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Chequeo Múltiple
Juan Carlos Suaza Móvil, el último de los nueve alcaldes que tuvo Riohacha desde 2016, dijo en la campaña para las elecciones atípicas del 2 de diciembre de 2018 que haría “en un año lo que no se pudo hacer en tres” por el déficit administrativo y la ingobernabilidad que había sufrido la capital de La Guajira en este periodo, pues el anterior titular del cargo, Fabio Velásquez, fue destituido e inhabilitado por la Procuraduría.
Dos de las prioridades del nuevo mandatario distrital, según contó el diario El Heraldo cuando resultó ganador, serían “recuperar la autonomía en los servicios de agua potable” y destrabar la construcción de la laguna de oxidación para la ciudad. Pero lo primero, que intentó por medio del cambio del operador de acueducto, se le embolató en el camino y lo segundo no tuvo ningún avance concreto.
Dentro de las propuestas banderas que presentaba Suaza Móvil, se encontraba el cambio del operador de acueducto y alcantarillado, que hoy es Avanzadas Soluciones de Acueducto y Alcantarillado (ASAA). Según el alcalde, era necesario buscar otra empresa por la terminación del contrato en 2020 y los escándalos de sus dueños, el investigado grupo español Inassa al que también le pertenecen Triple A en Barranquilla y Metroagua en Santa Marta.
Esta fue una de las primeras proposiciones expuestas por su breve administración ante el Concejo, que le dio facultades al mandatario, primero, para conseguir una nueva contratista del servicio de acueducto y alcantarillado; luego, para crear una empresa pública con ese propósito. Pero el proceso “se echó para atrás”, reconoció el secretario de Obras de la ciudad, Samir Ospino.
Esto se debió a conceptos de los entes de control y la interposición de una demanda por parte de ASAA. La Procuraduría alertó que el trámite del acuerdo en el cabildo estuvo viciado. Además, el nuevo contrato habría implicado comprometer vigencias futuras en el último año de mandato (el único) de Suaza y en plena vigencia de la Ley de Garantías por las elecciones regionales de este año.
“Dieron unas directrices y preferimos dejar las cosas así, darles la razón. La decisión quedó para el próximo alcalde”, le dijo a Colombiacheck el mandatario saliente.
La laguna de oxidación de Riohacha lleva cerca de 18 años en proceso de construcción, por un conflicto con y entre las comunidades indígenas en el territorio en el que ha tenido que intervenir el Ministerio del Interior. Suaza anunció que su “prioridad” sería darle solución a ese estancamiento, pero no obtuvo resultados.
Ahora, el alcalde dice que, ante la problemática y al no llegar a un acuerdo con la comunidad wayúu, buscó otras opciones para el tratamiento de aguas residuales. “Se fueron extendiendo los tiempos y no se dieron los acuerdos”, explicó. Según él, hubo un avance en el estudio de nuevas posibilidades por medio de la Universidad de La Guajira.
El mandatario sí tuvo una reunión con el rector de la institución, Carlos Arturo Robles, y docentes expertos en el tema para analizar el problema. Pero esto no implica ningún avance concreto. Los estudios al respecto que se encuentran en el repositorio de la universidad existen desde 2016.
Además, la intervención del sector por parte del Gobierno Nacional no le permite al Distrito disponer y ordenar los gastos para esta obra. Incluso hubo también una reunión con el viceministro de Agua, José Luis Acero, en enero que terminó “en veremos”.