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Falso
El 10 de diciembre de 2016 no solo será recordado por la entrega del Premio Nobel de Paz al presidente Juan Manuel Santos sino también por polémica suscitada ante la pregunta de Karla Arcila, periodista de RCN, que haciendo eco de señalamientos promovidos por opositores al gobierno Santos, indagó al Presidente si era cierta la versión de que el premio Nobel le fue entregado por los intereses petroleros de Noruega en Colombia.
La pregunta de Arcila recogía las dudas que en Colombia sembraron algunos seguidores del senador Álvaro Uribe Vélez, quienes replicaron las suspicacias que dos periodistas de medios internacionales lanzaron sin mayor investigación y nula contrastación.
Los primeros en sacar a flote dicho rumor fueron los periodistas extranjeros Lia Fowler del portal Periodismo Sin Fronteras y el columnista del diario ABC de España, Ramón Pérez Maura. Ambos sugirieron que como la presidente del Nobel de Paz, Kaci Kullmann Five, trabajó años atrás en Statoil y ahora esa empresa tenía bloques para exploración petrolera en Colombia, eso demostraba que el galardón fue comprado y pagado con petróleo.
Pérez Maura fue más allá y señaló que “es imposible que Statoil tuviera una participación en esos yacimientos petrolíferos sin el visto bueno de la presidencia de la República, cuyo titular era Juan Manuel Santos”.
En nuestro país uno de los primeros en hacer eco a estas conjeturas sin fundamento fue el político del Huila, Álvaro Hernán Prada, representante a la cámara por el Centro Democrático.
El 11 de diciembre y a través de su cuenta de Twitter lanzó una grave acusación contra el presidente Santos:
Santos cambió petróleo por Nobel y sangre por poder. Pasará a la historia como el #NobelComprado por el terrorismo.
— Álvaro Hernán Prada (@ALVAROHPRADA) 11 de diciembre de 2016
Colombiacheck buscó al representante Prada con el ánimo de conocer en qué pruebas basa su señalamiento, pero aunque lo llamamos, enviamos correos electrónicos y hablamos con la coordinadora de su unidad de trabajo legislativo, éste no nunca apareció.
Hay que decir que Álvaro Uribe Vélez, jefe político de Prada, no acompañó en la acusación al congresista huilense, como lo aclaró el propio Centro Democrático por medio de un comunicado.
Mientras que Prada no presente públicamente las pruebas de que el presidente Santos compró el Nobel con petróleo, Colombiacheck califica su aseveración como falsa.
En referencia a este espinoso tema y para mayor claridad de los lectores, Colombiacheck entrevistó , Mariano Aguirre, director del Centro Noruego para la Resolución de Conflictos (Noref), quien calificó las acusaciones referentes a la supuesta compra del Nobel “son ridículas”.
Kristian Harpviken, sociólogo noruego y director del Prio (Peace Research Institute Oslo o Instituto de Investigación de Paz en Oslo), explicó a este portal que acusaciones de corrupción frente al premio Nobel “sí se han dado pero nunca han sido probadas,ni siquiera son tomadas en serio”.
Harpviken citó el Premio Nobel otorgado en 2000 a Kim Dae Jung, presidente de Corea del Sur, un caso que suscitó mucha polémica y que aún algunos historiadores investigan porque según creen Dae Jung realizó una maniobra por medio de sus aparatos de inteligencia para atraer la atención del Comité del Nobel y luego alzarse con el galardón.
Sin embargo, Harpviken aclaró que en ese caso nunca se comprobó ninguna forma de pago a los miembros del Comité y explicó que “las acusaciones al Premio Nobel de Paz parecen inevitables” pero señaló que “todo eso refuerza el enorme estatus y prestigio del premio”.
Harpviken dijo que, como observador cercano del Nobel, no ha escuchado ningún rumor, a excepción de Colombia, sobre la corrupción señalada en el galardón de Paz otorgado en 2016.
Otro testimonio importante, que arroja luz sobre esta falsa acusación, lo entregó Erik Haaland, gerente de comunicaciones de Statoil. El funcionario en diálogo con la emisora La FM explicó que no se podía establecer una relación directa entre la entrega del Premio Nobel de Paz noruego al presidente Santos y los negocios que la compañía Statoil (también noruega) tiene en Colombia. “No hay conexión, son dos cosas independientes. No tienen que ver el uno con el otro”, explicó.
Haaland sostuvo que la presidenta del Comité Noruego del Nobel estuvo en la junta directiva de Statoil de 2003 a 2007 y que la compañía solo llegó a Colombia en el 2014, dato que verificó Colombiacheck en el Registro Único Empresarial y Social donde está documentado que la empresa extranjera apenas aterriza en el país en septiembre de 2014.
Esta compañía internacional, según explicó el funcionario, tiene una estrategia global de exploración y así lo evidencia su página oficial en donde revela presencia en 36 países del mundo.
En septiembre de cada año el Comité abre las postulaciones para quienes quieran nominar a una persona u organización a optar por el galardón y cierran el plazo de inscripción cada febrero. Es decir, actualmente queda un buen número de días para las inscripciones de candidatos al Nobel de Paz de 2017.
Los nominadores deben ser miembros de las asambleas nacionales y los gobiernos nacionales de los estados soberanos (entre ellos los jefes de Estado); miembros de la Corte Internacional de Justicia de La Haya y de la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya; miembros del Institut de Droit International; profesores, rectores o directores de determinados temas afines a la paz y las ciencias sociales; personas galardonadas con el Premio Nobel de Paz; los miembros del consejo de administración principal o su equivalente para las organizaciones que han sido galardonados con el Premio Nobel de Paz; miembros actuales y anteriores del Comité Nobel de Noruega y exasesores del Comité Noruego del Nobel.
En síntesis, no cualquiera nómina. Pese a ello, 2016, según informó el sitio web del Nobel, ha sido el año en que más nominados fueron inscritos para competir por el galardón: 376 candidatos entre personas u organizaciones. Ese número le arrebató el récord a 2014 que con 278 candidatos fue el año en el que más candidatos habían sido postulados.
Aunque la información del proceso de selección de cada Nobel solo se hace pública 50 años después de entregado, siempre trascienden varios detalles a los medios, 2016 no fue la excepción y entre algunas cosas se supo que el nominador del presidente Santos fue el parlamentario socialista Heikki Holmås, por lo menos eso dijeron varios medios de comunicación, entre ellos CNN.
De la extensa lista de postulados los miembros del Comité empiezan el barrido y como todos los años dejan una lista más corta en marzo que oscila entre 20 y 30 candidatos, explica el sitio oficial del Nobel.
Con el corto listado entran a la toma de decisiones los asesores permanentes del Nobel, profesores noruegos relacionados con temas de paz, el director del Nobel y el director de investigación del galardón. Estas personas tienen la misión de hacer informes sobre los candidatos que están en la lista corta y pasar las investigaciones a los cinco miembros del comité. En ocasiones se pide la ayuda de expertos extranjeros.
Todos los informes de los diferentes sectores se hacen entre abril y agosto y con estos informes empieza la deliberación entre los cinco miembros del Comité Noruego de Paz quienes dan su veredicto en el mes de octubre y otorgan el premio en diciembre. A Santos le anunciaron el galardón el 6 de octubre, cuatro días después de su derrota en el plebiscito.
En la selección del Nobel participan un buen número de personas, sin embargo, finalmente son los cinco miembros del Comité Noruego de Paz quienes escogen el vencedor. Además de la presidente del Comité, Kaci Kullmann Five, hay dos mujeres más y dos hombres, quienes conforman el Comité. Estos miembros según le explicó a Colombiacheck Kristian Harpviken son escogidos por el parlamento noruego de acuerdo a la representación de cada partido en ese órgano legislativo.
Colombiacheck con ayuda de Harpviken presenta un pequeño perfil de los cinco miembros del Comité:
Kaci Kullmann Five: Es una líder empresarial noruega, viene del Partido Conservador de su país (el que ha liderado), ha sido ministra de Comercio y Transporte, fue miembro del Parlamento Noruego y trabajó en la compañía petrolera Statoil. Ha sido elegida para ser miembro del Comité Noruego del Nobel para el periodo 2015 - 2020.
Berit Reiss-Andersen: Tiene poesía en las venas, su abuelo fue Gunnar Reiss -Andersen, un escritor de poemas. Ella también ha escrito, hizo en coautoría con la ex ministra de Justicia Anne Holt dos novelas policiacas. Aunque ha incursionado en las letras su fuerte es la política. Es abogada y llegó al Comité Noruego del Nobel por nominación del partido al que ha pertenecido, el Partido Laborista Noruego. Fue elegida para estar en el comité para el periodo 2012 y 2017. Fue elegida como presidenta del Colegio de Abogados de Noruega y también se ha desempeñado como secretaría de Estado del Ministerio de Justicia y Policía. También ha brillado por su rol en el campo de los derechos humanos.
Inger-Marie Ytterhorn: Viene del Partido del Progreso de Noruega, colectividad a la que también asesora. Su esposo, ya fallecido, también fue parlamentario. Se desempeñó como miembro del Comité Ad hoc de la Ley Electoral en Noruega y fue elegida para estar en el Comité Noruego del Nobel para el periodo 2012 - 2017.
Henrik Syse: Es filósofo e investigador del Prio. Fue elegido en el comité para el periodo 2015 -2020. Fue nombrado por el Partido Conservador y es junto con Reiss-Andersen de los que han estado más relacionados con las temáticas del Premio Nobel. De acuerdo a Kristian Harpviken, él junto con Reiss-Andersen están en el Comité no tanto por causas políticas sino por sus competencias en áreas temáticas del corazón del Premio Nobel de Paz.
Thorbjørn Jagland: De los cinco miembros del comité es el que ha logrado tener mayores cargos políticos. Viene del Partido Laborista, fue primer ministro, presidente del Storting y fue elegido como secretario general del Consejo de Europa. Fue elegido para el periodo 2015 - 2020.
Ante la polémica que ha suscitado la pregunta de la periodista de Noticias RCN en plena entrega del galardón de paz sobre si el Premio Nobel de Paz fue comprado o no Colombiacheck consultó al maestro y director del consultorio de la red Ética Segura de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, Fnpi, Javier Darío Restrepo, sobre el caso.
“Hacer una entrevista con sentido profesional, y por tanto ético, supone en primer lugar que el periodista tenga claro para qué hace la entrevista: ¿para ganar sintonía? ¿prestigio? ¿para poner a alguien entre los palos? ¿para informar al receptor de la información?
Es evidente en este caso que no se trataba de mejorar la información de los receptores. Sin embargo, uno entrevista teniendo en cuenta principalmente al receptor.
Y eso excluye que la entrevista sea para beneficio del periodista, o que tenga por finalidad favorecer al medio de comunicación, o para un partido político o un gobierno, tampoco puede ser la finalidad de entretener.
Es igualmente claro que la finalidad de la entrevista es el interés del receptor por el bien común.
El entrevistador debe tener en cuenta las condiciones de su fuente, para garantizarle al receptor una buena información. Por tanto, hay que reconocer de hecho que el entrevistado es un colaborador del periodista y, sobre todo, de los receptores. A través de él se va a conocer algo o alguien. ¿Está la fuente en condiciones para aportar al conocimiento del receptor? ¿Cuáles son las limitaciones de su conocimiento? ¿Lo limitan acaso sus intereses? Por eso cuando se pretende convertir la entrevista en un juicio al interlocutor, el periodista pisa un terreno minado.
¿Usted es quién para acusar a alguien? ¿Dispone de pruebas? ¿Pregunta solo para crear escándalo o expectativa? ¿Pregunta para obtener información útil para los receptores y para la justicia? ¿Pregunta por encargo, sin conocer el tema y como idiota útil de alguien?
Esto nos lleva a la tercera consideración: ¿en qué consiste su trabajo? ¿Es para entretener? ¿Es para servir los intereses de su canal, de su editor, de su anunciante, de su partido, de su gobierno, o para servir a los receptores de información?
La más noble de las finalidades en este caso es la de servir a través de la información más completa posible a todos los receptores”.