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Verdadero pero...
“El aire de Bogotá ha mejorado significativamente durante los últimos 10 años”, aseguró esta semana en una entrevista en RCN Radio la secretaria de ambiente de Bogotá, Carolina Urrutia Vásquez, a raíz de la protesta que camioneros realizaron en Bogotá por la restricción para la circulación de camiones con más de 20 años de uso, medida que pretende disminuir la contaminación del aire en la ciudad.
Colombiacheck califica la afirmación como “verdadera, pero” porque, aunque las cifras y los expertos muestran una mejoría general del aire en la ciudad en los últimos 10 años, hay dudas sobre el material particulado PM 2,5, que es el más dañino.
En la Secretaría de Ambiente de Bogotá le dijeron a Colombiacheck que Urrutia se basó en los datos del monitoreo continuo que realizan las estaciones de la Red de Monitoreo de Calidad del Aire de Bogotá. Esos datos muestran que entre 2009 y 2019 se registró una disminución en la concentración promedio anual del 40 por ciento para PM10 y del 36 por ciento para el PM2,5, según la Secretaría.
PM es la sigla en inglés de material particulado. Este indicador está dividido por tamaños para establecer qué tan profundo en el cuerpo humano penetra las partículas a través de la respiración. “Una partícula de PM10 llega a las vías respiratorias principales, pero una de PM2,5 puede llegar hasta los pulmones. Estas partículas que llegan más profundo son las más peligrosas”, explicó Juan Pablo Orjuela, de la Mesa Ciudadana por la Calidad del Aire de Bogotá, en el programa Zona Franca en febrero de 2019, cuando se vivió una emergencia ambiental por mala calidad del aire en Bogotá.
Indicadores de Bogotá Cómo Vamos (basados en datos de la Secretaría de Ambiente) muestran que el nivel de concentración media anual de material particulado PM10 bajó de 67 microgramos por metro cúbico de aire en 2008 a 39 en 2018, es decir, un 42 por ciento. Para el caso del PM 2,5 el informe de Bogotá Cómo Vamos aclara que la medición antes del 2014 se realizaba solamente en cinco estaciones de monitoreo y por la tanto la información no es comparable. Los datos muestran una reducción del 26 por ciento del nivel de concentración media anual de PM 2,5 de 23 microgramos por metro cúbico de aire en 2014 a 17 en 2018.
“A pesar de la disminución de PM10 y PM2,5, la ciudad aún está lejos de cumplir con los estándares mínimos establecidos por la OMS (Organización Mundial de la Salud)", apunta Bogotá Cómo Vamos.
Néstor Rojas, Coordinador del Grupo de calidad del aire de la Universidad Nacional, explicó que los datos de la red de monitoreo muestran que efectivamente ha habido una disminución en la contaminación por material particulado. Sin embargo, anotó que la tendencia es clara en el caso del PM10, pero no el del PM2,5, debido a que el número de estaciones que miden PM2,5 no ha sido constante en el tiempo y el periodo de medición de este contaminante ha sido corto en comparación con el de PM10.
Rojas concluyó que hay que bajar los niveles de contaminación a la mitad de lo que están actualmente para cumplir con los estándares internacionales fijados por la Organización Mundial de la Salud, OMS, y reducirlos aproximadamente en una cuarta parte para cumplir los niveles establecidos por la resolución 2254 de 2017 para 2030. “Lo que se ve es que sí hay una tendencia a la disminución de la contaminación por material particulado. Posiblemente alcanzaremos los niveles establecidos para Colombia en 2030, en promedio de ciudad, pero llegar a las recomendaciones de la OMS va a ser más difícil. Será aún más difícil cumplir estos niveles en las estaciones que registran las concentraciones más altas, al suroccidente de la ciudad”.
Orjuela coincidió con Rojas en que la concentración de PM10 ha bajado en los últimos 10 años, pero para él, la de PM2,5 se ha mantenido más bien estable y también indica que los datos recolectados de ese material particulado en particular no son consistentes, por lo que no se puede comparar.
También indicó Orjuela que la Red de Monitoreo de calidad del aire de Bogotá, que mide las concentraciones de contaminantes en el aire ambiente, tiene buenos equipos y en general funciona bien, aunque tiene aspectos por afinar. Además, aseguró que en el país hace falta medir las emisiones que salen por los tubos de escape de las fuentes móviles como los carros y la exposición de las personas al material particulado.