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Entre el balance de logros que el presidente, Iván Duque, hizo manifiestos en el discurso que pronunció en la instalación del Congreso de la República el pasado 20 de julio, estuvo una frase con la que resaltó su gestión, en uno de los que ha sido punto clave de conflicto en lo que va de su gobierno, y se trata de la educación y la inversión en ella.
Duque aseguró al respecto que: “esta gratuidad en la educación universitaria, técnica y tecnológica pública prometida en campaña y que interpreta un anhelo de décadas es la mayor conquista social educativa que ha alcanzado Colombia y juntos la dejaremos para siempre en nuestro país”.
Tenemos una deuda histórica con los jóvenes y por eso avanzamos en Matrícula Cero para estratos 1, 2 y 3 en educación pública universitaria, técnica, tecnológica. Fue una promesa de campaña y hoy es la mayor conquista social educativa alcanzada por el país. #ColombiaNoSeDetiene
— Iván Duque 🇨🇴 (@IvanDuque) July 20, 2021
En particular, el presidente Duque se refería al recientemente anunciado programa de Matrícula Cero, que contempla “destinar nuevos recursos, que permiten que el 97 % de los estudiantes de educación pública superior, en los niveles técnico, tecnológico y universitario, de estratos 1, 2 y 3, tengan matrícula gratuita para segundo semestre de 2021 y durante el año 2022”, de acuerdo con lo que publicó el Ministerio de Educación en este boletín de prensa.
Por esas razones decidimos ponerle la lupa a estas afirmaciones del presidente Duque, pues el tema de la matrícula gratuita ha sido un reclamo recurrente en las más recientes protestas sociales de noviembre de 2019 y abril de 2021.
El pasado 10 de mayo, durante una visita a Cali, que en ese momento padecía los efectos de las prolongadas protestas por causa del paro nacional, el presidente Duque anunció el programa de Matrícula Cero con el que pretendió bajar la presión de los jóvenes que permanecían en las calles.
Duque, aseguró entonces, de acuerdo con esta nota de registro del diario El País de Cali: “Sabemos que la pandemia ha traído muchos efectos negativos en el ingreso de las familias y, por lo tanto, muchas familias expresaron la necesidad de poder tener un mecanismo para ayudar a cubrir los gastos de la educación y la educación técnica y tecnológica pública para nuestros jóvenes”.
Y a renglón seguido precisó que, “por primera vez en la historia, el 97% de estudiantes de educación pública superior, técnica y tecnológica, de estratos 1, 2 y 3, tendrán matrícula gratuita para el segundo semestre de 2021”, como quedó registrado en este video de Instagram en la cuenta del presidente Iván Duque:
Posteriormente, a mediados de junio el Ministerio de Educación confirmó que este programa se extendería ya no solo al segundo semestre de 2021 sino también a los dos semestres de 2022 y que se buscaría convertirlo en un programa permanente.
“A través del Fondo Solidario para la Educación, creado mediante el Decreto Legislativo 662 de 2020, el Gobierno Nacional asignará recursos adicionales, que se sumarán a los ya destinados a través de programas para el acceso y permanencia como Generación E, y otros programas del Gobierno Nacional y los gobiernos territoriales, que permitirán que los estudiantes de programas de pregrado de las IES públicas, a lo largo del país, cuenten con gratuidad en el valor de la matrícula a partir del semestre entrante, durante el 2022, y se trabaja para lograr que sea una política permanente, que beneficie a los jóvenes más vulnerables del país”, precisa este boletín de prensa del Ministerio de Educación del 16 de junio de 2021.
Consultamos con varios expertos y analizamos los datos disponibles, hasta ahora, de este programa y encontramos que Matrícula Cero está lejos de ser “la mayor conquista social educativa que ha alcanzado Colombia”, como lo afirmó Duque en su discurso del 20 de julio de 2021, ya que el impacto de la gratuidad para la educación preescolar, básica y media es mucho más relevante, pues cubre a un poco más de 8 millones de niños, niñas y jóvenes en todo el país.
Y es que las cifras de Matrícula Cero, según los propios cálculos del Ministerio de Educación, son que beneficiará a “cerca de 695 mil jóvenes de estratos 1, 2 y 3, que representan el 97% de los estudiantes de pregrado de las Instituciones de Educación Superior pública”.
Además, por ahora, su vigencia se limita a este último semestre de 2021 y los dos de 2022.
En detalle y de acuerdo con el viceministro de Educación Superior, Maximiliano Gómez, Matrícula Cero será para “todos los jóvenes que estén matriculados en una institución de educación superior pública (en cualquiera de las 63 que hay en todo el territorio nacional) solo deben tener como único requisito estar matriculados y pertenecer a los estratos 1, 2 o 3”.
“El único requisito es estar matriculado en un programa de educación superior y también se aplicará para los jóvenes que se matricularán para el 2022; es decir, quienes hayan culminado su bachillerato e inicien sus carreras. Son todos los que están estudiando actualmente y quienes lo harán en el 2022”, explicó el Viceministro en este artículo de Radio Nacional.
Y de acuerdo con el Mineducación, “salvo casos excepcionales, la estrategia cubrirá a los estudiantes nuevos y antiguos matriculados en todas las 63 IES públicas. También a estudiantes que soliciten reintegros, traslados, transferencias u otras figuras académicas, siempre y cuando se matriculen para el periodo 2021-2”.
Pero es que además, las cifras de absorción de educación superior en Colombia son desalentadoras, pues de acuerdo con este artículo de Francisco Cajiao, escrito para Razón Pública, “casi 500.000 jóvenes finalizan el bachillerato cada año, pero apenas 192.000 ingresan de inmediato a la educación superior: 308.000 jóvenes quedan fuera del sistema, o sea que cada cinco años tenemos millón y medio de personas entre 18 y 23 años que deben solicitar trabajo no calificado”.
“Aproximadamente el 51% de los 192.000 jóvenes que continúan sus estudios opta por instituciones universitarias, técnicas y tecnológicas de carácter público; el 49% restante se matricula en centros privados”, precisa Cajiao.
En el contexto de las cifras netas, es sin duda más grande el impacto de la gratuidad educativa para los niveles de preescolar, primaria y media, que fue establecida por el decreto 4807 de diciembre 11 de 2011, y que cubre hoy a 8.077.702 millones de estudiantes de las instituciones educativas oficiales en todo el país, de acuerdo con los registros del Sistema Integrado de Matrículas, SIMAT.
Cabe resaltar además que en Colombia aún hay un 35% de personas entre 24 y 35 años que de acuerdo con un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) del año 2016 no cuenta con grado de bachiller, lo que indica que el 65% de los colombianos sí logra culminar la educación media.
“En promedio, para los países miembros de la OCDE, alrededor del 17% de los adultos entre 25 y 34 años en el año 2104 no contaban con título de bachiller. Los datos varían de forma considerable entre países: en Corea (Sur) prácticamente el 97% de las personas en ese mismo rango de edad se habían graduado de bachilleres, mientras que en España, por ejemplo, sólo el 65% tenían dicho grado”, dice esta reseña de Compartir Palabra Maestra.
Para el profesor Moisés Wasserman, exrector de la Universidad Nacional, los “logros que son muy destacables y de gran impacto a mi juicio en la educación nacional son: la cobertura en educación básica que ya hoy en el país es casi completa y gratuita, eso es extraordinario y también es un importante logro el aumento de la cobertura en educación superior. Pues en 50 años pasamos del 4% al 52% lo que también es extraordinario, en un contexto en el que los logros educativos no suceden de un día para otro”.
“En realidad lo que hace Matrícula Cero es subsidiar un poco más a los que ya están bastante subsidiados en la educación superior pública que son los estratos 1, 2 y 3, y aunque está bien mejorar las condiciones de los estudiantes, el problema grande no está en aquellos que lograron pasar los exámenes de admisión y conseguir uno de los muy limitados cupos que ofrece la universidad pública, sino entre el grupo bastante importante que no lo logra”.
La opinión de Wasserman se sustenta además con datos como que “la tasa de cobertura bruta en educación superior en Colombia es similar al promedio de América Latina, pero se encuentra 21 puntos porcentuales por debajo del promedio de las economías de la OCDE (72,8 % en 2017)”, según registra este informe 2019- 2020 del Consejo Privado de Competitividad.
Gráfico tomado del diario La República, en el informe Matrícula cero para estratos 1, 2 y 3 en el segundo semestre costará $600.000 millones, publicado el jueves 13 de mayo de 2021.
Para el analista educativo y profesor de la Universidad Tecnológica de Bolívar, Ángel Pérez, “si vemos la tasa de cobertura, lo que queda claro es que casi el 50% de los jóvenes del país no acceden a la educación superior, pero lo que es aún más grave es que más del 60% de los bachilleres de los colegios oficiales no llega a la educación superior y ese es un problema muy grave porque son muchachos que van a la educación básica y media sin esperanza, sin sueños. Por eso hay que incrementar los cupos y la cobertura y si al menos el 60% de los jóvenes de los colegios oficiales lograrán llegar a la educación superior”.
En esta editorial escrita para la página web de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia, su rector, Jaime Leal Afanador, aseguró que “si bien es loable la decisión del Ejecutivo en la medida que atiende los intereses de una juventud que hoy no escapa de la desesperanza por su futuro cercano, mientras dicha iniciativa no sea una política de Estado que garantice la financiación permanente, su impacto real no se verá reflejado en un proceso efectivo, pertinente y de fomento a la calidad”.
Precisa Leal Afanador que “mal se actúa si la visión sobre la gratuidad educativa es cortoplacista sin afianzar la necesaria garantía de una Ley de Estado que impulse tal derecho al acceso y permanencia en la educación superior de todos los jóvenes colombianos del hoy y del mañana y que, además, incorpore la conectividad como un derecho de todo ciudadano”.
Entre tanto, el profesor Andrés Felipe Mora Cortés, director del Centro de Pensamiento en Políticas Públicas de Educación Superior de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), apunta a otro problema de la educación pública y es el desfinanciamiento de las universidades.
“La Matrícula Cero no tiene como propósito aumentar la cobertura. No resuelve el problema estructural de desfinanciamiento de las universidades públicas, que ha superado los 18 billones de pesos. Este es un alivio para los estudiantes, mas no para las universidades como instituciones, pues estas deben pagar el costo real de un estudiante” explicó en esta entrevista concedida a UN Periódico Digital.
La dirigente estudiantil Jennifer Pedraza considera que “Matrícula Cero es un paso positivo, sin duda, pero no es el más importante que se ha dado en términos de educación en Colombia. Creo que en los últimos años, por ejemplo, lo que se pactó en el 2018 que implica un aumento a la base presupuestal de las universidades porque el hecho de que los incrementos acordados en ese año implican que por ley se tienen que crecer, por mínimo, lo de la inflación y eso sí es un aporte estructural. Matrícula Cero se mantiene, por ahora, como un programa de gobierno y porque además tiene muy poco alcance”.
Así que tras este análisis y las evidencias presentadas concluimos que es falso que el programa de Matrícula Cero del gobierno Duque sea la mayor conquista social educativa de Colombia, como lo afirmó en su discurso ante el Congreso el pasado 20 de julio, pues el impacto que significa frente a otras políticas previas como la gratuidad educativa es mucho menos significativa.