Verdadero pero... Verdadero pero... Verdadero pero... Verdadero pero... Verdadero pero... Verdadero pero... Verdadero pero... Verdadero pero...
Verdadero pero...
El sábado pasado a través de WhatsApp nos llegó una cadena que decía “Peñalosa y la policía están persiguiendo a los vendedores ambulantes, y le están rociando Clorox a las empanadas que venden en las calles... Mientras tanto el gobierno nacional dizque brindabdo ayuda humanitaria a tros paises” (sic).
El texto iba a acompañado de un video que rápidamente se hizo viral en redes sociales. La exsenadora Claudia López, por ejemplo, fue una de las personas que lo compartió.
Difícil una hipocresía mayor!
— Claudia López (@ClaudiaLopez) 23 de febrero de 2019
Peñalosa y Duque pontifican ayuda humanitaria y solidaridad con venezolanos, pero le echan Policía Nacional y clorox a comida que venden colombianos humildes y trabajadores!
Dejen vivir y comer en paz en Colombia y Bogotá! pic.twitter.com/MxszQCrjyq
Colombiacheck consultó a la Alcaldía de Bogotá por la veracidad del video y nos remitió a la Secretaría de Salud y la Alcaldía Local de Suba; la primera por ser la entidad encargada de este tipo de operativos y la segunda porque en esa localidad fue donde ocurrieron los hechos.
Ambas entidades confirmaron los hechos y nos enviaron un comunicado de prensa.
Aclaración sobre procedimiento en operativo de recuperación de espacio público en Suba by Anonymous PlhYbUE on Scribd
El comunicado dice que el martes 19 de febrero de 2019 “la Alcaldía Local de Suba realizó un operativo de recuperación del espacio público entre las calles 182 y 174 con Autopista Norte, en el sentido occidental”.
También dice que durante el operativo “se encontró que un vehículo ambulante de venta de comida, contenía alimentos que no eran aptos para el consumo humano, según el concepto técnico que emitió la Secretaría de Salud que acompañó el procedimiento”, por lo cual procedieron a hacer la “desnaturalización del producto”; “nombre técnico que consiste en la desinfección del producto alimenticio que no se encuentra en condiciones salubres para el consumo humano”.
De acuerdo con el comunicado, este hecho se enmarca en la Ley 9 de 1979, “por la cual se dictan medidas sanitarias” y el Decreto 3518 de 2006 que en su artículo 50 se refiere a la “destrucción o desnaturalización de artículos o productos”.
Revisamos tanto la ley como el decreto mencionados y encontramos que la información contenida en ellos sí se corresponde con lo dicho por la Secretaría de Salud.
Por otro lado, consultamos a esta misma entidad sobre el concepto técnico emitido por la Secretaría de Salud que se menciona en el comunicado y las razones por las cuales se consideró que los alimentos “no eran aptos para el consumo humano”. Pero el jefe de prensa de la entidad nos dijo: “El único pronunciamiento que se dio sobre el tema es lo que se dijo a través del comunicado”, y que “el concepto técnico es que no eran aptas para el consumo humano”.
Finalmente, hablamos con Alexander Durán, exsecretario de salud de la Alcaldía de Cali (y precandidato a esta corporación) quien nos dijo que “este tipo de procedimientos es normal y hace parte de los protocolos de desactivación de alimentos perecederos”. Durán también dijo que el hipoclorito de sodio (principal componente del Clorox) se usa para que todo el tejido vegetal de los alimentos se vuelva un tejido estéril y no propicie enfermedades.
De acuerdo con Durán, cualquiera que tenga un negocio de comidas en Colombia debe tener un carné que tramita la Secretaría de Salud y que garantiza que se tiene un entrenamiento adecuado para manipular alimentos.
Y que por lo general, hechos el del video se realizan en el marco de operativos de recuperación del espacio público (algo que confirma el comunicado de la Alcaldía). Además que de antemano, las autoridades suponen que cuando los alimentos son expendidos en ventas callejeras y no hay cadena de frío ni las condiciones para procesar los alimentos (uso de tapabocas, gorro y guantes por parte de quien manipula la comida), estos pueden generar riesgo para quienes lo consuman.
Por lo cual, solicitan al vendedor el carné y en caso de no tenerlo proceden a la confiscación y ‘desnaturalización’ de los alimentos.