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Cuestionable
En un informe de Noticias Caracol del 25 de septiembre sobre las investigaciones disciplinarias que la Procuraduría General de la Nación tiene abiertas contra miembros de las fuerzas armadas, el exministro de Defensa y actual presidente ejecutivo de Probogotá, Juan Carlos Pinzón, aseguró que “a las fuerzas armadas se les ha debilitado desde 2015, tienen menos presupuesto, menos pie de fuerza, menos equipos y por lo mismo menos entrenamiento que el que se tenía antes”.
Procuraduría adelanta más de 90 investigaciones disciplinarias contra miembros de la fuerza pública.
— Noticias Caracol (@NoticiasCaracol) September 25, 2020
Para los expertos "hay problemas en las instituciones que deben ser atendidas con urgencia" - https://t.co/RNdrQKe5oB pic.twitter.com/n8ic8FgcQm
Colombiacheck contactó a Pinzón a través de Whatsapp y de llamada telefónica, pero no obtuvo respuesta. También se contactó con su equipo de prensa de Probogotá, pero no fue posible hablar con él para saber en qué fuente basaba su afirmación.
Aclaramos que nos centramos en verificar lo concerniente al presupuesto y al pie de fuerza, pues el aspecto de equipos y de entrenamiento es difícil de cuantificar y por lo tanto de verificar.
Después de revisar el presupuesto y el pie de fuerza que reporta el Ministerio de Defensa para estas entidades y de consultar a expertos, calificamos la afirmación como cuestionable porque, aunque los presupuestos generales de las fuerzas muestran un aumento general, contrario a lo que afirma Pinzón, lo que aumenta cada año es el dinero para el funcionamiento, y no necesariamente para inversión, un rubro que los expertos consideran clave para el mejoramiento de las capacidades de las fuerzas militares. Además, porque si bien los números le dan la razón a Pinzón en cuanto a la reducción del pie de fuerza, las opiniones de los expertos están divididas en cuanto a si reducir el número de efectivos se traduce necesariamente en debilitar estas instituciones.
En respuesta a un derecho de petición el Ministerio de Defensa le envió a Colombiacheck los presupuestos de cada fuerza (Ejército, Armada y Fuerza Aérea) correspondientes al lapso 2015-2020 que se pueden ver en los siguientes cuadros, y que muestran, en general, un aumento sostenido del presupuesto total.
Presupuesto anual total
*Cifras en millones de pesos
2015: 10’181.375
2016: 10’349.702
2017: 10’578.020
2018: 10’944.650
2019: 11’388.269
2020: 11’564.339
Al mirar en detalle el comportamiento del presupuesto en la parte de funcionamiento se ve ese aumento sostenido, solo se evidencian algunas reducciones al Comando General de las fuerzas militares. No pasa lo mismo con el presupuesto para inversión, en el que son más constantes las reducciones.
En el presupuesto de la Policía Nacional, que aunque tenga armas es considerado un cuerpo civil, se nota la misma tendencia general y en los detalles de los presupuestos de funcionamiento y de inversión.
Presupuesto anual total
*Cifras en millones de pesos
2015: 7’640.090
2016: 8’215.944
2017: 8’538.245
2018: 8’932.032
2019: 9’220.200
2020: 9’701.672
El equipo de prensa de Mindefensa le indicó a Colombiacheck que el 80% del presupuesto de ese sector se destina para personal y pensiones y reconocieron que los recursos de inversión se han reducido.
Según datos del Mindefensa, Pinzón tiene razón en que el pie de fuerza ha disminuido, en general, entre 2015 y 2020, al pasar de 451.124 efectivos, entre fuerzas militares y Policía, a 402.308 a septiembre de 2020.
En un boletín de la Contraloría General de la República titulado Pie de fuerza militar y capacidades de las fuerzas militares en la disminución del conflicto y la construcción de la paz 2008-2017, el análisis del periodo 2008-2017 arrojó un mantenimiento de los uniformados efectivos (oficiales, suboficiales, personal en formación en diferentes niveles y soldados de diferentes naturalezas de Ejército, Armada y Fuerza Aérea) hasta el año 2014, pero a partir de ese año evidencia una reducción constante, es decir, la disminución habría empezado antes del lo que dice Pinzón.
“Una comparación entre las FFMM y la Policía Nacional, indica que los militares efectivos ascendieron en 2017 a 237.876 uniformados y la Policía Nacional tiene activos 175.620 uniformados en el mismo año. En el periodo de análisis, mientras las FFMM se han reducido en un 13,3%, la Policía Nacional creció en 34% (44.567 activos adicionales), especialmente en los rangos de alumnos (359%), Nivel Ejecutivo (63%) y Oficiales (55%)”, indica el documento.
El siguiente cuadro, del libro Detrás de la Guerra en Colombia, de Ariel Ávila, muestra una tendencia general del aumento del pie de fuerza tanto en las fuerzas militares como en la Policía en la década del 2000.
Pedro Piedrahíta, director de la maestría en estudios políticos y constitucionales de la Universidad de Medellín, y magíster en seguridad y defensa, le dijo a Colombiacheck que si bien es cierto que se ha disminuido el pie de fuerza, eso obedece al contexto específico de la seguridad en el país donde ya no se necesita aumentar el pie de fuerza, tal vez mantenerlo, porque aunque el país tiene todavía muchas amenazas de seguridad, el aumento de pie de fuerza era una fase necesaria que ya se dio en el marco de la política de seguridad democrática.
“No obstante fue una aceleración en el incremento del pie de fuerza que tuvo muchos problemas porque en el afán de tener más personal se cometieron muchos errores en términos de instrucción y entrenamiento y por eso aparecen tantos problemas al interior de la fuerza pública en general, en eso se explica la violencia policial, los falsos positivos. Hay perspectivas que plantean que en el afán de tener muchos se descuidó la calidad”, indicó.
Para Piedrahíta ahora los organismos de seguridad del Estado deben centrarse en mejorar las capacidades estratégicas a nivel internacional y las capacidades de la inteligencia.
El experto aseguró que la inversión en seguridad en Colombia es mínima y aclaró que cuando se habla de inversión se hace referencia a mejorar capacidades de los organismos de seguridad en aspectos como ciencia, tecnología e innovación, mientras que la mayor parte del presupuesto se va en gastos de funcionamiento y de personal, como efectivamente lo muestran las cifras.
Para Piedrahíta no es que exista una política de debilitamiento de las fuerzas armadas, porque debilitarlas o fortalecerlas no solamente depende del personal, pues la cantidad de personal no se traduce necesariamente en que sean fuerzas de alta capacidad, porque, reiteró, las capacidades en temas de seguridad están actualmente dadas sobre todo en la inversión en ciencia, tecnología e innovación y en reestructurar los componentes de instrucción y entrenamiento. Para él tampoco se trata de presupuesto, pues como son menos miembros se gasta menos, la discusión debería ser en cuánto del presupuesto está yendo a mejorar las capacidades.
“Uno de los grandes problemas de las fuerzas armadas en Colombia tiene que ver con la instrucción y el entrenamiento porque sigue primando el enfoque del enemigo interno comunista en la formación de policías y de militares, estamos formándolos bajo las mismas doctrinas del siglo XX y eso no puede ser posible. Necesitamos una mayor especialización de las fuerzas militares y la especialización de las fuerzas armadas en el mundo hoy está asociada a los derechos humanos”, aseguró.
Jean Carlo Mejía, profesor de las universidades Nacional y Católica de Colombia y experto en derecho operacional, resaltó que él viene llamando la atención sobre ese debilitamiento de la fuerza pública desde 2015 en eventos académicos, pues considera que desde ese momento se empezó a reducir el pie de fuerza.
Mejía coincidió con Piedrahíta en el poco dinero que se destina a inversión, es decir, en los medios que se necesitan para cumplir de una mejor manera la misión de esas instituciones. Además, considera que cuando más se necesita una fuerza pública fuerte es cuando más se ha debilitado, pues las fuerzas armadas más fuertes de la historia contemporánea deben ser las del posacuerdo.
El profesor también afirma que la desconfianza y la mala imagen de las fuerzas armadas es coyuntural y muy específica, “eso viene desde 2013, momento desde el cual se ha incrementado un descontento en el mundo, lo que obviamente tiene una repercusión en Colombia y los gobiernos no han sabido enfrentar las protestas sociales, carecen de políticas claras para manejar el orden público”, concluyó.
Aunque el asunto del pie de fuerza parece ser de percepción, los expertos sí coinciden en que la clave para el fortalecimiento de las fuerzas armadas es destinar más dinero al rubro de inversión, que es la parte que sí ha sufrido reducciones en el periodo señalado por Pinzón.