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Cuestionable
La entrevista a Uribe empezó con un contrapunteo entre Juanita León y el expresidente y actual senador por el caso de las interceptaciones ilegales del general (R) Mauricio Santoyo cuando fue comandante del Gaula del Valle de Aburrá.
Uribe le insistió a León que “las interceptaciones con las cuales acusan al general Santoyo, esas interceptaciones las hizo él cuando yo ya no era gobernador de Antioquia”.
– Claro doctor Uribe. Mi pregunta es que cuando cuando el caso de Santoyo que hicieron las interceptaciones cuando usted era gobernador – le contrapreguntó León.
– Fue después Juanita, fue después – respondió el expresidente.
El general retirado Mauricio Santoyo fue comandante del Grupo Antisecuestro de la Policía entre julio de 1996 y 1999 en el grado de teniente coronel. Luego, pasó a trabajar en un grupo élite antiterrorista, entre 2000 y 2002. En ese tiempo también fue designado como jefe de seguridad de Àlvaro Uribe durante su primer campaña a la Presidencia y luego desde 2002 hasta 2006 pasó a ser el jefe de seguridad de Álvaro Uribe. Sus últimos años de carrera policial los pasó en Italia, como agregado policial, entre 2008 y 2009. Ese recuento de su carrera aparece en el indictment enviado por las autoridades de Estados Unidos para solicitar su extradición en mayo de 2012.
Por su parte, Uribe fue gobernador de Antioquia entre 1995 y 1997. En 1998 y 1999 fue profesor asociado de la Universidad de Oxford en Inglaterra, gracias a la Beca Simón Bolívar del Consejo Británico, como lo dice su perfil en el portal de su presidencia. Luego, regresó al país para participar en las elecciones de 2002 a la presidencia.
Es decir sus carreras se cruzaron inicialmente durante dos años, pero el senador Uribe tiene en parte razón en que el proceso por las interceptaciones ilegales habla de que estas ocurrieron a partir de diciembre de 1997, como se indica tanto en informes del Consejo de Estado como en un documento de la Corte Suprema de Justicia.
Se trata de una solicitud de casación de uno de los condenados por ese caso. En el fallo, en el cual se niega el recurso, se indica que “se logró establecer que desde finales del año 1997 y hasta comienzos del 2001, en el Gaula Urbano de Medellín se interceptaron líneas telefónicas de manera ilegal”.
Esta fecha también la constatamos tanto en artículos de prensa como en documentos de la Procuraduría. “Investigaciones judiciales sobre las interceptaciones ilegales realizadas por el Gaula Urbano permitieron determinar que entre diciembre de 1997 y febrero de 2001 se “chuzaron” un total de 1.808 líneas intervenidas con órdenes falsas con el fin de hacerle seguimiento a diversas organizaciones defensoras de derechos humanos”, se dice en una nota publicada en Verdad Abierta.
Hasta este momento es verdadero lo dicho por Uribe, aunque, al analizar el contexto del caso Santoyo, encontramos varios peros. Si bien procesalmente las interceptaciones hablan de diciembre de 1997, el accionar de Santoyo como comandante del grupo antisecuestro del Valle de Aburrá no solo está ligado a esas interceptaciones ilegales sino a su relación con grupos ilegales y el escándalo del alemán Werner Mauss, detenido en 1996 y tiempo después liberado y declarado inocente, ya que era el enlace de un proceso fallido de negociación con el ELN.
Como lo contó la revista Semana en la nota “La nefasta parábola de Mauricio Santoyo”, en el caso de “Werner Mauss, quedó en evidencia la sintonía de Santoyo con el presidente Álvaro Uribe. El espía alemán en 1996, como mediador, logró la libertad de tres ingenieros europeos. Álvaro Uribe acusó a los gobiernos que pagaron el rescate de patrocinar a la guerrilla. Dos meses después Mauss repitió la dosis con la liberación de la alemana Brigitte Schene, esposa del expresidente de Basf Química. Esa vez, Uribe -con un estilo que perfeccionó luego en la Presidencia- a pesar de que solo era gobernador ordenó detener a Mauss. Los agentes del Gaula lo esperaron en la pista del aeropuerto (sic)”.
Precisamente, en el periódico El Tiempo se publicó en noviembre de 1996 que el gobernador Uribe había renunciado a su fuero para declarar contra el alemán Mauss.
Santoyo se entregó a la DEA el 3 de julio de 2012 y se “declaró culpable de conspirar para proporcionar apoyo material y recursos a las Fuerzas de Autodefensa Unidas de Colombia (‘AUC’), una organización terrorista extranjera designada”.
Aunque las acusaciones en Estados Unidos son por sus vínculos con las AUC entre 2001 y 2008, esta fecha inicial se da es porque la Ley Patriota, con la que se procesó a Santoyo en ese país, nace a partir del 2001, luego de los ataques del 11 de septiembre.
En diciembre de 2012, la Corte del Distrito de Virginia lo condenó a 13 años de cárcel por por conspirar para proporcionar apoyo material y recursos a las Fuerzas de Autodefensa Unidas de Colombia (AUC), considerada en Estados Unidos una organización terrorista extranjera designada. Entre esa ayuda se encontraban interceptaciones ilegales, realizadas cuando era jefe de seguridad de la presidencia de Uribe Vélez.
Entre tanto, los procesos en Colombia contra Santoyo, que revivieron después de su extradición, se relacionan con varios delitos, entre ellos las desapariciones de Claudia Patricia Monsalve Pulgarín y Ángel José Quintero Mesa, miembros de la Asociación de Familiares de Detenidos y Desaparecidos (Asfaddes). Precisamente, fue ese caso el que motivó las investigaciones en las que se develaron las interceptaciones ilegales. Por ese caso cuatro policías fueron condenados, mientras que la Fiscalía le abrió investigación al entonces coronel Santoyo pero luego se la cerró. La Procuraduría, por su parte, lo destituyó, pero por un error de procedimiento el Consejo de Estado, tumbó esa decisión.
Un reporte de la Fiscalía, publicado el año pasado, indica que Santoyo y las interceptaciones como comandante del Gaula estarían relacionadas con varios homicidios y crímenes ocurridos en Medellín, Antioquia, entre 1997 y 2001, por los cuales algunos miembros de la llamada Gaula Rural de la Policía Nacional han sido procesados.
Y aunque no aparece entre los reportes de la Procuraduría ni la Fiscalía, en varias notas de medios de comunicación han mencionado a Santoyo y las interceptaciones ilegales del grupo antisecuestro en el asesinato de los defensores de derechos humanos del Cinep, Elsa Alvarado y Mario Calderón, presentada el 19 de mayo de 1999 en Medellín. Los señalamientos contra Santoyo por esos hechos han sido publicados por RCN Radio, El Nuevo Siglo, El Heraldo y El Espectador.
Asimismo, el fallo de la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Medellín, en la sentencia contra el bloque Cacique Nutibara de las AUC, al pedir investigar a Uribe Vélez indicó lo siguiente:
“Está detrás del General Mauricio Santoyo, a su servicio como Gobernador de Antioquia y luego como su Oficial de Seguridad en la Presidencia de la República, cuyos vínculos con los paramilitares están ya establecidos y que no pudo ser su asesor de seguridad sin su asentimiento. Y está detrás de los Directores del DAS investigados por sus vínculos con los paramilitares y otros crímenes (sic). Por lo tanto, la Sala ratificará la orden de expedir copias para investigarlo por promover, auspiciar y apoyar grupos paramilitares y convivir vinculadas con éstos y/o concertarse con ellos, no sólo como Gobernador de Antioquia, sino después y aún como Presidente de la República”.
Así que al revisar el contexto que rodea la respuesta de Uribe a León encontramos que esta es cuestionable.
*Luego de publicado este artículo de la oficina de prensa del expresidente Uribe nos enviaron estas precisiones. Primero nos escribieron por WhatsApp y luego una integrante del equipo de prensa llamó a uno de nuestros periodistas. Esto es lo que le dijo:
“A Santoyo le cuestionan por interceptaciones cuando el Policía estaba en Antioquia, y Álvaro Uribe ya no era Gobernador. No durante la Presidencia de la República”.
En el texto explicamos que en efecto las interceptaciones que investigó la Procuraduría y que están en el expediente son a partir de diciembre de 1997. Pero al analizar el contexto de la pregunta de León y de la respuesta de Uribe, así como la revisión de expedientes judiciales y artículos de prensa, encontramos varios elementos como las interceptaciones realizadas por Santoyo cuando era jefe de seguridad de presidencia y que hacen parte de la acusaciones de apoyo a grupos terroristas por las que una Corte de Estados Unidos lo condenó.
Así que nos mantenemos en calificar la respuesta del expresidente como cuestionable.