Jaime es Luis Alberto Mercado Quintero, un excombatiente de las Farc que nació en Valledupar y desde muy joven ingresó a las filas de la guerrilla. Hoy es uno de los pocos que aún mantiene la esperanza de una nueva vida y por ello se resiste y permanece en el caserío de Caño Indio, metido en la mitad de la selva del Catatumbo, una de las ETRC a donde las desaparecidas Farc concentraron a sus hombres que dejaron las armas. Tanto se puso Jaime la camiseta que se hizo cargo de las actividades deportivas y fue uno de los organizadores del torneo de fútbol entre habitantes de la vereda, ex miembros de las Farc y representantes de la Misión de verificación de la ONU, en el que participaron 22 desmovilizados. Su historia la cuenta el reportaje titulado “Relámpagos que buscan unir al Catatumbo”, una historia de reconciliación contada por Jorge Iván Gutiérrez.
Cerca de ahí, en Cúcuta, tres mujeres indígenas desplazadas han resistido la violencia y hoy buscan los caminos de bienestar para sus comunidades. Ellas son: Ana Karina, Yahaira Mora y Rosy Ruales. La historia de cada una de ellas es contada por Rafael Camperos en su crónica:“Las motilonas: mujeres de aguante y lucha”. Ana Karina, víctima del asesinato de su madre en plena calle del barrio “El Desierto” en Cúcuta, decidió vencer el amargo recuerdo de la muerte violenta de su progenitora, apostándole a lo que según ella es la única salida la violencia: la educación. Hoy en día Ana Karina es delegada ante la Asociación Municipal Comunal, y desde allí impulsa actividades para combatir el consumo de drogas en su sector. Por su parte, Yahaira quien ha sido desplazada dos veces y es madre cabeza de familia, fomenta desde 2003 actividades incluyentes como escuelas de deporte y cultura para su comunidad. Su trabajo se enfoca en los derechos de las víctimas. Rosy, víctima de violencia sexual, conoció a tantas mujeres que han sufrido de este flagelo, que decidió conformar una asociación legal de mujeres.
Al otro lado del país, en plena costa pacífica, Carlos Alberto Murillo, nos muestra en su audiovisual “Lo ancestral, la memoria y la resistencia, remedios de jóvenes contra la guerra”, como a través de huertas comunitarias, un centro de memoria histórica y el género de música rap, tres jóvenes quieren cambiar el imaginario de conflicto y guerra que actualmente se tiene de Tumaco. En cada una de las historias se muestran experiencias que nacen del conflicto armado.
Cada una de las iniciativas presentadas en este especial pretende mostrar como a través de procesos culturales y deportivos, líderes regionales, propenden alejar a jóvenes y a personas adultas de entornos violentos. Todo este esfuerzo, a partir de la confluencia de las voces de las víctimas y de los perpetradores, en un ejercicio de inclusión social y de contexto de vida. Los lectores podrán evidenciar que sí hay una nueva forma de contar el posacuerdo, con la mirada constructiva y dando voz a las personas que conociendo sus regiones y su situación, plantean respuestas.
Consejo de Redacción, International Media Support y Constructive Institute de Dinamarca, le apuestan a esta metodología diferente que pretende oxigenar el periodismo en este camino de transición. Este periodismo sensible al conflicto y constructivo busca dar luces en el camino de hacer memoria histórica y aportar hacia el futuro después de cincuenta años de conflicto armado que marcaron la forma de hacer periodismo.
Periodistas: Henry Leopoldo Ortiz, Wilter Hernando Cortés, Carlos Alberto Murillo, Lorena y José Luis, Jorge Iván Gutiérrez, Rafael Camperos y Victoria Sarmiento.
Editores: Oriana Garcés, Juliana Castellanos, Gloria Castrillón, Catalina Oquendo, Kevin García y Adolfo Ochoa. Coordinación editorial: Manuela Botero