Pasar al contenido principal

Cuestionable Cuestionable Cuestionable Cuestionable Cuestionable Cuestionable Cuestionable Cuestionable

Cuestionable

Martes, 28 Marzo 2023

Ministra Irene Vélez no tiene en cuenta otros factores de riesgo en su afirmación sobre racionamiento de energía

Por Juan Sebastián Lozada

En debate de moción de censura, Vélez argumentó que hay una buena capacidad en los embalses del país, que producen energía. Pero hay otros factores que impiden afirmar que no va a haber racionamiento.

La ministra de Minas, Irene Vélez, asistió a la cita de moción de censura en el Senado que le hicieron los partidos Cambio Radical y Centro Democrático, y allí, durante seis horas, respondió cuestionamientos sobre su cartera, la gestión que ha realizado y el sector energético.

Casi tres horas y media después, durante su primera intervención, la ministra habló del fenómeno climático de El Niño como un desafío a enfrentar y argumentó que “los embalses están encima del promedio histórico de hace 20 décadas, e incluso los niveles de los embalses hoy están encima de lo que estuvieron en el 2015, cuando hubo fenómeno de El Niño”.

Y aunque la ministra se equivocó en el intervalo de tiempo, luego corrigió en su cuenta de Twitter, pues señaló en un trino de ese mismo 22 de marzo: “NO existe riesgo de racionamiento de energía eléctrica en (Colombia). No entendemos con qué interés, algunas personas quieren generar pánico. Los embalses del país están por encima del promedio de hace 2 décadas, incluso son superiores a los de 2015, cuando se presentó fenómeno del niño” (sic).

En su segunda intervención, hacia el final del debate, la ministra hizo énfasis en que no había riesgo de racionamiento: “Quiero dar un mensaje muy claro al país, a ustedes congresistas, pero sobre todo a la ciudadanía, y es la tranquilidad de que nosotros en este momento no tenemos un riesgo de racionamiento de energía eléctrica, esa es una información falsa que no tiene sustento técnico”, sentenció.

En Colombiacheck verificamos la afirmación del trino de la ministra y encontramos que es cuestionable. Primero, porque la afirmación está incompleta, los niveles sí están por encima del promedio, pero comparado solo con marzo de los años anteriores, pues hay otros meses del año en los que la capacidad es más alta. Y, segundo, porque la capacidad de los embalses no es el único factor de riesgo a tener en cuenta cuando se habla de racionamiento de energía.

Sobre la afirmación, el equipo de prensa de la ministra nos contestó que “la información es suministrada por XM, que es el operador del Sistema Interconectado y el administrador del Mercado de Energía Mayorista de Colombia” (sic).

Al revisar la información del portal de XM, una empresa de carácter mixto que se encarga de la administración del mercado de energía mayorista y el desarrollo de soluciones y servicios de energía e información, encontramos que, de acuerdo con el boletín energético 270, la capacidad, o sea, la cantidad de agua embalsada está en el 58,4%. Pero esa misma gráfica muestra una capacidad mayor en meses anteriores.


Por otro lado, el portal de indicadores muestra la oferta de aportes hídricos diaria del mes de marzo. La capacidad de los embalses o el nivel de agua allí está medido en energía o gigavatios por hora (GWh). En buena parte de marzo la capacidad estuvo por encima de la media histórica, también así el día en el que la ministra rindió cuentas ante el Senado.


En este punto, Germán Corredor, director ejecutivo de la Asociación de Energías Renovables (SER Colombia), explica que cuando la ministra habla de embalses encima del promedio, se refiere a la capacidad de estos o al nivel, que determina el volumen de agua embalsada: “Lo que quiso decir es que hoy los embalses tienen más agua que lo que en promedio tienen para estas fechas”.

Por su parte, Santiago Ortega, director de Innovación de Emergente, una empresa dedicada a la creación de negocios de energía sostenible, y magíster de Ingeniería y recursos hidráulicos de la Universidad Nacional, advirtió que los embalses no están llenos: “El nivel de marzo de los embalses es el nivel más alto de los últimos marzos de hace veinte años. Eso se debe a que llevamos 3 años en un fenómeno de la Niña. Pero eso no es garantía de nada más adelante porque los embalses en este momento están al 60%”.

El porcentaje de capacidad de los embalses está directamente relacionado con los riesgos de racionamiento de energía, como señala Germán Corredor: “Como nuestro sistema es mayoritariamente hidroeléctrico, los riesgos están asociados a las lluvias. El sistema tiene riesgos cuando llueve menos, esa no es la situación actual”.

También nos habló de las implicaciones si la capacidad llega a estar en sus máximos, es decir, cuando el porcentaje aumenta: “Podría haber vertimientos. Es un desperdicio. Deben minimizarse pero no pueden evitarse, sobre todo porque cada embalse lo maneja cada empresa de forma independiente en función del mercado”.

Hay diferentes tipos de fuentes a partir de las cuáles se pueden generar energía en Colombia, las más utilizadas, como enumera XM, son: la hidráulica, que se produce gracias a la energía del agua acumulada en un embalse para mover turbinas y generar energía; la biomasa, que se obtiene de materia orgánica mediante un proceso termoquímico que la convierte en energía; la eólica, obtenida a partir de las corrientes de aire, el combustible fósil y la energía solar.

En Colombia la participación de los recursos no renovables, en donde sólo está el combustible fósil, para marzo fue del 13%, y de los recursos renovables fue del 87%.


Entre los recursos renovables, la fuente que tuvo mayor participación en la generación de energía en el mes de marzo, con corte al 22 del mes, fue la hidráulica, con el 97,08%, seguida de la biomasa, con el 1,39%, luego la solar, 1,18%, y por última la eólica, con el 0,36% de participación.


Los factores no contemplados

Ahora bien, la capacidad de los embalses no es el único factor de riesgo a tener en cuenta cuando se prevé un posible racionamiento de energía. El profesor de cambio climático y salud ambiental de la Universidad Javeriana, Camilo Prieto, le escribió a Vélez sobre el rezago de Hidroituango: “Señora Ministra, respetuosamente le sugiero tener en cuenta que contamos con un rezago en la entrada de 2400 MW de Hidroituango (que debieron entrar hace 4 años) y la capacidad instalada eólica de la Guajira aún está sin conexión efectiva a la red nacional”.

Es que como lo ha dicho la Asociación Nacional de Empresas Generadoras (ANDEG), en los próximos años el país podría enfrentar un déficit en la oferta de energía, pues la energía estaría garantizada para los años 2023 y 2024. Pero en el 2025 el balance de oferta y demanda sería 0%, como explicó Alejandro Castañeda, director de Andeg.

Ese dilatamiento del funcionamiento de la hidroeléctrica Hidroituango también lo resaltó Santiago Ortega en Twitter.

Sobre este asunto el ingeniero le dijo a Colombiacheck que cuando habla de la mitad se refiere a las turbinas 5, 6, 7 y 8.

“En este momento están funcionando la 1 y la 2. La 3 y la 4 las están construyendo, montando la infraestructura, pero del resto ni siquiera hay licitación para que las construyan porque la declararon desierta hace poquito”, describió. En efecto, EPM declaró desierta esta licitación a la que solo se presentó una oferta de un consorcio. Además las turbinas que funcionan entran en etapas de mantenimiento, como lo estuvo hace poco la segunda turbina.

De acuerdo con el boletín energético de XM sobre los aportes hídricos, la participación de Ituango es del 21,3% del total. La más alta de todas las reservas y duplica a la segunda, de Bogotá, que tiene una participación del 10,6%. La página de Hidroituango destaca que esta central representará el 17% de la energía del país.

El segundo problema o factor de riesgo es la transmisión de energía. “La línea de transmisión de energía es básicamente un cable muy grande que, cuando se genera la energía, se mueven electrones dentro del cable. Y pasa energía de cualquier fuente”, precisó.

Durante el gobierno del expresidente Iván Duque se promovió la construcción de Línea Colectora, que busca conectar parques eólicos de La Guajira con el Sistema Interconectado Nacional (SIN). El Grupo de Energía de Bogotá había establecido que la entrada en operación de esta obra sería para el 30 de noviembre de 2022, pero los retrasos que han tenido con la realización de consultas previas han hecho que la fecha de puesta en operación sea para agosto de 2025.

Ortega destacó que otra dificultad obedece a la confianza del sector energético: “Cuando el gobierno dice, ‘es que voy a intervenir la CREG (Comisión de Regulación de Energía y Gas)’ que son los que ponen las reglas del juego, los que dicen cómo se vende la energía, a cuánto se vende, cuáles son las reglas del mercado, mandan una señal de ‘es que yo voy a cambiar esto cuando se me dé la gana’ y los que pasa con los generadores e inversionistas es que esperan a que las cosas estén más claras”.

El experto se refiere al Decreto 227 del 16 de febrero de 2023 que expidió el gobierno con el que buscó que el presidente asumiera las funciones de regulación de los servicios públicos durante tres meses, que le competen a esa comisión. Luego el 3 de marzo se conoció que el Consejo de Estado suspendió el decreto que le daba esas funciones al presidente Gustavo Petro con una medida cautelar de urgencia.

Por último, un factor de riesgo que también le señaló a la ministra el senador David Luna en el debate de moción de censura era una amenaza del fenómeno de “El Niño”.

El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM), define a “El Niño” como un evento climático que se genera cada cierto número de años por el calentamiento del océano Pacífico, y agrega que “sus efectos son notables en el norte de la región Pacífica, los departamentos de la región Andina y en los departamentos de la región Caribe”.

Esta advertencia también está contenida en el boletín energético de XM. En el informe se puede ver un gráfico que alerta sobre altas probabilidades de que este fenómeno se presente en el segundo semestre del año:


Este gráfico fue publicado el 9 de marzo por la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA, en español la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica), una agencia científica de los Estados Unidos que monitorea las condiciones meteorológicas en el mundo.

La gráfica muestra las probabilidades de ENSO, en inglés la oscilación en el sur del fenómeno de El Niño. El reporte señala que es “posible que un fuerte calentamiento de América del Sur cause una evolución más rápida hacia El Niño”. La gráfica muestra cómo hay altas posibilidades de condiciones climáticas neutrales hasta marzo, junio y julio (MJJ), pero a partir de junio, julio y agosto (JJA) las posibilidades de un fenómeno de El Niño se acercan al 50%. En los meses posteriores este pronóstico aumenta.

En el 2016, cuando el país enfrentó un fenómeno de El Niño, y también, por un incendio que inhabilitó la hidroeléctrica de Guatapé, el nivel de los embalses se redujo hasta el 30%.

En resumen, calificamos como cuestionable que no haya riesgo de racionamiento de energía, como dice la ministra de Minas, Irene Vélez. Aunque es cierto que la capacidad de los embalses en marzo es más alta en comparación con el promedio histórico del mismo mes, hay meses en los que esta capacidad es mayor. Y en todo caso, el nivel de agua embalsada está al 60%, lejos de que estén llenas las represas.

Además, este no es el único factor que se debe vigilar para evitar un posible racionamiento, apuntan expertos. Es necesario tener en cuenta que hay un rezago en los proyectos de generación y transmisión de energía, desconfianza de las empresas generadoras por las recientes acciones del gobierno y un probable fenómeno de calentamiento que disminuya el agua de las represas.