Falso Falso Falso Falso Falso Falso Falso Falso
Falso
El senador aseguró que en Colombia hay 1,7 millones de consumidores de “narcóticos”, pero no hay cifras recientes al respecto y la última que se publicó, en 2013, los calculaba en 839 mil personas.
El senador del Centro Democrático, Álvaro Uribe Vélez, aseguró en su cuenta de Twitter que en Colombia hay 1,7 millones de consumidores de narcóticos.
Colombia tiene 1,7 millones de consumidores de narcóticos, grave riesgo para las familias y las nuevas generaciones, razón superior para derrotar el narcoterrorismo
— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) 1 de junio de 2019
Le preguntamos a su equipo de prensa en qué fuente se basa la cifra y nos dijeron que el senador recibió esa información del Gobierno, pero no nos especificaron la fuente a pesar de que insistimos en conocerla.
Dos expertos consultados por Colombiacheck coincidieron en que no entienden de dónde pudo haber sacado la cifra el senador del Centro Democrático, pues en última medición, de hace seis años, esta población consumidora de drogas ilícitas se calculaba en 839 mil personas.
Debido, precisamente, a que no hay cifras actualizadas, y a que la publicada por Uribe no coincide con la de la última medición realizada por el Observatorio de Drogas de Colombia, del Ministerio de Justicia, Colombiacheck califica la frase como falsa.
El más reciente Estudio Nacional de Consumo de Sustancias Psicoactivas en Colombia, que se realizó en 2013, encontró que “el uso reciente o en el último año de alguna droga ilícita fue reportado por el 3.6% de los encuestados, lo que equivale a unas 839 mil personas”.
Por temas presupuestales y decisiones políticas, los estudios de consumo presentan problemas de periodicidad y cobertura. La última vez se realizó el Estudio Nacional de Consumo de Sustancias Psicoactivas fue en 2013. Sí, en 2013. Desde entonces no contamos con información.
— Juan Carlos Garzón (@JCGarzonVergara) 7 de junio de 2019
El estudio corresponde a una encuesta realizada en hogares en población general de 12 a 65 años, residentes en todos los municipios del país con más de 30.000 habitantes en el área urbana. Se encuestó a un total de 32.605 personas.
Orlando Scopetta, consultor y asesor en asuntos sociales y de salud pública, aclaró que aunque en el trino el senador usa la palabra narcóticos, esa no es la denominación más apropiada porque la narcosis está asociada al sueño, por lo tanto habría que hablar de drogas cuyo uso es ilegal en el país.
Sobre la periodicidad de la medición, Scopetta explicó que se definió técnicamente que una periodicidad apropiada para estos estudios debería ser de aproximadamente cuatro años “porque el costo es muy alto, la metodología es muy exigente y difícil de hacer en el país porque hay cierta renuencia a responder con las encuestas”.
Scopetta recordó que también se hacen el Estudio Nacional de Consumo de Sustancias Psicoactivas en Población Escolar, que se debe hacer cada dos años, y el Estudio de Consumo en Población Universitaria. “Cuando se está haciendo el Estudio de sustancias psicoactivas en población escolar, el último se hizo en 2016, los recursos, que son escasos para este tipo de estudios, se destinan a uno o a otro y además el equipo técnico y humano encargado de hacer estos estudios, también está comprometido en un estudio o en el otro”, resaltó el experto.
Scopetta concluyó que hacer el estudio de consumo anualmente sería muy costoso para el país y tal vez no nos daría información tan útil.
Pablo Zuleta, director del área de consumo de sustancias psicoactivas del Centro de Estudios sobre Seguridad y Drogas, Cesed, de la Universidad de Los Andes, coincidió con Scopetta en que en una encuesta de esa naturaleza el valor que podría ser razonable para calcular el consumo actual sería solamente si se considerara ese consumo durante el último mes. Scopetta agregó que en su defecto, el último año.
Zuleta indicó además, que si se va a hacer una consideración sobre un consumo nuevo o reciente que haya aumentado, tiene que haber un parámetro comparativo.
Sobre la falta de cifras actualizadas, Zuleta indicó que es un problema estructural de los procesos de evaluación del consumo por varias razones “una es que el corte que hacen las encuestas de hogares no son buenos en la medida en que solamente están preguntando a una población posiblemente representativa, pero escasa en la medida en que solo preguntan por los usos en ciertos periodos de tiempo que son muy largos, entonces uno con esas cifras no puede evaluar si hay un consumo problemático en la población consultada”, señaló.
Según Zuleta, los consumos problemáticos que podrían estar arrojando la información son aquellos que se registran en el sistema nacional de salud en los hospitales públicos y privados a través del reporte de las estadísticas de atención de consumo, que es finalmente lo que implicó la atención en servicios, lo que arrojaría qué porcentaje de personas tendrían consumos problemáticos y que por lo tanto necesitarían atención, pero indicó que en esas cifras apenas se está trabajando.
El profesor de Los Andes concluyó que hace falta un trabajo continuo, consistente y metodológicamente bien establecido de mediciones de consumo de droga en el país.