El río es su razón de ser. De allí obtienen el alimento y dan la bienvenida de los chigualos y la celebración de las fiestas patronales. Es la fuente de recreación de los niños e inspiración de sus cantos.
El Yurumanguí es un río que baña las 13 veredas del Consejo Comunitario que lleva este nombre y que según la comunidad, hace honor a los indígenas manguíes, los primeros habitantes de esta región antes de la llegada de los españoles. En orden desde la parte más baja a la más alta están El Encanto, Barranco, Primavera, Veneral de El Carmen; El Papayo, San Miguel, San Antonio, El Águila, San Jerónimo; El Queso, San José de las Playas, San Antoñito y Juntas. El Queso nació en 2018 y debía ser la número14, porque El Firme, después de El Encanto, como lo documentó Rutas del Conflicto, desapareció en abril de 2001 cuando los paramilitares masacraron a ocho de sus habitantes.
Muy temprano, niños y jóvenes sacan un jabón y un peine y se bañan en sus aguas antes de alistarse para el colegio. Ya varios de ellos han cazado ratas de monte en trampas artesanales, así como cangrejos en cestas. Hacia mitad de la mañana, las mujeres lavan y extienden sobre las piedras calientes la ropa colorida; cada una tiene un recipiente para que sus hijos o sobrinos la recojan más tarde. Mientras tanto, los hombres ya han lanzado sus redes al agua cristalina para atrapar la mojarras, sardinas, bochachicos, sábalos y el canchimalo, con los que preparan el famoso “tapao”, que es el pescado cocido que acompañan con banano.
En la tarde es común que llueva como en la selva, mientras los niños juegan fútbol y se zambullen en los pozos. El 19 de agosto de 2018 llegó la noticia que había “chigualo”. Eso significa que un bebé murió y que por eso habrá “chigualada”, un ceremonia fúnebre para honrar a un niño libre de pecado. Ese sábado a la vereda San Antonio llegó el cuerpo de la bebé, transportada en una lancha que antes de detenerse debe dar tres vueltas sobre el río. La recibe el pueblo con flores y el sonido del bombo, que lo acompaña hasta la madrugada mientras la comunidad canta currulao y baila al ritmo del bunde.
Los 13 de junio de 2018, por ejemplo, en San Antonio celebraron las fiestas patronales en honor al santo católico que lleva por nombre su vereda. La comunidad decora dos lanchas con flores que dan dos vueltas sobre el río, siendo este el inicio de la fiesta. Durante dos días hay pesca, rumba y paseo, y el Yurumanguí es protagonista: los pescadores lanzan un trasmallo y con bulla hacen que los peces bajen hasta la red. Todos comen y recuerdan la importancia del trabajo en equipo.