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Falso
A comienzos de enero los portales Alex News, Es Caracas y Que Pasa en Venezuela publicaron notas denunciando que “EE.UU. manda fuerte Ultimátum a Nicolas Maduro” (sic) o que “EE.UU. promete intervención si tocan a Guaidó”. Además, Es Caracas dijo que “Estas declaraciones salieron a la luz, luego de el acto ilegal que se vivio este 5 de Enero en la Asamblea Nacional” (sic).
Estas páginas tomaron un video publicado el 5 de enero por las cuentas de YouTube Wender Enrique Sin Limite y Sin límite Wender Enrique, con 108.000 y 46.700 suscriptores respectivamente. Aquí los títulos sólo decían “Si tocan a Juan Guaido habrá intervención militar sin duda alguna” (sic) e “Intervención militar en Venezuela si tocan a Juan Guaido” (sic) sin dar a entender que la información viniera de fuentes oficiales como en los portales.
En el video se ve a William Brownfield, exembajador de Estados Unidos en Venezuela (2004-2007) y en Colombia (2007 y 2010), aunque en las imágenes no aparece este crédito. En el video, Brownfield dice en español:
“Si el régimen de Nicolás Maduro, si atenta en contra de la persona de Juan Guaidó habrán consecuencias. Y definitivamente está incluido en eso la opción militar. Que no haya duda alguna sobre eso. Unilateral, multilateral, con otros países del hemisferio, con el apoyo o sin el apoyo de organizaciones internacionales creo que el gobierno de los Estados Unidos ha sido muy explícito en eso. Hay soldados, o aviadores, sentados en algunas oficinas en, por ejemplo, en el estado de Arizona en los Estados Unidos, que con un aprete de un botón puede lanzar algo, municiones de precisión, que pueden llegar a su blanco que puede ser tres o cuatro mil kilómetros lejos, a su blanco con certeza dentro de tres metros”.
Al mirar con detenimiento el video encontramos que hay un corte en el segundo 34, justo antes de que el exembajador empiece a hablar de los misiles de rango medio. Esto hace dudar si el comentario sobre los misiles que pueden ser lanzados desde Arizona a blancos a 3.000 o 4.000 kilómetros de distancia se refería a Venezuela (que queda a casi 5.200 kilómetros de Arizona).
En realidad, el video es una versión recortada de una entrevista que le hizo la periodista venezolana Carla Angola a Brownfield. Angola publicó la entrevista en su cuenta de Instagram el 2 de mayo de 2019 diciendo que había sido grabada el día anterior. El video fue grabado en un estudio prestado por el Center for Strategic & International Studies, o CSIS, un centro de pensamiento donde Brownfield es actualmente asesor sénior no residente del programa de las Américas.
La versión editada fue publicada por primera vez en Twitter (según pudimos encontrar gracias a la herramienta Invid) el 3 de mayo de 2019.
Brownfield fue nombrado en 2011 Secretario de Estado adjunto para Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley y anunció su retiro de este puesto en agosto de 2017. De manera que en el momento que fue grabado el video no era un funcionario público ni un portavoz oficial del gobierno de los Estados Unidos. Y la entrevista se grabó mucho antes del más reciente desencuentro de Juan Guaidó con el gobierno de Nicolás Maduro del 5 de enero, por lo tanto sus respuestas no pudieron ser en referencia a esos eventos.
Brownfield empieza la entrevista diciendo: “Creo que nosotros hemos aprendido algunas lecciones de lo que sí produce resultados positivos y lo que no produce resultados positivos y coincidimos con cada uno cien por ciento de los presidentes y los gobiernos del hemisferio que dicen que ese tipo de acción militar, una invasión, sería negativa. Pero no es la única manera de la opción militar.”
Luego da como ejemplos un bloqueo naval, ciber ataques para “eliminar la capacidad de comando y control de fuerzas armadas y de seguridad”, misiles lanzados desde Arizona a blancos precisos (lo que sale en la segunda parte del video editado) y zonas de seguridad para desplazados internos para distribuir ayuda humanitaria.
Luego Brownfield dice: “Mi consejo a mi propio gobierno es que ya que ellos han dicho, claramente, específicamente, honestamente y transparentemente y públicamente que si el régimen de Nicolás Maduro, si atenta en contra de la persona de Juan Guaidó habrán consecuencias. Y definitivamente está incluido en eso la opción militar”
De manera que es claro que la amenaza de que habrá consecuencias viene en este caso de Brownfield (quien ya no es un funcionario del gobierno estadounidense) y no directamente del gobierno.
Unas semanas antes de la entrevista con Angola, el periodista Max Blumenthal publicó en su portal TheGrayZone.com que el 10 de abril de 2019 el CSIS organizó un evento privado con el título “Evaluando el uso de fuerza militar en Venezuela” en el que participó Brownfield, además de funcionarios del gobierno de Donald Trump del Departamento de Estado, de la agencia de cooperación USAID y de la OEA, representantes del gobierno a la sombra de Juan Guaidó y de la Asamblea Nacional venezolana, altos oficiales de las embajadas de Colombia y Brasil en Washington y el almirante Kurt Tidd (quien de 2015 a 2018 fue comandante del Comando Sur del Departamento de Defensa, la sección que se encarga de la cooperación en seguridad con Suramérica, América Central y el Caribe).
Es posible que el exembajador se refiriera a lo que se había dicho en esa reunión cuando aseguró que el “gobierno de los Estados Unidos ha sido muy explícito” en que si el gobierno de Maduro atenta contra Guaidó habría consecuencias militares. Porque en realidad el gobierno sí ha apoyado a Juan Guaidó, pero no ha sido explícito en hablar de consecuencias militares si algo le pasa.
Lo más cercano a una advertencia pública vino de John Bolton, asesor presidencial de seguridad nacional de abril de 2018 a septiembre de 2019 y conocido por ser de línea dura militarista, que el 29 de enero de 2019 publicó en Twitter el advirtiendo que “habrá serias consecuencias para quienes intenten subvertir la democracia y hacerle daño a Guaidó”, pero no especificó si las consecuencias serían de tipo militar.
Luego en febrero, durante un mitin de campaña, Trump advirtió a las Fuerzas Armadas Venezolanas no hacerle daño a Guaidó ni a otros políticos de oposición, pero no mencionó la posibilidad de una intervención militar. En septiembre, después de despedir a Bolton, dijo en Twitter que su posición sobre Venezuela es más dura que la de Bolton, sin explicar en qué sentido.
La realidad es que el gobierno de Trump siempre ha sido ambiguo sobre la posibilidad de un ataque militar a Venezuela. En marzo de 2019, Elliott Abrams, enviado especial para Venezuela de Trump, reveló que los Estados Unidos no utilizaría la fuerza en Venezuela a no ser que el gobierno haga algo “completamente loco”, como atacar su embajada en Caracas. Además, dijo que, al no desechar públicamente la posibilidad de una intervención militar, el gobierno de Estados Unidos solo estaba tratando de “poner nerviosas a las fuerzas armadas venezolanas”. Abrams pensó que estaba hablando confidencialmente con un alto funcionario suizo pero en realidad se trataba de una “pega” de unos comediantes rusos.
Recientemente, en una rueda de prensa el 9 de enero, Trump dijo que no planeaba cambiar la estrategia de su gobierno frente a Venezuela cuando un periodista le preguntó si “estaba preparado para hacer algo más”.
En conclusión, encontramos que las noticias de que los Estados Unidos mandaron un “fuerte ultimátum” o “prometieron intervención” si Maduro atentaba contra Guaidó son falsas porque Brownfield no es un portavoz del gobierno y el video donde da esas declaraciones fue alterado para hacer parecer que sus amenazas son más fuertes de lo que realmente fueron. Y además porque el gobierno de Estados Unidos no ha sido explícito sobre la posibilidad de una intervención militar a Venezuela y más bien ha sido bastante ambiguo al respecto.