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Cuestionable
Un mensaje compartido en Facebook asegura que “la ciencia comprobó que el flúor se acumula en el cuerpo y es tóxico, sin embargo la OMS y los gobiernos recomiendan y permiten su uso. Y sigues pensando que te quieren proteger de un virus” y muestra imágenes de una crema dental con flúor.
La imagen ha sido compartida desde 2017 en Facebook (1, 2, 3, 4, 5) y Twitter (1), por eso decidimos verificarla.
Al revisar la imagen encontramos que esta desinformación, que ha circulado en diferentes países, fue verificada previamente por nuestros colegas chequeadores de AFP Factual y Maldita en España.
El flúor, también conocido como fluoruro, es un mineral que se encuentra de forma natural en el suelo, el agua y el aire. Según la Biblioteca Nacional de Medicina y el Instituto de Investigación Dental y Craneofacial de los Estados Unidos, se ha demostrado que en pequeñas cantidades ayuda a prevenir la caries dental y es beneficioso tanto para los niños como los adultos.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades bucodentales afectan a cerca de 3.500 millones de personas en todo el mundo y la caries en dientes permanentes es el trastorno más frecuente. Se estima que, en todo el mundo, 2.300 millones de personas padecen caries en dientes permanentes y que más de 530 millones de niños sufren de caries en los dientes de leche.
“La exposición suficiente al flúor es un factor esencial en la prevención de la caries. Se puede obtener un nivel óptimo de flúor a través de diversas fuentes, entre ellas el agua potable, la sal, la leche y el dentífrico fluorado. Debería alentarse el cepillado con dentífrico fluorado (de 1.000 a 1.500 ppm) dos veces al día”, dice la OMS.
El Documento Técnico Política de Flúor y Fluorosis Dental en Colombia del Ministerio de Salud y Protección Social, menciona que en 1963, a raíz de la propuesta del Comité de Investigaciones Médicas de la OPS para estudiar la fluoruración de la sal como medida de prevención masiva de la caries dental, se seleccionó a Colombia y a los municipios de Armenia, Don Matías, Montebello y San Pedro en el departamento de Antioquia, para realizar un estudio en procura de establecer una mezcla estable de fluoruro en sal, tomando como base una concentración de 1,0 partes por millón (ppm) de flúor, según la encuesta dietética y el consumo diario.
A través del Decreto 2024 de 1984 se aprobó la adición de flúor a la sal de consumo humano en Colombia, en una proporción de 180 a 220 ppm, con el propósito de disminuir la prevalencia de la caries dental, lo cual se inició en 1989 y se consolidó de forma definitiva en 1992. En 1993 se creó el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) que dentro de sus funciones quedó encargado del programa de vigilancia y control de la sal para consumo humano.
En el Documento Técnico se indican cuáles son los niveles de consumo de flúor según los niveles de fortificación con fluoruro en la sal, de acuerdo con los grupos de edades:
Las intoxicaciones por el consumo de grandes cantidades de flúor pueden ser agudas y crónicas. Según el Documento Técnico del Ministerio de Salud, la intoxicación aguda se presenta con el consumo de altas dosis en un solo momento, en la cual deben considerarse dos conceptos: a) Dosis Ciertamente Letal (DCL) que puede producir la muerte en cualquier persona, teniendo un rango entre 32 y 64 mg / kg de peso. b) Dosis de Tolerancia Segura (DTS), la cual a pesar de ser ingerida en un solo momento no produce síntomas manifiestos de intoxicación aguda y se presenta con valores entre 8 y 16 mg/ kg de peso (aproximadamente ¼ parte del DCL).
“Para las formas sistémicas de adición de flúor como es el caso de agua o sal, es muy improbable la intoxicación aguda, por ejemplo en un niño de 2 años de edad, pues para alcanzar el valor inferior del DTS que es de 8 mg/kg, requeriría una ingesta de 96 litros de agua con 1 ppm o de casi una libra de sal (438 gr) con 220 ppm de flúor en un mismo momento”, dice el documento.
Agrega que “la intoxicación crónica y el aumento en las prevalencias y severidad de la presencia de fluorosis está relacionada al incremento en el uso de diferentes fuentes de administración de flúor, especialmente las que presentan riesgo de ingesta sistémica como agua, sal, cremas dentales, suplementos y otros. El impacto en la toxicidad crónica de las diversas fuentes de forma independiente o combinada, tiene que ver con el momento de la exposición, la concentración de las fuentes, la cantidad y frecuencia de su consumo y en algunos casos como la crema dental, con la supervisión o no que se haga a la ingesta de la misma”.
Por otra parte, la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades (ATSDR) de Estados Unidos en un resumen de salud pública informa sobre la toxicidad de los fluoruros y cómo pueden afectar la salud humana.
La ATSDR indica que ante la exposición a los fluoruros hay muchos factores que determinan la afectación adversa: dosis (cantidad), duración (por cuánto tiempo) y la manera cómo se entró en contacto con estas sustancias. También otros químicos a los que se está expuesto, la edad, sexo, dieta, estilo de vida y condición de salud de las personas.
También menciona que el fluoruro de sodio se añade frecuentemente a los suministros de agua potable, en una concentración de aproximadamente 1 parte de fluoruro por millón de partes de agua (ppm), y a pastas y enjuagues dentales para prevenir la formación de caries dentales. No obstante, señala que comer, beber o respirar cantidades altas de fluoruros puede causar fluorosis del esqueleto, una enfermedad que produce un aumento de la densidad de los huesos, dolor de las articulaciones y limita el movimiento de la articulación.
La publicación señala además que cerca de la mitad del fluoruro que ingresa al cuerpo, lo abandona rápidamente en la orina, generalmente dentro de 24 horas, “a menos que se ingieran grandes cantidades (20 mg o más, lo que corresponde a la cantidad presente en 20 litros o más de agua fluorada)”. La mayor parte del fluoruro que permanece en el cuerpo es almacenado en los huesos y los dientes.
Si bien el flúor al ser consumido en grandes cantidades puede llegar a acumularse en el organismo y ser tóxico, esto es poco frecuente porque los niveles de este químico en la sal, el agua potable y las cremas dentales están controlados, según el químico farmacéutico y doctor en toxicología, Jorge Ariel Martínez Ramírez, quien es docente de la Universidad Nacional de Colombia.
“Podría presentarse una acumulación de flúor si tienes una sobreexposición al consumirlo en grandes cantidades en el agua potable o la sal, pero, por lo general, eso no sucede porque en Colombia está aprobado el flúor en la sal, pero en unas cantidades que se sabe no es tóxico y la crema dental uno no se la come. En el caso de los niños lo recomendable es que antes de los 5 años usen crema dental sin flúor porque ellos no excretan igual que los adultos y se les empieza a acumular en el organismo, lo que les causa problemas en los dientes”, afirma Martínez.
Según el docente, el flúor tiene la función vital de ayudar al crecimiento de los huesos y la formación del esmalte dental. Sin embargo, cualquier sustancia en exceso puede ser tóxica y en bajas concentraciones también generar problemas en la salud. “El flúor en bajas concentraciones no permite una buena formación de los huesos y del esmalte dental y en altas produce en los dientes algo que se llama moteado, que son manchas blancas, que después se vuelven amarillas”, explica.
En Colombiacheck concluimos que es cuestionable que el flúor sea tóxico porque si bien en grandes cantidades puede llegar a serlo, en pequeñas, como se usa en las cremas dentales, se ha demostrado por organismos públicos y científicos que ayuda a prevenir la caries dental.