La Corporación Rosa Blanca es una organización de mujeres excombatientes de las Farc que se han dedicado los últimos años a denunciar casos de violencias sexuales y reproductivas contra menores de edad que engrosaron las filas de la extinta organización guerrillera.
Dicha entidad ha denunciado a los principales jefes de las Farc como artífices o cómplices de estos crímenes, por tal motivo, sus relatos les resultan incómodos a los jefes guerrilleros, hoy desmovilizados y entregados al proceso de paz. Uno de los artífices de la Corporación es el fallecido periodista Herbin Hoyos, quien pasó años enteros escuchando a las víctimas de las Farc en su programa de media noche “Las voces del secuestro”.
En la publicación del informe final de la Comisión de la Verdad los relatos de la mujeres de Rosa Blanca no salieron publicados, sin embargo, más allá de la no publicación lo que está detrás de la ausencia de los testimonios, en Colombiacheck encontramos que se trató más una falta de sincronía y desconfianza entre la Corporación y la Comisión, sobre en el abordaje a las víctimas que las ganas de silenciar unos relatos crudos sobre responsabilidades de las Farc en casos de violencias sexuales y reproductivas.
En el mar de desinformación que ha suscitado la presentación del informe uno de los temas más recurrentes es el referente a que la Comisión no tuvo en cuenta, u omitió, los testimonios de las mujeres de Rosa Blanca. Por ejemplo, Caracol Radio tituló “Víctima de reclutamiento forzado no ha dado versión en Comisión de Verdad” y luego la víctima entrevistada (Vanessa García, de Rosa Blanca) añadió que: "A mí ni siquiera me han llevado por allá. Yo lo que he podido sacar a los medios y visibilizar. A nosotros no nos han dado oportunidad de estar por allá. Totalmente ignorados. Seguimos siendo revictimizadas”.
En una entrevista en Semana la senadora María Fernanda Cabal dijo que estaba preparando un informe diferente al de la Comisión porque en éste sí “incluirán los testimonios de la Corporación Rosa Blanca, mujeres víctimas de las Farc, que según la congresista tampoco fueron tenidas en cuenta por la Comisión de la Verdad”.
En la misma línea trinó (y retuiteó la cuenta de Rosa Blanca) Asocamvic - Fevcol, una organización Campesina de Víctimas opositora del Acuerdo de Paz, que mencionó que la Comisión no incluyó “testimonios de niñas víctimas de abusos sexuales realizados por FARC y agrupadas en @CorpoRosaBlanca”.
Uds no incluyeron testimonios de niñas víctimas de abusos sexuales realizados por FARC y agrupadas en @CorpoRosaBlanca, porque sólo les sirve narrativa contra las FFMM. Solo están interesados en lavar imagen criminales FARC.@SOFIAGAVIRIAC @MariaFdaCabal @VickyDavilaH @NTN24 pic.twitter.com/ApQLg5BCfv
— Asocamvic - Fevcol (@AsocamvicF) July 5, 2022
A la abundancia de publicaciones que apuntan a que la Comisión no escuchó se ha sumado una foto de una menor de edad en la que se dice que habría sido violada y fusilada por las Farc, pero que el caso fue omitido por la Comisión de la Verdad.
En detalle, el pasado 28 de junio, en redes sociales empezó de nuevo a circular una vieja foto, que se ha movido desde enero de 2018, en la que se asegura que la extinta guerrilla de las FARC violó y fusiló a María Nancy Castrillón García, alias ‘Marisela’.
En detalle, en la mencionada publicación, hecha en Facebook el pasado 8 de julio, el usuario Juan F. Salamanca, asegura: “Un insignificante ‘lapsus calami’ en el informe… nada de que preocuparse #InformeFinal #OmisiónDeLaVerdad” (sic).
La afirmación está acompañada por una pieza gráfica en la que se ve la foto en blanco y negro, de medio cuerpo de una niña, que tiene el titular: “Lo que ocultó el cura de Roux con su informe en la ‘Omisión de la Verdad’”. A continuación, se detalla: “La niña María Nancy Castrillón fue reclutada a los 13 años por las FARC y le pusieron el alias de Marisela. Fue llevada a la fuerza por el Frente 47, violada y luego fusilada porque quiso regresar a su hogar y trató de escapar”.
Por esas razones y porque en redes sociales han estado circulando piezas que cuestionan la ausencia de dichos relatos realizamos este explicador sobre por qué los testimonios de Rosa Blanca no están en el informe final.
Colombiacheck le hizo el rastreo a la imagen que circula en redes sociales y encontró que ésta se movió por primera vez el 25 de enero de 2018, a través de la cuenta de Twitter de la Corporación Rosa Blanca. Sin embargo, hoy es poco lo que se sabe del caso denunciado en ese momento e incluso de la imagen que acompaña la denuncia. Ni siquiera la misma organización denunciante le dio detalles concretos sobre el caso a Colombiacheck.
DENUNCIA 1. La niña María Nancy Castrillón García fue reclutada a los 13 años por las @FARC_EPueblo y le pusieron el alias de "Marisela". Fue llevada a la fuerza por Frente 47 de @FARC_EPaz fue violada y luego fusilada porque intentó escapar @IntlCrimCourt @JMVivancoHRW pic.twitter.com/tGYqmQxwOd
— Rosa Blanca (@CorpoRosaBlanca) January 25, 2018
En relación con la foto, Bertha Suárez, representante legal de la corporación, le confirmó a Colombiacheck que la organización fue la que publicó por primera vez la imagen. Según le explicó a este portal, la foto fue publicada por la community manager de la corporación junto con los que serían más casos de violencias sexuales y reproductivas cometidos por las FARC.
Suárez indicó que no podía dar más detalles de la foto de ‘Marisela’ y los otros casos porque la community manager ya no estaba vinculada con la corporación.
En 2018, pocos días después de que Rosa Blanca denunció el caso, páginas de internet como La Otra Cara, Cambio 16 y La Linterna Azul replicaron la historia. El primer sitio web mencionó que “hay casos más dramáticos en el país que nadie difunde y, por el contrario, pareciera que existiera un silencio cómplice en la prensa”.
Al respecto consultamos con la Fiscalía General de la Nación, que le explicó a este medio de verificación que “según la información suministrada por la Dirección Seccional de Antioquia, el caso está activo, en etapa de indagación y lo adelanta un fiscal especializado de esa seccional. Está cobijado por la reserva judicial por la etapa en la que se encuentra”, sin más detalles.
También consultamos a la Unidad de Víctimas, pero esta entidad no se pronunció frente al caso a pesar que este portal la buscó en reiteradas ocasiones.
Ahora, respecto a lo afirmado por la publicación objeto de este chequeo, en la que se dice “Un insignificante ‘lapsus calami’ en el informe… nada de que preocuparse #InformeFinal #OmisiónDeLaVerdad” (sic), Suárez le aseguró a Colombiacheck que la Comisión de la Verdad sí se acercó a esta entidad para que le diera información sobre éste y otros casos que conoce la corporación, pero al final no se logró llegar a un acuerdo entre las partes.
¿Por qué se dice que la Comisión omitió o no escuchó los testimonios?
Antes de resolver la inquietud es fundamental aclarar que la Comisión de la Verdad sí buscó a la Corporación para abarcar en el informe final los testimonios de las mujeres excombatientes de Rosa Blanca. Colombiacheck tuvo acceso a una serie de documentos de la Comisión en los que se detalla cómo fue el proceso de acercamiento y diálogo con la Corporación. En total ambas partes establecieron comunicación mínimo nueve veces entre reuniones, llamadas telefónicas y correos electrónicos (ver documento adjunto que fue enviado al correo sobre “Resumen ejecutivo de reuniones”).
En las comunicaciones la Comisión buscó que Rosa Blanca hiciera parte del informe final mediante su relato de los casos de violencias sexuales y reproductivas que han denunciado, pero hubo desacuerdo por el proceso de “acompañamiento psicosocial”. La corporación no estuvo de acuerdo con este tipo de acompañamiento mientras que para la Comisión era “uno de los criterios éticos dispuestos” en la metodología de la entidad.
Bertha Suárez, representante legal de Rosa Blanca y Sara Morales; integrante de la corporación y quien ha denunciado violencia sexual y reproductiva por parte de los comandantes de las Farc; le explicaron a Colombiacheck que sintieron que la metodología de la Comisión podría ocasionar que se tergiversaran los testimonios de las víctimas de Rosa Blanca, e inclusive, indicaron sus temores en relación a que los testimonios fueran influenciados o cambiados.
Sobre los acercamientos entre Rosa Blanca y la Comisión, Morales le explicó a Colombiacheck que “una cosa es que hayan oído y otra que hayan escuchado”. Aclaró que aunque hubo acercamientos por parte de la entidad estatal, ella no se sintió escuchada. Lo anterior, explica por qué la Corporación no se sintió escuchada o se sintió omitida.
Por otra parte, Salomé Gómez, coordinadora del grupo de trabajo de género de la Comisión, dijo que: “a pesar de todos nuestros esfuerzos y disposición para contactar de manera directa a las víctimas de la corporación o del apoyo ofrecido técnico y financiero de la Comisión para que presentaran informes o testimonios, no fue posible”. Otra de las misivas de la Comisión a Rosa Blanca, en octubre de 2019, la invitó a presentar sus informes:
“En este sentido insistimos en mantenernos en contacto y seguimiento para recibir sus aportes ya sea a través de informes, casos o entrevistas según lo que ustedes puedan definir. Desde el Grupo de Trabajo de Género, mantenemos nuestro compromiso en garantizar que sus voces sean escuchadas y aporten al esclarecimiento de la verdad, en relación con los hechos, impactos y afrontamientos de mujeres excombatientes”.
¿De qué se trataba el acompañamiento psicosocial que ofrecía la Comisión de la Verdad?
El acompañamiento psicosocial era fundamental para la CEV, porque, como ya mencionamos, se trataba de “criterios éticos” que la entidad le prestaba a las víctimas. Mientras que para la Corporación Rosa Blanca, éste tipo de acompañamiento podría terminar afectando la fidelidad del relato de las víctimas y acarrear otro tipo de circunstancias.
La Comisión diseñó el “Manual en Formación en Enfoque Psicosocial” que, de su página 19 a la 21, define lo que es y las características de este tipo de acompañamiento:
“Debe cuidar de: i) la movilización emocional alrededor de las actividades; ii) reconocer el significado de los hechos o impactos traumáticos vividos; iii) cuidar los procesos mismos, el cómo se llevan a cabo y no solo el qué se hace, para que sean positivos; estar atentos a reconocer o facilitar formas de resignificación, simbólicas o de refuerzo del tejido social”.
Más allá de poner en la palestra pública que los casos de Rosa Blanca no fueron escuchados o fueron omitidos, los críticos del informe final han enfilado baterías en dejar la idea de que en general el informe exime de responsabilidad alguna a las Farc en cuanto a crímenes contra menores de edad por violencias sexuales y reproductivas. Un ejemplo de lo anterior es precisamente el caso que ya referenciamos de la niña “Marisela”. Sin embargo, lo cierto es que el informe sí hace referencia a este tipo de crímenes por parte de las Farc y los señala de manera directa. Veamos algunos ejemplos.
En el capítulo “No es un mal menor” se mencionó durante seis páginas, de la 182 a la 188, las “Violencias contra las niñas y adolescentes reclutadas”. Se le da un rol ponderante a las acciones victimizantes de las Farc aunque también se habla de otros grupos armados ilegales como ELN, paramilitares, etc. A continuación algunos fragmentos:
Las voces de las niñas y adolescentes reclutadas por los grupos armados manifiestan una vivencia de la guerra diferente a la de sus compañeros hombres. El uso de métodos anticonceptivos, los abortos, el acoso, la violación sexual y la tortura pueblan sus testimonios, lo que da cuenta de una violencia diferenciada por el hecho de ser mujeres. En una estructura fuertemente jerárquica y patriarcal, sufrieron violencias y subordinación por su condición de mujeres y por la edad.
«Que te pongan un implante a las malas»: anticoncepción y aborto forzado
Uno de los primeros actos violentos que sufrió Esperanza al ser reclutada por las FARC-EP fue un procedimiento médico en el que le introdujeron, sin su consentimiento, un dispositivo intrauterino. Tenía doce años y un desconocimiento casi total de lo que estaba pasando”. Pg 182.
«Muchos comandantes sometían a las mujeres. Que si llegó una muchacha y es bonita y le atrajo al comandante, le hace la vida imposible si no se lo daba. Entonces que si usted no va a dormir esa noche con el comandante, usted es la de ranchar, la de remolcar, la de la guardia, la que va a arrear las mulas, la que va a echar de comer a los marranos, la de todo”. Pg 187.
La Comisión también abordó el tema en el capítulo de “Mi Cuerpo es la Verdad”. En la sección 1.2. sobre “Las violencias sexuales y reproductivas contra niñas y mujeres”. Se mencionó la responsabilidad de las Farc y otros grupos armados en estos hechos victimizantes aunque no se abordó un caso específico de niñas reclutadas víctimas de violación sexual. Lo que sí se mencionó en el capítulo son fragmentos como el siguiente:
La Corporación a lo largo de los años ha denunciado por medios de comunicación los casos de mujeres excombatientes de las Farc que siendo menores de edad fueron víctimas de violencias sexuales y reproductivas.
Un mes después del lanzamiento del informe final, y tras la falta de acuerdo con la Comisión, Rosa Blanca publicó su versión sobre las violencias contra mujeres menores de edad en las Farc que denominó: “Testimonios de la Rosa Blanca: historias de mujeres víctimas de reclutamiento forzado, violencia sexual y basada en género por parte de las Farc - EP”. El libro fue realizado en el marco de una iniciativa de memoria histórica del Centro Nacional de Memoria Histórica, Cnmh.
La publicación no mencionó con nombre propio el caso de ‘Marisela’ y otros siete más que Rosa Blanca había anunciado en sus redes sociales, por ejemplo, el de Claribel Londoño o Isnarda Ramos.
En el informe de 207 páginas se abordó de manera detallada los casos de 19 mujeres victimizadas por la extinta guerrilla. En ninguno de los 19 relatos se reveló la identidad de las testimoniantes. A continuación un fragmento de una de las 19 historias:
“En ese momento le dije que me quería ir y aclaré que yo no me llamaba así, pero él me respondió que ya me había mirado en el pueblo y que ese nombre ya me lo tenía. Él tenía en ese tiempo 45 años y yo nunca más volví a mirar a mi mamá desde ese día. A partir de ese momento nos asignó un cambuche a seis niñas más de edades entre los diez y doce años, pero yo era la menor. Como a los ocho días de empezar a dormir nos hizo cambiar de sitio, caminamos de noche muchas horas y ya no supe dónde estaba. Cuando empezamos a acampar en los otros lugares, me ordenó que me quedara con él a dormir. Cuando pasaron los meses empezó a violarme, diciéndome que yo ya era una mujercita y que debía estar con él.
Yo recuerdo que después de eso, tenía ganas de no vivir por todo lo que me estaba pasando: todo el tiempo me obligaba a estar con él, me pegaba, me mordía el cabello, me lo cortaba cuando él quería, me amarraba en las noches cuando se enojaba con el equipo o por algo, me ponía a palear potreros, a cambiar pastos, trincheras, a cargar leña y como me tenía prohibido tener amigos, cuando me veía hablando con otras muchachas también me castigaba”. Pg 46.
En relación a la reserva y el carácter anónimo de las víctimas, Salomé Gómez, coordinadora del grupo de trabajo de género de la Comisión explicó que en el caso de la entidad cuando se tomó “un testimonio de personas ya adultas (violentadas siendo niñas) a la víctima se le preguntaba si quería salir con su nombre o con un seudónimo (...) Esa fue una de las tareas más dispendiosas que en cada capítulo estuviere garantizado la seguridad para las víctimas. La mayoría de los nombres son cambiados, son pocas las víctimas que deciden salir con su nombre”.
Lo anterior, se explica porque en un informe es tan complejo que las identidades de las víctimas salgan con nombre propio a no ser que sean casos emblemáticos. “Cuando ya son lideresas, tienen reconocimiento y ya han hablado públicamente pues deciden reinvidicarse con su nombre, pero la mayoría ha pedido su cambio y así lo hemos hecho con cada uno de ellas” dijo Gómez.
En definitiva, la Comisión sí se acercó a Rosa Blanca para escuchar y abarcar sus relatos (puede verse las pruebas reveladas por Colombiacheck) en el informe final, pero no hubo acuerdo por la metodología en que las partes consideran debe darse un proceso de escucha.
Pero es claro también que la Comisión sí registró casos de violencias sexuales y reproductivas contra menores de edad por parte de las Farc aunque no los de Rosa Blanca. El informe final sí registra casos de violencias sexuales y reproductivas aunque no con la minuciosidad que lo hace el libro de Rosa Blanca que publicó 19 casos distintos (todos anonimizados) a los que ha venido difundiendo por redes sociales.