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Falso
Una imagen con el titular “El soldado no es un exclavo” (sic) compara cifras específicas del pago a los soldados en Colombia bajo la administración de diferentes presidentes, así: “$70.000 Con Uribe” (sic), “$95.000 con Santos”, “$115.000 Con Duque” (sic) y, finalmente, “$1.700.000 Salario con Petro" (sic).
En Colombiacheck revisamos los datos sobre pago a los soldados en la fuerza pública colombiana y encontramos que lo presentado en la pieza es falso, pues exagera por más del doble el valor actual que reciben los uniformados, hasta alcanzar una cifra que incluso es lejana para lo proyectado a 2026. También es erróneo el adjudicado al gobierno de Iván Duque (2018-2022), pues nunca fue así de bajo.
La pieza circula en páginas como Noticia Obonuco, El Despertar Del Pueblo, Mi Tropicana 93, fue compartida también por el representante a la Cámara Octavio Cardona, sumando más de 70.000 visualizaciones. Además, tiene el logo de Visión & Liderazgo, un aparente medio de comunicación dedicado a la propaganda petrista que fue el creador de este contenido desinformador disfrazado de “opinión” (1, 2).
Para empezar, hay que distinguir entre soldados regulares y profesionales. Los primeros son aquellos que prestan servicio militar obligatorio, mientras los segundos son aquellos que, superada esa etapa, deciden continuar en las Fuerzas Militares.
El presidente, Gustavo Petro, se ha pronunciado en numerosas ocasiones sobre la necesidad de mejorar las condiciones de los primeros, especialmente en términos salariales. De hecho, la fecha de las publicaciones corresponde a un pronunciamiento del mandatario en su cuenta de X, donde incluyó la frase “el soldado no es un esclavo” y se refirió justamente a esto.
La Ley 1861 de 2017, en el literal A de su artículo 44, establece que el soldado regular “disfrutará de una bonificación mensual hasta por el 30% del salario mínimo mensual vigente”. Con el Decreto 1557 de 2023, el gobierno Petro aumentó ese porcentaje al 50% y, finalmente, la Ley 2384 de 2024 lo llevó al 70%. Además, esta última estipula que
“en un periodo no superior a dos (2) años a partir de la vigencia de esta ley, la bonificación mensual por la prestación del servicio militar será equivalente a un (1) salario mínimo mensual legal vigente”.
Además, una necesaria precisión técnica está en que la contraprestación sigue sin ser un salario, como sugiere la imagen, pues la Ley 1861 de 2017 sigue estableciendo el pago como “una bonificación”. Así, quienes prestan el servicio militar obligatorio no tienen un vínculo laboral ni todas las implicaciones legales correspondientes, como las prestaciones sociales.
La siguiente visualización muestra la evolución en el valor de la mencionada bonificación, señalando los hitos más relevantes en la normatividad.
Como se ve, aunque hay una evidente mejoría desde el final del gobierno de Juan Manuel Santos (2010-2018) hasta lo corrido del de Petro, los ingresos actuales de los soldados regulares están muy lejos de alcanzar los 1,7 millones que muestra la imagen. El valor de 2025 es de 996.450 pesos.
En la visualización anterior se puede comprobar que, durante los gobiernos de Álvaro Uribe (2002-2010) y Santos, los pagos a los soldados regulares sí eran mucho más bajos que en la actualidad. No obstante, los datos que da no son precisos para esos mandatos.
Para el primero, es cercano a la bonificación de 2008, que era 71.191 pesos, siendo que en ese periodo pasó de 47.668 en 2002 a 78.186 en 2010. Lo mismo sucede con el segundo, pues le atribuye un monto parecido al de 2015, que era de 94.392 pesos, omitiendo el aumento de la ley de 2017, por el que se llegó a 234.373 pesos en 2018.
Lo que se muestra en esos casos en realidad corresponde a promedios. A pesar de esto, el diagrama desinformador muestra un especial interés por exagerar la brecha entre los gobiernos de Duque y Petro, pues la bonificación en el anterior tampoco fue nunca tan baja como los 115.000 pesos que se muestran por años individuales y menos al promediarlos.
Así pues, calificamos como falsas las cifras de la pieza, puesto que, especialmente en lo respectivo al gobierno pasado y al actual, son exageradas y no tienen sustento en la asignación real de los soldados regulares. Además, estos no perciben propiamente un salario, sino una bonificación mensual.