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Falso

Lunes, 13 Septiembre 2021

Esta foto no es de hechos atribuidos a Petro o al M19 sino de Ayotzinapa

Por Ana María Saavedra

La publicación de Facebook es similar a una desinformación que ya habíamos verificado acerca de las “cárceles del pueblo” y Gustavo Petro. En Colombiachek le explicamos  que mezcla datos falsos con una imagen de peritos forenses en México.

En una publicación de Facebook compartida a propósito del Día de los Derechos Humanos el 9 de septiembre de 2021, se ve una imagen del senador Gustavo Petro junto a otra de un equipo forense trabajando en lo que parece una fosa común. Las fotografías van acompañadas de un extenso texto que mezcla afirmaciones y opiniones y en los que se habla de los crímenes de la guerrilla del M-19 a la que perteneció el senador Petro, y que firmó la paz en marzo de 1990

“Hoy en el día Nacional de los derechos humanos todavía hay personas qué se hacen llamar humanistas dueños de la verdad de la dignidad y moral”, dice el mensaje. Según una herramienta a la que tenemos acceso en Colombiacheck por el programa 3PFC en alianza con Facebook, la publicación hasta ahora ha tenido 25.900 visualizaciones y ha sido compartido por 569 personas. 

La publicación, además, indica lo siguiente: “Algunos de los miembros del grupo terrorista M-19 se les sigue olvidando cuando a sus víctimas las enterraban vivas habrían un hueco en picada de tres metros de profundidad y los desbiaban (sic) otros dos metros quedando en forma de "L" y los cubrían con el follage de la misma selva😡 los mantenian así por días o meses, claro no sin antes defecar sobre la cabeza de ellos para así el señor de las bolsas demostrar su poderío y humillar a las víctimas, de ahi el famoso nombre del cacas y qué se enoja cuando se lo recuerdan al miserable esté” (sic).

Sin embargo, la imagen usada para acompañar los señalamientos contra Petro y el M19 no es de ningún acto atribuido a este grupo guerrillero.

En Colombiacheck ya se había verificado en 2020 una publicación similar.  En la nota Post comparte foto y descripción falsa de ‘cárceles del pueblo’ del M-19 explicamos que la publicación usaba datos falsos y que la imagen no era de ningún hecho en Colombia. 

Al realizar una búsqueda inversa de la foto en google encontramos que esta ha sido usada en noticias sobre la búsqueda de los estudiantes desaparecidos en Ayotzinaba, México, en 2014.

En esta nota de El País de Costa Rica se indica en el pie de foto que se trata de “forenses argentinos en el cementerio de Cocula, Ayotzinapa. La imagen también aparece en un reportaje acerca del equipo forense argentino, publicado por la Universidad Nacional de San Martín (Argentina) con el pie de foto:  “El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) está compuesto por 65 especialistas y han sido convocados para trabajar en 50 países. En la foto, en México”.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) envió al Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) para esclarecer la verdad de lo ocurrido con los estudiantes y para inspeccionar si había ocurrido una incineración de los restos en basurero de Cocula, en México. 


Los secuestros en el M-19

En nuestro anterior chequeo explicamos:

Según la tesis para maestría “La Guerra Revolucionaria del M-19 (1974-1989)” de Esmeralda Narváez, de la Facultad de Ciencias Humanas y Departamento de Historia de la Universidad Nacional de Colombia, el M-19 tenía entre sus tácticas de guerra el secuestro bajo dos modalidades.

“El secuestro extorsivo tenía como fin proveer la organización insurgente de recursos económicos que le garantizaran su supervivencia y sus formas de operar, de ahí que lograra financiar operativos, que en su momento, implicaban un alto costo … La segunda modalidad tuvo que ver con los secuestros con fines políticos, éstos pretendieron presionar a personalidades públicas y diplomáticas, pertenecientes al gobierno colombiano y en algunos casos, a gobiernos extranjeros”.

Para llevar a cabo los secuestros, se usaban lugares subterráneos llamados “cárceles del pueblo”. Lugares con alta seguridad en las que retenían a las víctimas, igualmente, bajo la vigilancia de guerrilleros. Narváez cita en su tesis el testimonio que dejó el propio Jaime Bateman, líder del M-19, en el artículo “¿Cómo es el M-19?” de 1980: 

“El M-19 reconoció la posesión de cuatro ‘cárceles del pueblo’, Bateman afirmaba que tuvieron dos en Bogotá, una en Cali y otra en el departamento del Caquetá (Bateman,1980). En 1979, se hallaron planes para construir cinco cárceles más (El Tiempo, 4-I1979). A estas cárceles subterráneas llevaban los secuestrados y los mantenían bajo fuertes medidas de seguridad, con una orden implacable, sí (sic) las fuerzas armadas descubrían el lugar, los secuestrados debían ser asesinados”. 

En el libro Militares y Guerrillas: La memoria histórica del conflicto armado en Colombia desde los archivos militares (1958-2016) de Juan Esteban Ugarriza y Nathalie Pabón Ayala, se detalla uno de estos lugares de secuestro en el testimonio de uno de los oficiales que participó en el rescate fallido que intentó el Ejército (en el que murieron el prisionero y los guerrilleros) de Nicolás Escobar Soto, gerente de la empresa petrolera Texas Petroleum Company, quien fue secuestrado el 29 de mayo de 1978 por el M-19 y permanecía custodiado por dos guerrilleros: 

“En la entrada de la cocina, junto a la papelera de un baño, se bajaba una baldosa. Ahí había una argolla pegada a una plataforma corrediza. Al bajar la argolla se corría una planta del piso que conducía a una plataforma. Por ahí se bajaba en un ascensor de compensación de fuerzas. No podía ser ni muy pesado, ni muy liviano, mínimo tres personas. Por este ascensor se bajaba a la ‘cárcel del pueblo’. Donde yo entré había una cama empotrada con su reja. A cinco metros de profundidad”. 

El comando superior del M-19, en diálogo con la Revista Cromos en abril de 1980 se refirió a las cárceles del pueblo, contestando al cuestionamiento sobre las condiciones del lugar en el que se tenía a Escobar Soto: 

“Usted la conoció después que la dinamitó el Ejército, contestan. Usted no pudo respirar porque todavía estaban concentrados los gases que utilizaron los militares, todavía olía a sangre. Esta cárcel, al sur de Bogotá, tenía buena luz, ventilación adecuada. El prisionero estaba bien tratado. Mire esta celda, analice las condiciones en que vivimos, recuerde las torturas a que fuimos sometidos. Compare, solo eso, compare esto con la cárcel donde la organización tuvo al gerente de la Texas Petroleum Company con las mazamorras y ‘las cuevas’ donde nos torturaron”. 

Así mismo, en la Biblioteca Digital de la Universidad Icesi, encontramos una imagen del Archivo del Patrimonio Fotográfico y Fílmico del Valle del Cauca tomada en 1980 de una de las “cárceles del pueblo”, ubicada en Santiago de Cali. La imagen muestra en blanco y negro la infraestructura del lugar, que no tiene nada que ver con zona selvática o hueco cavado directamente en la tierra que se menciona en la publicación. 

Cárcel del pueblo en Cali

 

Es decir que las “cárceles del pueblo” sí existieron, sí eran subterráneas y sí fueron parte de una estrategia de guerra de la extinta guerrilla del M-19, pero estas estaban ubicadas en zonas urbanas y eran sótanos, en los que además del prisionero, también habían guerrilleros custodiándolos. Los prisioneros no eran “enterrados vivos”, como asegura el post de Facebook.

Así que el post compartido el 9 de septiembre a propósito del Día Nacional de los Derechos Humanos (que en realidad es el 10 de septiembre pero no nacional sino internacional) usa una desinformación que ya habíamos verificado acerca de las “cárceles del pueblo” y utiliza una imagen que no es de hechos atribuidos al M-19 ni a Petro. Se trata de la búsqueda de los estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa, México. Por estas razones, lo calificamos de  falso.