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Chequeo Múltiple
Por: Alexander Campos Sandoval, Sebastian Barona Llano y Pablo Navarrete.
En el apartado “Movilidad a Tiempo, Sostenible e Incluyente” de su programa de gobierno, Maurice Armitage prometió “garantizar los 224 kilómetros de redes de ciclo - rutas del POT”. Dicha promesa fue ratificada en la página 84 del Plan de Desarrollo 2016 - 2019, en el que se consigna como una de las metas del programa “Movilidad en bicicleta” terminar en 2019 con 228 kilómetros de red de cicloinfraestructura construidos.
Para identificar el dato exacto de la meta de las ciclorutas, en RedCheq consultamos el Acuerdo 0373 del Plan de Ordenamiento Territorial donde, según la promesa de Armitage, se encontrarían las especificaciones de la cicloinfraestructura. En el artículo 205, se establecen los parámetros de desarrollo del subsistema de transporte en bicicleta.
Las metas ya estaban consignadas en el Plan Maestro de Ciclo - Rutas, PLAMACIR, formulado desde 2005.
Para el momento de su formulación (2005), el PLAMACIR reportaba la existencia de 11,5 kilómetros de cicloinfraestructura y, a través del diseño general del sistema de ciclorrutas para la ciudad, propuso una meta total de 229 kilómetros en los que las sucesivas administraciones de Cali estaban obligadas a avanzar.
Según el Plan de Desarrollo, la línea de base con la que Armitage comenzaba su gestión era de 36 kms. Entonces, requeriría construir 192 kilómetros durante los cuatro años de su administración para cumplir con la meta.
Para conocer cuántos kilómetros de ciclorutas se han construido durante la administración Armitage, el equipo de RedCheq contactó a Mauricio Vásquez, líder del grupo de movilidad en bicicleta de la Secretaría de Movilidad de Santiago de Cali.
Vásquez explicó que existe una diferencia entre ciclorruta y ciclobanda. La primera es una vía separada de otros carriles a través de cambios o físicos, mientras la ciclobanda es una vía demarcada por cambios en el pavimento o dispositivos de canalización de tránsito (bolardos, balizas, entre otros).
Así está consignado en en la Guía de CicloInfraestuctura del Ministerio de Transporte y en el Manual del Ciclista Caleño, diseñado por el Centro de Diagnóstico Automotor del Valle.
Según Vásquez, “el municipio de Santiago de Cali construyó cien kilómetros de ciclo infraestructura nueva en la tipología de ciclobanda y banda ciclo preferente. (...) Adicionalmente, se construyeron catorce más a través de proyectos integrales de infraestructura vial, como por ejemplo, las obras del sur y el corredor verde, que tenían un componente de ciclo infraestructura. Ese componente era específicamente de la tipología ciclo - rutas. Entonces, en total, en esta administración se construyeron 114 kms”.
Con estos números, los kilómetros de cicloinfraestructura que existen en Cali son de 150, un 66 % de los 228 kilómetros de la promesa de Armitage.
Estos mismos datos se encuentran en la presentación de la rendición de cuentas de Armitage.
Asimismo, consultamos a John Fredy Bustos, coordinador de proyectos del colectivo Integrados y quien fue gerente del Foro Nacional de la Bicicleta. Bustos explicó que el incumplimiento en el 34 % de la promesa se debe a que en algunos casos los diseños tuvieron problemas y en otros aún no se pueden hacer porque dependen de otros proyectos como el del Tren de Cercanías, para definir el bicicarril de la Calle 26, o de la Troncal del MÍO que apenas entró en licitación.
“Otros dependen de los ajustes viales en diseño y hay otros diseños que no encajaron con el tamaño de las vías y toca tomar decisiones de quitar carriles completos y dejarlas de un solo carril o cambiar los trazados”, agregó.
De acuerdo con toda esta información, calificamos la promesa de Armitage como En proceso, debido a que si bien se avanzó un 66 % en la cicloinfraestructura, los kilómetros ejecutados no alcanzaron la meta prometida.
Por Alexander Campos Sandoval, Isabella Sánchez Llano y Pablo Navarrete
En su programa de gobierno, el actual Maurice Armitage prometió la “implementación de un centro de preservación de fauna en riesgo de extinción que atienda a especies decomisadas o rescatadas y las reoriente hacia reservas o entidades especializadas para el manejo de este tipo de especies”.
RedCheck consultó con la oficina de comunicaciones de la alcaldía los avances en esta materia y nos indicaron que Armitage había invertido en el hogar de paso del Dagma y logró ampliar su atención durante 24 horas de lunes a sábado.
La comunicadora encargada prometió remitir también a RedCheck el libro de gestión de la alcaldía vía email, pero a la fecha de esta publicación no hemos recibido tal documento.
Al verificar esta promesa del Armitage se debe entender que, en principio, hubo un error técnico en la propuesta, en tanto la figura de un “centro de preservación de fauna en riesgo de extinción” no existe en la normatividad que rige el control y disposición de fauna silvestre.
Dicha normatividad fue estructurada por la resolución 2064 de 2010, emitida por el entonces Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial. En la resolución se definen las figuras bajo las cuales los entes territoriales atenderán la fauna y flora silvestre.
Según la norma, son los CAV (Centros de Atención y Valoración), los CAVR (Centros de Atención, Valoración y Rehabilitación) y los hogares de paso los facultados para eso.
La resolución explica que un CAV es un “centro donde se reciben provisionalmente especímenes de especies silvestres de fauna y flora terrestre y/o acuática, que han sido objeto de aprehensión, decomiso o restitución, para su evaluación, atención, valoración, tratamiento y determinación de la opción para su disposición final”. La norma le da la misma función a los hogares de paso.
E indica que un CAVR es un “centro donde se reciben animales silvestres con el fin de rehabilitarlos para regresar a su hábitat natural”.
Así pues, teniendo en cuenta que la nomenclatura dentro de la normativa no incluye ninguna alusión a ‘centros de preservación de fauna en riesgo de extinción’, la propuesta de Armitage no fue planteada en los términos correctos.
Según lo consignado en la resolución 2064, un CAV sería el organismo idóneo para cumplir las funciones que Armitage le otorgaría a la institución que prometió. Actualmente, el centro que recibe a la fauna silvestre es el hospital de paso.
RedCheck consultó a Carlos Galvis, jefe de la colección de fauna de la Fundación Zoológica de Cali, quien explicó las diferencias entre la operación de un CAV y la que podría tener un centro de preservación de cuya existencia.
“Un CAV tiene unas acciones muy específicas (...) Sus acciones son de rescatar individuos víctimas del tráfico ilegal y tomar decisiones sobre esos animales. Pero la conservación va más allá y es una ciencia mucho más especializada que un CAV. (...) Un CAV es una herramienta muy ligada al tráfico ilegal de fauna, lo que trato de decir es que le queda muy grande decir que es un centro de conservación”, indicó Galvis.
El organismo que se ha gestionado durante la administración Armitage es el CAV de Santiago de Cali.
Incluso, aparece en el Plan de Ordenamiento Territorial, POT, (acuerdo 0373 de 2014 del Concejo de Santiago de Cali), en el cual se plantea la “construcción y puesta en funcionamiento del Centro de Atención de Fauna Silvestre, CAF,” cuya gestión estaría a cargo del Dagma.
Sin embargo, Andrés Posada Ruiz, líder del grupo de Gestión de Fauna Silvestre del Dagma, explicó que el concepto de un Centro de Preservación, fue “mal usado, ya que eso es un CAV: Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre”.
Según Posada, desde 2014 entró en funcionamiento el hogar de paso para animales silvestres, desde donde se gestionaría la disposición de la fauna mientras se adelantaba la construcción del CAV.
Posada también explica que en 2016 se acordó con la Escuela de Carabineros la cesión de un terreno para levantar allí el CAV, pero en el lote se descubrieron asentamientos de invasión que ralentizarían en exceso la cesión, puesto que la tipificación de la comunidad y su posterior reubicación tomaría tiempo.
Desde 2017, agrega, el Dagma está en busca de otro lote en el que se pueda iniciar la obra, pues según las instrucciones del Ministerio, el CAV debe ubicarse fuera del casco urbano de la ciudad, por lo que ha sido difícil conseguir los recursos necesarios para comprar el lote.
De acuerdo con Andrés Posada, “aunque la CVC aprobó la destinación presupuestal para la construcción y acondicionamiento del CAV, los recursos que ofrece, provienen de la sobretasa ambiental: un impuesto aprobado en el acuerdo 320 de 2011(en el eje de Coordinación interinstitucional para la vigilancia y control ambiental) cuyo sujeto activo es el municipio de Santiago de Cali, razón que impide adquirir predios fuera de su jurisdicción”.
Según Posada, la jurisdicción de Cali compete al casco urbano de la ciudad, razón por la que no se ha construido el CAV.
Pese a las dificultades, Andrés Posada resalta que la gestión de Armitage ha fortalecido el Hogar de Paso para las especies silvestres. Además, desde que Armitage asumió la alcaldía, se ha logrado reubicar a más de tres mil especies y se logró clausurar el resguardo Villa Lorena y la Fundación la Reserva. Entre ambas tenían ilegalmente 550 animales que ya fueron reubicados.
El 26 de abril del presente año, la CVC publicó en su boletín informativo, que cerca de setecientos millones de pesos, recaudo de sobretasa ambiental, se invirtieron en equipamiento y mejoras para el hogar de paso para animales silvestres, ubicado en la Avenida 2 N no. 36A - 40, que desde el 4 de febrero del año en curso funciona 24 horas al día.
Por otra parte, el activista, rescatista y rehabilitador de fauna silvestre Davis Travis, señala que "en Santiago de Cali no existe una línea de atención, un protocolo de rescate o un equipo especializado en rescate de fauna silvestre".
Por todo lo anterior, calificamos la promesa hecha por el actual alcalde de cali, Maurice Armitage, como Se embolató, debido a que aún no se ha empezado la construcción del CAV y no se tiene ni el lote.