El pasado 7 de octubre, el blog Noticias Apartadó publicó una nota en la que aseguró que Héctor Rangel, candidato a la alcaldía del municipio de Apartadó, Antioquia, por el Partido Liberal había sido diagnosticado con “un leve retraso mental” por la “Asociación de Psiquiatría y Psicología de Urabá”, la cual, además “dictamino rasgos psicopáticos” (sic).

Sin embargo, la Asociación de Psiquiatría y Psicología de Urabá no existe. La única mención que existe a ella en internet es la de esta nota de Noticias Apartadó.

Además, consultamos con Osmán Josué Perea, psicólogo de la Universidad de Antioquia con especialidad en neuropsicología de la Universidad San Buenaventura de Medellín, quien nos confirmó que esta supuesta asociación no existe.

Perea, quien trabaja actualmente en el Servicio Nacional de Aprendizaje SENA de Apartadó, también aclaró que en la psicología no se usa el término “retraso mental” y, en cambio, se habla de “discapacidad intelectual”. Esto se define como, una serie de limitaciones en las habilidades que la persona aprende para funcionar en su vida diaria y que le permiten responder ante distintas situaciones y lugares.

Por otra parte, una discapacidad intelectual no sería impedimento para ser alcalde. Los únicos requisitos para aspirar a este cargo están especificados en el Artículo 86 de la Ley 136 de 1994:

“Para ser elegido alcalde se requiere ser ciudadano colombiano en ejercicio y haber nacido o ser residente en el respectivo municipio o de la área correspondiente área metropolitana durante un (1) año anterior a la fecha de la inscripción o durante un período mínimo de tres (3) años consecutivos en cualquier época”.

Las inhabilidades para convertirse en alcalde (que se describen en el Artículo 95 de la misma ley), no mencionan nada sobre discapacidades.

Así que es falso que a Héctor Rangel se le haya diagnosticado una discapacidad intelectual.