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Verdadero pero...
-A Francisco Villalba que lo implicó a su hermano y a usted la masacre de El Aro, también firmó un papel en blanco que luego…- le preguntó León.
-(sic) Involucró a un general que había muerto nueve meses antes y ahí han investigado bien lo de la masacre- es una parte de la respuesta del expresidente.
Al responder la misma pregunta acerca de los testimonios de Francisco Villalba, el expresidente aseveró que el exparamilitar involucró con las masacres de El Aro y las Granjas a un general que había muerto nueve meses antes.
Al buscar los testimonios de Villalba sobre la participación del Ejército en la masacre del Aro, este habla del general Alfonso Manosalva Florez. Así lo encontramos incluso en un documento del portal del colectivo de abogados José Alvear Restrepo, que reproduce la nota del Nuevo Herald: “Detalles del testimonio que involucra a Álvaro Uribe Vélez con la masacre del Aro”, publicado en 2009.
“Además del presidente Uribe y su hermano Santiago, en los expedientes judiciales figuran el ex general Carlos Alberto Ospina —comandante de las fuerzas armadas durante el primer gobierno de Uribe—, quien en el momento de los hechos era comandante de la Cuarta Brigada de Ejército, acantonada en Medellín, y el general de Ejército Alfonso Manosalva Florez, quien según testigos como Villalba y Mancuso entregó a los escuadrones de la muerte la lista de las personas que debían matar en La Granja y El Aro”.
El presidente Uribe señaló como una de las inconsistencias de la declaración de Villalba que la afirmación que Manosalva estaba presente en una reunión en noviembre de 1997 con líderes paramilitares cuando éste había fallecido en abril de ese año’, se indica en el artículo.
Efectivamente, el entonces comandante de la Cuarta Brigada del Ejército, general Manosalva, falleció el 21 de abril de 1997, seis meses antes de la masacre de El Aro.
Sin embargo, la masacre de La Granja, corregimiento del municipio de Ituango, ocurrió en junio de 1996.
Aunque Uribe tiene razón en que el general había fallecido antes de la masacre de El Aro y de la supuesta reunión en noviembre, el exparamilitar Raúl Hazbún declaró ante Justicia y Paz que Manosalva colaboró con los paramilitares.
De otro lado, la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó al Estado por estas masacres. En una de las partes de la sentencia indicó que “tal y como reconoció el Estado (supra párrs. 63 y 64), está comprobado que agentes estatales tenían pleno conocimiento de las actividades de terror realizadas por estos grupos paramilitares sobre los pobladores de La Granja y El Aro. Lejos de tomar acciones para proteger a la población, miembros del Ejército nacional no sólo prestaron su aquiescencia a los actos perpetrados por los paramilitares, sino que también se produjeron instancias de participación y colaboración directa. Efectivamente, la participación de agentes del Estado en la incursión armada no se limitó a facilitar el ingreso de los paramilitares a la región, sino que también omitieron asistir a la población civil durante el desarrollo de aquélla, resultando así en la total indefensión de éstos. Dicha colaboración entre paramilitares y agentes del Estado resultó en la muerte violenta de diecinueve pobladores de La Granja y El Aro”.
Por estas razones la afirmación de Uribe sobre la muerte de Manosalva, antes de la supuesta reunión es verdadera, pero.