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Chequeo Múltiple
Un gráfico presentado por la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, muestra a la capital colombiana con más unidades de cuidados intensivos (UCI) en total y frente a su población que las ciudades de Los Ángeles (Estados Unidos), Buenos Aires (Argentina), México (México) y Lima (Perú); dos países enteros, Chile y Perú, y las comunidades de Madrid y Cataluña, en España. Además, aparece por debajo, pero muy cerca, de Nueva York.
La mandataria distrital enfatizó en ese dato durante una transmisión en vivo por sus redes sociales el pasado 18 de enero, cuando dijo que esto convertía a Bogotá en “la segunda ciudad en América que más creció” en disponibilidad de estas camas. Sus afirmaciones incluso fueron citadas en Twitter por la concejala Andrea Padilla, que pertenece a su mismo partido político, la Alianza Verde, y en medios de comunicación que también recopilaron algunas dudas sobre la información.
Por petición de una lectora, Colombiacheck se puso a la tarea de verificar el contenido del gráfico y la frase de López. El resultado fue que el diagrama es cuestionable porque hace una comparación poco rigurosa con una mezcla de cifras correctas, inexactas y dudosas sin criterios claros de inclusión; mientras que la conclusión que sacó la funcionaria al aire es falsa, puesto que el crecimiento de otras ciudades en el continente es superior.
De acuerdo con los datos del Ministerio de Salud hasta el 20 de enero, Bogotá tiene 2.411 camas de cuidados intensivos, 30 más que las presentadas por López dos días antes. Con la proyección de población para la ciudad en 2021 hecha por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), que es de 7,8 millones de personas, la tasa es de 30,9 camas por cada 100.000 habitantes. Hasta ahí, acierta la mandataria.
El panorama se complica al revisar las otras ciudades, los países y las regiones mencionados. Y la Alcaldía Mayor no le contestó a Colombiacheck. El 19 de enero le preguntó a su jefa de prensa, Katherine Santos, por la fuente de los datos y la forma como fueron seleccionadas las contrapartes de la comparación.
“¿Qué hace ahí Chile? ¿Por qué mezclamos países con ciudades? Lo hacen para poder decir: ‘mira, incluso más que un país entero per cápita’, pero eso en realidad carece de sentido. Lo normal es que tenga menos UCI por persona que una capital porque esta asume casos de otras ciudades, el país no lo hace con los de otros países”, explica el analista de datos Jorge Galindo.
El diagrama cuenta 26 camas más que las 2.200 reportadas por el gobierno chileno una semana antes en medios (aunque la iniciativa de verificación Fact Checking Cuenta Pública ha encontrado antes inconsistencias que hacen inchequeable la cifra oficial, que en julio hablaba de 3.114 unidades). Entre tanto, la población actual del país pasa de los 19 millones de personas, por lo que la tasa por 100.000 habitantes sería de 11,7 y no de 13.
Frente al otro país que aparece completo, Perú, los datos del portal Open COVID muestran que había 1.826 camas UCI para la fecha del trino. La diferencia en el número es igual a la de Chile y, con su población de 32,6 millones de habitantes, la proporción es de 5,6 por cada 100.000 que el gráfico redondeó a 6. Pero las razones por las que la comparación es inadecuada también son las mismas.
En cuanto a su capital, Lima, la misma fuente dice que tenía 922 unidades, 20 más que en el diagrama. Dados 9,7 millones de habitantes, son 9,5 por cada 100.000 que la Alcaldía dejó aproximadas a 9.
Para seguir en Latinoamérica, Ciudad de México reportaba tener 2.132 “camas con capacidad de intubación para atención a COVID-19” el 19 de enero. El número se acerca al que le atribuyó la alcaldesa bogotana, que se descacha en 15 por debajo. Sin embargo, de entrada hay una diferencia que afecta la comparación porque el gráfico de López incluye todas las UCI de la ciudad, no solo las destinadas a la atención de la pandemia.
Esto también afecta la tasa. A pesar de que el cálculo de 23,7 por cada 100.000 de sus 9 millones de habitantes sí se puede redondear al 24 del diagrama, al incluir las unidades no-COVID debe ser más alto. Esa sería la cifra correcta para comparar con el dato de Bogotá, pero Colombiacheck no pudo encontrarla.
La capital argentina, por su parte, dio un reporte oficial de 2.158 UCI en octubre de 2020 (no apareció una base de datos actualizada). La cifra es igual a la que presentó la alcaldesa. El problema es que corresponde al Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que integra a 24 municipios vecinos, pero el cálculo de la tasa está hecho con base en la población que sale en Google para la provincia homónima, que no incluye la ciudad porque es autónoma y que corresponde a 2015.
La proyección actualizada solo para el AMBA es de 14,5 millones de personas (3,1 de la ciudad y 11,4 de los partidos aledaños). Por tanto, la tasa por 100.000 habitantes sube a 14,8 frente al 13 del gráfico.
Con Madrid, que además se sale del continente, pasa algo similar porque las cuentas están hechas con toda la comunidad y no solo con su capital homónima, que tiene menos de la mitad de la población. Las 1.369 camas que cuenta la región en noticias recientes son 110 más que las presentadas por López. Así la tasa por 100.000 personas da 20,1 y no el 19 que está en el gráfico.
Cataluña, que tampoco es ciudad, registra 1.521 UCI en la misma fuente de prensa. Son 132 más que en el diagrama. Con 7,8 millones de habitantes, da 19,5 por cada 100.000, frente a 18 que aparecen en el gráfico.
En cuanto a Los Ángeles, el censo de los Estados Unidos calcula que 4 millones de personas viven en la ciudad, pero la presentación de López está hecha con los 10 millones de todo el condado. Los datos de este último cuentan cerca de 2.500 unidades, 300 más que en la diapositiva. Por tanto, son 25 por cada 100.000 habitantes; no 21.
Pero el mayor énfasis de la alcaldesa estuvo en la cercanía entre Bogotá y Nueva York, que además tiene una población similar (8,3 millones). Las camas UCI para el 19 de enero eran 2.518, de acuerdo con información oficial. Aunque son 68 más que en el gráfico, la tasa por 100.000 habitantes es de 30,3 y se puede redondear en 30 como lo hizo López.
No obstante, esta comparación tiene otro tipo de problemas, sobre todo de contexto. “Listo, las dos ciudades están iguales en ese indicador. ¿Pero en el personal que maneja las UCI? ¿De eso qué sabemos? No tenemos datos, que yo sepa”, señala Galindo. Es probable, según él, que la norteamericana esté mucho mejor en este aspecto.
Además de las comparaciones inadecuadas y la descontextualización, el analista le hace un tercer cuestionamiento al gráfico: no están claros los criterios para incluir o no a ciertas ciudades. De modo que se trata de una mezcla de datos ciertos o aproximados (la mayoría) con algunos inexactos, todos manejados sin rigor y puestos ahí para que Bogotá se vea bien. Por eso, la calificación es cuestionable.
Además, esta falta de criterios de inclusión tiene mucho que ver con la conclusión errónea de la mandataria local.
De acuerdo con cifras de la propia Secretaría de Salud, Bogotá tenía entonces 935 camas UCI en abril de 2020. Esto quiere decir que las 1.400 nuevas representan un aumento del 150 por ciento. Pero esto no convierte a Bogotá en la segunda ciudad del continente que más ha crecido en capacidad de cuidados intensivos durante la pandemia.
Entre las ciudades más pobladas de América, Los Ángeles pasó de 600 camas en marzo de 2020 a la reciente cifra de 2.500, un crecimiento del 316 por ciento (aunque los datos son de todo el condado, para no perder la costumbre). México, por su parte, tenía una capacidad de apenas 400 en ese entonces y las ha cuadruplicado. Ya con eso, Bogotá es la tercera a lo sumo en términos absolutos.
En cuanto a la proporción, además de las ciudades fuera de Colombia, Medellín también ha sacado pecho por triplicar sus unidades de cuidado intensivo. Incluso al comparar con departamentos, Boyacá y Caquetá se quintuplicaron; Norte de Santander también multiplicó por tres su capacidad y varios más se duplicaron igual que Bogotá, como lo ha reconocido incluso la prensa internacional.
De modo que no solo el gráfico es cuestionable sino que la conclusión a la que llegó López en su presentación y en el trino es falsa. De hecho, el mensaje fue borrado de la cuenta después de que La Silla Vacía verificó que, aparte de todo lo anterior, otras grandes ciudades latinoamericanas tienen más UCI en total y per cápita, en particular Sao Paulo y Río de Janeiro.