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Falso

Viernes, 29 Septiembre 2023

Carlos Alonso Lucio reedita desinformación sobre ‘Jóvenes en Paz’ y estigmatiza a la Guardia Indígena

Por Alexander Campos Sandoval

En una videocolumna de opinión, el exsenador insiste en teorías que relacionan la iniciativa del gobierno nacional con la creación de grupos armados.

El pasado sábado 23 de septiembre, la usuaria de Instagram @eriro129 publicó un video con el texto superpuesto “No podemos permitir que Petro arme sus milicianos”, en el que se ve al exsenador Carlos Alonso Lucio leyendo una columna de opinión en la que alude al programa ‘Jóvenes en Paz’ como una “estrategia de milicianización”.

La publicación acumula 3.488 reproducciones y difunde un metraje originalmente publicado el 27 de agosto en el canal de YouTube Civic@s, donde el excongresista cuelga videos del mismo estilo desde abril de 2023. Allí, la videocolumna alcanza 33.337 visualizaciones y 2.500 ‘me gusta’.

En Colombiacheck analizamos las afirmaciones del video y encontramos que son falsas y estigmatizantes.

Para empezar, Lucio menciona constantemente a “milicianos” y “primera línea”, aunque nunca menciona el proyecto al que se refiere con estos señalamientos. Sin embargo,  la cifra de “100.000” hace parte de las narrativas de desinformación que han circulado en contra del programa ‘Jóvenes en Paz’ que busca implementar el gobierno de Gustavo Petro. 

Así lo explicamos hace un año en “Así se tergiversó el programa ‘Jóvenes en Paz’ de Petro como si fuera un supuesto ejército” y en chequeos posteriores.

El 13 de septiembre de 2022, Gustavo Petro se refirió públicamente, por primera vez como mandatario, a ‘Jóvenes en Paz’. Se trata de un programa con el que se propone implementar a nivel nacional una experiencia que desarrolló cuando ocupó la Alcaldía de Bogotá (2012-2016). Esta fue una de las propuestas de su programa de gobierno y a día de hoy se encuentra incluido en el Plan Nacional de Desarrollo y cuenta con un proyecto de decreto.

La iniciativa busca abordar la seguridad ofreciendo a jóvenes incentivos estatales a cambio de abandonar la delincuencia y participar en procesos formativos, ofreciéndoles pagos por no involucrarse en la violencia y enfocarse en la educación. La idea de Petro de combatir la criminalidad a partir de auxilios económicos y educación ha sido consistente en el tiempo, pues ya en 2018 y 2021, antes de alcanzar la Presidencia, señalaba la iniciativa como una posible política pública. Él mismo lo ha descrito como “pagar por no matar”.

Lucio afirma que, además de armar a las “milicias”, el jefe de Estado busca otorgarles “por ahí derecho un carnet oficial en el bolsillo”. Posteriormente, insiste en esa descripción: “La creación de 100.000 milicianos con nuestro dinero y con carnés oficiales no es una política pública presidencial. Es una política presidencial criminal”. 

Sin embargo, no encontramos fundamento para estas alertas en el proyecto de decreto, en el que no se encuentra ninguna alusión a carnetización o armamento, ni se menciona la creación de “colectivos”, “milicias” o alguna forma de agrupación armada. Así mismo, las transferencias figuran condicionadas a componentes educativos y de trabajo social.

Falsas equivalencias y estigmatización

En su texto, Lucio advierte: “Estudien con bastante cuidado lo que pasó y sigue pasando con los tales colectivos que armó Chávez en Venezuela”. Esta comparación fue una de las primeras narrativas esgrimidas ante el anuncio de la iniciativa ‘Jóvenes en Paz’, aun cuando los colectivos no son realmente grupos avalados por la ley venezolana sino paramilitares con apoyo oficialista.

La Milicia Nacional Bolivariana, en cambio, fue creada por el fallecido exmandatario Hugo Chávez y estipuló la creación de un grupo de civiles armados bajo el mando del presidente. En 2020, su sucesor y actual gobernante del país vecino, Nicolás Maduro, integró estas agrupaciones a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.

Como se ve, no hay correspondencia entre la modificación legal de las fuerzas armadas en Venezuela y el proyecto de decreto de ‘Jóvenes en Paz’. La presentación que ha hecho el presidente Petro sobre su iniciativa no sugiere reforzar el pie de fuerza a base de civiles ni incide de manera alguna en el monopolio del poder armado.

La Guardia Indígena

Finalmente, el exsenador asegura que la iniciativa del Gobierno se equipara a “las famosas guardias indígenas” que, según dice, son “milicias que armaron entre el Consejo Regional Indígena del Cauca, las FARC y todo tipo de organizaciones criminales”. Igualmente, alude a las “guardias campesinas” que describe como “milicias también por cuenta de las tiranías regionales que ha venido montando las FARC de Iván mordisco”.

Como explicamos en “¿Los guardias indígenas que se manifestaron frente al Congreso estaban armados?”, las guardias indígenas cuentan con respaldo constitucional, en tanto el Artículo 246 de la carta magna estipula que “las autoridades de los pueblos indígenas podrán ejercer funciones jurisdiccionales dentro de su ámbito territorial, de conformidad con sus propias normas y procedimientos, siempre que no sean contrarios a la Constitución y leyes de la República. La ley establecerá las formas de coordinación de esta jurisdicción especial con el sistema judicial nacional”.

Esto evidencia que la acción de los señalamientos de Lucio sobre la guardia indígena son falsos y estigmatizantes. 

Como se ve, tampoco las referencias públicas del presidente Petro al programa ‘Jóvenes en Paz’ ni su Proyecto de Decreto estipulan una relación de protección territorial armada, o le confiere a sus beneficiarios legitimidad de la fuerza. De hecho, entre los compromisos de trabajo social no se avalan acciones de seguridad o defensa. En cambio, se insta a los miembros del programa a realizar trabajos en los ámbitos “comunitario, ambiental, paz y convivencia, cultural y artístico, deportivo y recreativo, dialógico, ciencia, tecnología e innovación, turismo y digital, entre otras”.

El Proyecto de Decreto de la iniciativa ‘Jóvenes en Paz’ no contiene ningún fundamento para las alertas del excongresista. No se mencionan labores de seguridad o defensa, no se alude a carnetización o entrega de armamento, ni se estipula ninguna forma de agrupación de los beneficiarios. Además, la iniciativa no es equiparable a los ‘colectivos’ de Venezuela en tanto no modifica la composición de las fuerzas armadas, ni está relacionada a la guardias indígenas, dado que estas responden a reivindicaciones de los pueblos indígenas y su relación con el territorio.