Verdadero pero... Verdadero pero... Verdadero pero... Verdadero pero... Verdadero pero... Verdadero pero... Verdadero pero... Verdadero pero...
Verdadero pero...
La lengua es un organismo vivo y son sus hablantes los que la mantienen viva y la transforman. La sentencia con uno u otro cambio y a la que ya es difícil rastrearle el autor o autora original, ha sido ya tan repetida que cada que surge una nueva palabra, la frase vuelve a tomar vigencia.
Así podríamos describir lo que ha pasado en el último año, tras la aparición del virus del Sars-Cov-2, causante de la enfermedad del COVID-19 y que ha derivado, entre otras miles de cosas, en el surgimiento de nuevas palabras.
Más recientemente, se ha hecho viral la aparición de la palabra “Covidiota” en el Diccionario histórico de la lengua española de la Real Academia Española que la registró recientemente y que esta publicación de Facebook popularizó, al asegurar que “según la Institución, se puede utilizar ‘Covidiota’ para definir a la persona que se niega a cumplir las normas sanitarias dictadas para evitar el contagio de la Covid".
La información de la supuesta aceptación de la RAE de la palabra covidiota también ha sido compartida en memes a propósito de las marchas del 28 de abril de 2021 contra la reforma laboral (1, 2, 3).
Y aunque si bien es parcialmente cierto lo que afirma la publicación en mención, el diccionario que registra la palabra “covidiota” cumple una “función de análisis descriptivo y sincrónico de la lengua, como una foto de la actualidad del idioma”, según explicó a Colombiacheck la profesora Lirian Astrid Ciro, docente del departamento de Lingüística y Filología de la Universidad del Valle, doctora en humanidades y con maestría en lexicografía hispánica.
De acuerdo con la docente, “este diccionario histórico registra palabras como ‘covidiota’ o ‘coronabebé’ porque ha encontrado su uso en la prensa, pero esto no quiere decir que sean palabras que terminen como por establecerse en el idioma y que efectivamente pasen al diccionario de la lengua española. De hecho en esta palabra en particular no parece estar extendida en todo el ámbito hispánico, pues los ejemplos que aparecen en la descripción del Diccionario histórico son más de la prensa de España que de América Latina”.
El Diccionario histórico de la lengua española es, de acuerdo con la RAE, “un diccionario nativo digital que persigue describir en su integridad (en el eje diatópico, diastrático y cronológico) la historia del léxico de la lengua española. Una característica definitoria de este repertorio radica en su voluntad de analizar la historia del léxico en una perspectiva relacional, atendiendo a los vínculos etimológicos, morfológicos y semánticos que se establecen entre las palabras”.
Por su parte, el Diccionario de la lengua española “es el resultado de la colaboración de todas las academias, cuyo propósito es recoger el léxico general utilizado en España y en los países hispánicos. Se dirige, fundamentalmente, a hablantes cuya lengua materna es el español, quienes encontrarán en él recursos suficientes para descifrar textos escritos y orales”, según describe la RAE en esta entrada en su página web.
Para Pablo González, doctor en lingüística de la Universidad de la Ciudad Nueva York (The City University of New York - CUNY), “la RAE es un ente prescriptivo, es decir, la persona que hace las reglas, en este caso, es la que permite que algo entre a la lengua. Pero la Academia dicta unas normas de lo que ella considera lo que es el español correcto, pero el español es el que hablamos todos”.
Agrega González que “si la palabra está siendo usada es parte del español, si no está siendo usada, pues no sería parte del idioma. Entender la lengua así, como la que la gente usa y no la que la academia dicta o la que está en los libros es una visión descriptiva de la lengua y entonces desde ese punto de vista si la palabra se está usando, existe. Y ya la otra parte descriptiva es entender en dónde se está usando y de dónde viene”.
En relación con la publicación objeto de este chequeo, asegura González que “lo que dice ese post de Facebook es que ‘se puede utilizar’ tal palabra para definir tal cosa y así no funciona la lengua. La gente usa primero las palabras y la RAE eventualmente dirá que la gente está usando esta palabra o se ha observado, en este caso, el uso de la misma”.
En este caso, el de la palabra “covidiota” el Diccionario histórico recoge su etimología como un ‘calco’, así: “Etim. Calco estructural del inglés covidiot, voz atestiguada en esta lengua desde 2020 en la prensa, y consignada ya en el Oxford Advanced Learner's Dictionary (2020); y esta, a su vez, de covid e idiot”.
Un “calco” se entiende como una palabra que se adapta de otro idioma, o como lo describe esta nota de BBC Mundo, “el calco también se basa en un extranjerismo, con la diferencia de que se descompone la palabra y se traducen sus componentes. Por ejemplo, el inglés interview se tradujo en entrevista, de entre: inter y vista: view. Aunque también sufrió un proceso de adaptación a interviú”.
Por otra parte, el proceso para que finalmente los neologismos sean incorporados al Diccionario de la lengua española es mucho más lento y largo, de acuerdo con la profesora Ciro.
“Puede que esta palabra ‘covidiota’ termine por no aceptarse como un término representativo de todo el ámbito hispánico y no llegue al Diccionario de la lengua española. Pero ese es un proceso bastante largo que pasa por el Instituto de Lexicografía de la RAE que recoge los usos de las palabras y luego eso pasa por el pleno de las 22 academias de la lengua española que hacen un estudio muy detallado de las palabra para decidir si aceptarla e incorporarla”.
El proceso que describe la profesora Ciro, en detalle lo explica este artículo de la RAE, en el que se relata que “el Pleno de los académicos es el órgano encargado de tomar las decisiones que afectan al Diccionario. Para poder mantener al día su repertorio, el Pleno académico cuenta con la ayuda del Instituto de Lexicografía y de diversas comisiones”.
Y finalmente, describe el artículo de la RAE:
“Las comisiones académicas elaboran las propuestas de adición, supresión o enmienda que posteriormente examinará el Pleno para decidir sobre su aprobación. El Instituto de Lexicografía prepara los materiales que se discuten en comisión y documenta las propuestas. Una vez estudiadas por las comisiones y el Pleno, las propuestas pasan a consulta de las academias americanas que propondrán sus observaciones para que la modificación pueda ser aprobada definitivamente”.
Así que tras estas evidencias y consultas con expertos calificamos la publicación de Facebook relativa a la aprobación de la palabra ‘covidiota’ como verdadero, pero, pues aunque su acepción está registrada en el Diccionario histórico de la lengua española, le hace falta el contexto que explica el proceso para que finalmente una palabra se incorpore al Diccionario de la lengua española, lo que en este caso no ha ocurrido y puede que no llegue a ocurrir.