líderes de otros partidos como el Centro Democrático. Según Liliana Trujillo, coordinadora de este partido en Jamundí, no ha escuchado que actores armados hayan tenido alguna incidencia en las elecciones, sino que lo relaciona con una conducta que se está presentando a nivel nacional. Lo que sí cree Trujillo es que en Jamundí, el narcotráfico tuvo incidencia por mucho tiempo y de ahí que este municipio hayan florecido prácticas corruptas.

“La gente está acostumbrada a vender el voto, no a votar por su municipio para que pueda salir adelante. Eso ha hecho que la población no crea en los partidos tradicionales que estaban”. Por esto concluye que los resultados en el Valle dejan una lección a las estructuras políticas tradicionales.

Candelaria, Pradera y Florida: del puente para allá

“Hay una gran posibilidad -en cuanto al panorama que se ve para el próximo año- y va a ser muy difícil que en estos municipios gane alguien diferente a la Colombia Humana. Estoy seguro de que las elecciones que vienen van a ser ganadas por este movimiento o por la coalición de la que hagamos parte”, asegura uno de los coordinadores de la campaña petrista en esas poblaciones, quien habla con mucha seguridad de lo que vendrá para ellos en la próxima contienda electoral, sin embargo, lo hace desde el anonimato por las amenazas que ha recibido en los últimos días, lo que desde ya evidencia que no la tendrán fácil.

En estos municipios, Colombia Humana buscará lograr la convergencia de todas las fuerzas alternativas. Luego de esto, citarán a asambleas abiertas donde la comunidad escoja cuáles podrían ser los candidatos a alcaldías y concejos, dentro de las coaliciones que se logren.

Pradera y Florida han sido municipios especialmente golpeados por la guerra en la región. Por su posición geográfica sobre la cordillera central, la zona rural ha sido de preferencia por grupos armados ilegales dado que es un corredor estratégico que permite la movilidad por cuatro departamentos: Valle, Cauca, Tolima y Huila. De hecho, durante el gobierno del expresidente Álvaro Uribe, las Farc estaban dispuestas a iniciar un intercambio humanitario si Uribe aceptaba un despeje militar en la zona que, finalmente, nunca ocurrió.

Así también, en estos municipios se encuentran ingenios azucareros importantes del Valle como Mayagüez y María Luisa, y colindan con Incauca en el departamento del Cauca.

Napoleón Rojas, quien coordinó la campaña de Duque en Pradera, cree que estos sectores en donde están los ingenios azucareros se ven más influenciados por “las consignas populistas”.

“En estos municipios, esos grandes grupos de trabajadores son corteros de Caña, son personas que obedecen mucho a consignas populistas, a consignas de las que impartía Petro como estrategia para estimular la votación”, dice Rojas.

Por su parte, Juliana Morán, líder del Centro Democrático en Florida, -donde Petro obtuvo 17.390 (68,28%) y Duque 7.199 (28,26%) cree que este municipio tiene una fuerte orientación de izquierda y que, incluso, hay quienes temen decir que son de derecha y que por eso los votos que Duque logró allí fueron muy trabajados.

El partido del nuevo Presidente de la República seguirá buscando en este municipio revertir esos resultados en el 2019 e intentarán cuidar las alianzas para poner candidato a la Alcaldía y a la Asamblea. Dice Napoleón Rojas que no porque Petro ganó las presidenciales, ganará las locales y que las maquinarias siguen dominando.

Zarzal ¿de trapo rojo?

Este fue el único municipio en el norte del departamento en donde Gustavo Petro le ganó a Iván Duque, además con una importante ventaja: 11.284 votos (60,44%)contra 6.709 (35,93%).

“Zarzal es gaitanista, se conserva como un pueblo liberal, progresista, un pueblo de resistencia; Zarzal es un municipio laico donde albergan todas las creencias religiosas respetando la diferencia, y está rodeado de municipios conservadores”, dice el profesor Edinson Sánchez, presidente de la subdirectiva de Sutev (Sindicato Único de Trabajadores de la Educación del Valle). Pero sabe que para las locales “va a resucitar toda la maquinaria electoral, conservadores, partido de la U, Cambio Radical, con los maletines cargados para la compra de votos”.

Allí, dice este líder, gran parte de los docentes se movilizó en la campaña de Petro y continúan liderando labores pedagógicas sobre temas como los derechos ciudadanos.

Por su parte, el exalcalde Zarzal Julián Alberto Llanos, quien coordinó la campaña de Iván Duque en este municipio, también asevera que Zarzal tiene una tradición liberal, sin embargo, asegura que de los votos que sacó Petro en esta localidad, no todos son suyos sino que corresponden “a los mismos partidos tradicionales que se fueron a votar allá”, por lo que piensa que en las elecciones locales, las movidas serán distintas.

Cali: capital en disputa

Raúl Palacios – El País

¿Será capaz la izquierda de conquistar la Alcaldía de la capital vallecaucana?

“Probablemente sí sería mucho más fácil (para las fuerzas progresistas) en el caso de Cali por una razón específica: Cali no tiene grandes electores, las dirigencias políticas están extraordinariamente polarizadas, entonces para alcanzar la Alcaldía hay que pactar o negociar con múltiples actores y esto cambia el panorama”, dice el profesor Milanese.

En Cali 446.477 (53,08%) votos fueron para Petro y 352.766 (41,94%) para Duque.

El presidente de la Alianza Verde y exalcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, uno de los más seguros aspirantes por el sector alternativo, cree que haber ganado en las presidenciales no necesariamente otorgará un éxito en las locales.

“Es muy difícil saberlo, pero es un buen inicio. Va a depender mucho del carácter y de la madurez de los candidatos que existan y de lo que ocurra durante este año de gestión pública en el Congreso”.

Aunque hay quienes dan por descontada la candidatura de Ospina a la Alcaldía, él dice que no es una decisión tomada.

“Nosotros no estamos obsesionados con asumir una candidatura, ni a la Gobernación del Valle, ni la Alcaldía de Cali, pero vamos a participar de construir un proyecto donde estaremos presentes aportándole a un buen candidato o candidata o, incluso, aportándole a una buena corriente de pensamiento que no necesariamente yo tengo que protagonizar”, asegura el exalcalde de Cali.

Por lo pronto Ospina encabeza lo que llaman ‘Tertulias ciudadanas’, que se realizan todos los lunes desde las 6:30 de la tarde, en la Plazoleta Jairo Varela, abierto al público, en donde se habla de temas como la paz, el asesinato de líderes sociales, la consulta anticorrupción y los retos futuros de la ciudad. Tertulias con pinta de campaña.

Lo que estaría por verse es si en una eventual candidatura de Ospina, este recibiría el apoyo de todos los verdes pues aún hay fracturas al interior del partido después de las presidenciales.

Aunque no hay nombres oficiales, el abogado Jaime Sierra, quien hizo parte de la Coordinación Departamental de la Campaña “Petro Presidente”, confirmó que Colombia Humana tendrá candidato a la Alcaldía de Cali y a la Gobernación del Valle, así como para concejos y Asamblea.

“En días pasados Gustavo Petro envió una circular a nivel nacional pidiendo que esa coalición se sostenga y que ojalá demos la batalla de la que llamamos ‘tercera vuelta’ que son las locales, para que continuemos con un espíritu de unidad con todos estos sectores”.

Colombia Humana trabajará en conseguir coaliciones fuertes con el Polo Democrático, la Alianza Verde, Unión Patriótica, el Mais y el partido ASI, con los que esperan presentar listas conjuntas a concejos municipales y Asamblea departamental, y hacer consultas populares si surgen varios candidatos a la Alcaldía y a la Gobernación.

“Nosotros creemos que si el cronograma se sostiene con el nivel de unidad que estamos proponiendo, pueden haber sorpresas muy interesantes para Cali y el Valle del Cauca, estamos en ese espíritu”, anotó Sierra.

En cada municipio, este movimiento realiza reuniones semanales y asambleas municipales, preparatorias para la asamblea departamental que será en septiembre.

“La tarea es que los equipos que están constituidos en los municipios serán ratificados en la asamblea departamental venidera, con estos equipos nos adentraremos en la formulación de unos programas de gobierno en cada municipio y para el departamento, con los ejes temáticos de la propuesta de la Colombia Humana”, afirma el exalcalde de Yumbo, Ferney Lozano, quien también hizo parte de la coordinación departamental de la Campaña de Gustavo Petro.

Así se preparan desde este lado de las fuerzas alternativas en el Valle del Cauca para no perder el terreno ganado en las elecciones presidenciales, con optimismo y entusiasmo, pero con calma.

Así lo expresa Jorge Iván Ospina: “no hay que precipitarse, hay que estar tranquilos, no hay que pensar que todo está atado a un permanente triunfo, esto se trata de un proceso, y los procesos pueden ser o no ser exitosos electoralmente en el 2019, lo que no significa que se esté perdiendo la capacidad de trabajo”.

Por parte del partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (Farc), según Luis Alberto Albán, mejor conocido como 'Marcos Calarcá', quien asumió por primera vez su curul como representante a la Cámara, aún no suenan nombres desde su partido, pero “pensamos que si logramos armar una fuerza representativa en el sector del centro izquierda, podemos aspirar legítimamente a diferentes responsabilidades en el departamento”.

Fuerzas tradicionales también barajan sus cartas

 

Los recientes resultados en el Valle, que no dejaron bien parados a los partidos tradicionales, serán el incentivo para que las estructuras políticas muevan sus fichas para sobreponerse a la derrota.

Christian Garcés, representante a Cámara por el Valle del Cauca y quien hizo parte de la dirección de la campaña de Duque en la región, está convencido de que el hecho de haber ganado la presidencia, tendrá una ventaja en las locales. Reconoce que los votos obtenidos por Petro obedecen a una “inconformidad que él logró capturar” pero piensa que estos se moverán distinto en el 2019.

Aunque Garcés aseguró que es muy prematuro hablar de nombres a la Alcaldía de Cali, se ha conocido que el concejal Roberto Rodríguez ya habría propuesto su nombre en el CD como precandidato. El exsenador Roberto Ortiz, ‘el chontico’, quien fue candidato a la Alcaldía de Cali en 2015, se postularía por firmas, pero recibiría el aval del Centro Democrático.

Por el lado de los conservadores se ha escuchado de la candidatura del ex representante a la Cámara Álvaro López Gil; mientras, los liberales apoyarían a Carlos Pinilla Malo, actual concejal de Cali.

Para la gobernación, la aspirante más fuerte será Clara Luz Roldán, exdirectora de Coldeportes, apoyada por el grupo político de Dilian Francisca Toro, quien trabaja para ganar respaldos.

Para este cargo tan codiciado, también se habla de la exministra de trabajo Griselda Yaneth Restrepo, quien se postularía por firmas y recibiría el aval de algunos liberales, conservadores y de Cambio Radical.

Mientras tanto en el Centro Democrático se concretaron las precandidaturas de la diputada Juana Eloísa Cataño y el diputado Julio César García.

En cuanto a las alianzas, parecen estar claras. El senador Motoa, dice que las fuerzas que estuvieron con Iván Duque tienen una “tendencia natural” a postular un candidato conjunto tanto para la Gobernación como para las principales alcaldías del departamento.

Así también, el exsenador liberal Edinson Delgado, cree que su partido debe “acompañar al nuevo Gobierno y unificarse en criterios, en propuestas para el Valle del Cauca, trabajar mancomunadamente para tener un buen desempeño en el 2019”.

Aunque se sabe que nada está dicho para las elecciones del próximo año y que ningún sector tiene puesto asegurado, pareciera que el trago amargo que dejaron los resultados de las presidenciales en el Valle para los políticos tradicionales, vino acompañado de un mensaje que debe ser leído por este sector.

Ritter López dice que la U debe “ponerse a tono y transformar el partido en un partido moderno, que sepa leer los intereses supremos de la ciudadanía”; el exgobernador Ubeimar Delgado asegura que los partidos tradicionales están “agónicos” porque “no le supieron dar respuesta a las urgencias sociales” y la izquierda ha aprovechado esos vacíos; Edinson Delgado, señala que el partido Liberal tiene que hacer primero una “catarsis” y una revisión interna para organizarse y salir de la crisis que atraviesa; Fernando Motoa piensa que su partido debe entender el mensaje si quieren “perdurar como fuerza política”.

Mientras tanto, las fuerzas alternativas en el Valle continuarán alentadas por la buena cosecha recogida este año y con la esperanza de obtener nuevos frutos en otros terrenos en la próxima temporada. Sin embargo, tendrán que vencer primero el miedo que hay entre sus líderes por el fantasma de la violencia que los asecha y que les está amargando las mieles de un éxito que podría ser transitorio.