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Falso
Con todo un repertorio de falsedades han intentado desacreditar el trabajo de la Comisión de la Verdad. Ahora cuentas anónimas se han sumado a esos ataques por medio de la publicación de imágenes en las que señalan al sacerdote Francisco de Roux, presidente de la entidad, de no escuchar a supuestas víctimas de violencia sexual por parte de las Farc. Una foto tomada por el reputado fotorreportero colombiano Jesús Abad Colorado ha sido utilizada con esos fines.
El pasado 31 de julio la cuenta en Twitter @Macapu1963 compartió una fotografía en la que se ve a una adolescente sosteniendo un fusil y de fondo un aviso que rezaba “No maltrate a los niños son el futuro FARC-EP”. Sobre la foto estaba consignada la siguiente información: “Lo que ocultó el cura de Roux con su informe en la “Omisión de la verdad” y a renglón seguido: “la niña Natalia Osorio fue reclutada a los 11 años. Convertida en esclava sexual y sometida a todas las aberraciones fue violada por 5 años y para los Quince, le hicieron una orgía con 2 secuestradores. Fue asesinada, amarrada a un palo a los 16, porque en su desespero le tiró un plato de comida al comandante. Desesperada quería que la mataran, eso expresó una compañera de infortunio” (sic).
Para la fecha de la publicación de este artículo, el trino se acercaba a los 1.000 retweets y a los 755 me gusta. Además, otros usuarios anónimos de redes volvieron a trinarla, como este ejemplo del 2 de agosto que tuvo más de 60 retuits.
En esta ocasión usan la misma pieza gráfica, con la afirmación de que “ESTO ES LO QUE OCULTÓ EL SEPULCRO BLANQUEADO DE FRANCISCO DE ROUX”.
Les escribimos a las personas que administran las cuentas para saber de dónde sacaron la imagen y para conocer más información sobre la historia de la supuesta víctima. Sin embargo, no recibimos respuesta.
Así que hicimos una búsqueda invertida de la imagen en varios buscadores. Encontramos una publicación, del 22 de marzo de 2018, de una foto de la misma adolescente en la cuenta de la Corporación Rosa Blanca, una organización que aglutina a mujeres víctimas de las Farc, sin embargo, en esa ocasión, tenía una información diferente a la que dieron las cuentas anónimas.
Dicha fotografía, en color, estaba acompañada de la siguiente información: “Niña indígena reclutada a los 11 años por las Farc fue violada y sometida a abortos forzados. Escapó y llegó a su comunidad donde fue rachazada y entregada de nuevo a las Farc. Victimizada por las Farc y revictimizada por su pueblo indígena. Hoy está en la clandestinidad” (sic).
Para establecer de dónde salió la información de Rosa Blanca nos comunicamos con su representante legal, Bertha Suárez. “Miramos en el registro como tal y en todo lo que va para la JEP (Jurisdicción Especial para la Paz), de esa persona no conocemos el nombre y esa foto no aparece en los registros. O sea, no hay nada”, admitió Suárez.
Ella aseguró que hizo algunas averiguaciones con personas que pertenecen a comunidades indígenas del Cauca, pero que también le dijeron desconocer la identidad y la historia de la niña retratada. Al no poder dar cuenta de la veracidad de la historia, la Corporación decidió eliminar el trino del 22 de marzo del 2018. “No hay registro de ella para la Corporación, entonces tomamos la determinación de que la eliminamos”, lo que ocurrió el pasado 23 de agosto, enfatizó Suárez.
Las explicaciones de Suárez continuaron: “A veces uno comete fallas, o sea, errores, pero no porque quiere... O sea, ahí miramos esa foto con los dos abogados y todo. Bueno, tal vez, se puso, por ejemplo, porque acuérdese que en la parte de la población indígena ha sufrido terriblemente el abuso sexual y el reclutamiento de menores, entonces allí se puso, tal vez, la foto debido a que "mire, mire lo que pasa con las niñas indígenas", tal vez la pusieron de esa manera”.
En Colombiacheck contactamos al fotorreportero Jesús Abad Colorado quien nos contó la historia de esas fotografías, que han sido icónicas en Colombia para retratar el reclutamiento de niños, niñas y adolescentes a las Farc. El fotógrafo relató que tomó la foto en julio de 2000 en la vía que comunica a San Vicente del Caguán (Caquetá) con el aeropuerto de ese mismo municipio.
“Haz de cuenta que están haciendo movimientos sobre la vía, en un momento determinado esa niña terminó parada ahí y tomé esta fotografía”, nos dijo Colorado.
Además, explicó que hay unas fotos en blanco y negro (la que utilizan las cuentas anónimas de Twitter) y otras a color (la que utilizó la Corporación Rosa Blanca) porque él llevaba dos cámaras distintas para trabajar en ambas técnicas. Las fotos fueron tomadas con pocos minutos de diferencia.
Incluso, el fotógrafo recuerda que cuando él llevó esa foto al diario El Colombiano, no se la quisieron publicar en un primer momento por supuestamente hacer apología. “Yo les dije que era todo lo contrario, que jamás se podía hablar de futuro cuando esos niños estaban armados”, relató. Por eso, la fotografía, que ha sido retomada por medios como la BBC, fue publicada unos años después.
La fotografía también apareció en esta galería del diario el Tiempo, que fue publicada el 24 de julio de 2013 en el perfil de Facebook del diario capitalino, en donde le atribuyen la autoría a Jesús Abad Colorado.
Colorado aclaró que él no conoció detalles sobre la identidad de la adolescente de la foto. “Yo de la niña no te podría decir, pero a veces juegan con eso. Con esa fotografía, para que tú sepas, han jugado y a veces han hecho montajes”, precisó. Recordó que una vez la fotografía fue manipulada y el letrero de las Farc fue sustituido por uno de una campaña política para intentar vincular a esa campaña con el grupo armado.
“Ojalá yo pudiera rastrear qué pasó con esa niña para uno poder dialogar y saber realmente su nombre y su historia de vida porque las fotografías pueden ser sujetas de manipulación en la izquierda o en la derecha”, enfatizó Colorado.
“Tranquilamente están acomodando un relato para jugar con el prestigio de la Comisión de la Verdad”, opinó el fotógrafo sobre la publicación de las cuentas anónimas.
También consultamos a excombatientes de las Farc, ninguno dio razón de la identidad de la niña. “La foto es real, de la época de la zona de distensión del Caguán. La historia es falsa, que más bien las cuentas que replican ese tipo de mensajes muestren pruebas sobre qué bases está sustentada esa historia”, nos dijo Carlos Antonio Lozada, que tuvo puestos de comandancia en el Bloque Oriental de esa guerrilla.
Una de las conclusiones que se podría desprender de la publicación de las cuentas anónimas es que la CEV no incluyó testimonios de víctimas de violencia sexual por parte de las Farc. Sin embargo, eso también es falso.
El informe Mi cuerpo es la Verdad expuso los delitos sexuales cometidos por las Farc: “Con base en los testimonios recogidos por la Comisión, la mayoría de los hechos perpetrados por las FARC-EP ocurrió en los departamentos de Cauca, Antioquia, Valle del Cauca, Sucre y Nariño. Cometieron crímenes como violación, acoso sexual, obligar a las personas a presenciar actos sexuales forzados y esclavitud sexual”. “Las adolescentes entre los 12 y 17 años fueron las más violentadas, seguidas por las jóvenes entre 18 y 28 años”, concluye el documento.
En el mismo informe hay testimonios de víctimas de las Farc pertenecientes a la comunidad LGBTIQ+. Este es el de una mujer trans en Garzón (Huila): “Me pegaban, y mientras uno me ponía a que lo felara, el otro me penetraba, así, sin protección ni nada. A raíz de eso quedé con herpes; siempre he estado en tratamiento. También me dio sífilis y me toca reactivar el tratamiento cada diez años, porque eso no se quita. Cuando uno de ellos fue a eyacular, me hizo tomar el semen… O sea, cosas terribles, terribles”.
Las historias que difundieron la Corporación Rosa Blanca y tuiteros anónimos son falsas. La acción de los segundos estaba orientada a afectar la credibilidad de la Comisión de la Verdad, pero una revisión rápida de los informes que ha publicado esa entidad da cuenta que no se omitió la violencia sexual y que, por el contrario, la evidencia de esas prácticas por parte de las FARC constituye una parte importante de la investigación.
Así que tras estas evidencias y análisis concluimos que la historia que contiene la pieza gráfica que circula en redes sociales y que usa la fotografía de una guerrillera tomada por el fotorreportero, Jesús Abad Colorado, en el año 2000 es falsa.
(*) Este texto hace parte del proyecto Memorias del Conflicto que verifica la desinformación que circula en redes sociales sobre el Informe Final de la Comisión de la Verdad y es financiado por el Centro Internacional de Justicia Transicional y la Embajada de Noruega en Colombia.