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Jueves, 26 Mayo 2022

De nuevo, esta foto no tiene que ver con Petro ni con el M-19, es un hallazgo de una fosa en México

Por Juan Sebastián Lozada

Esta desinformación, que ya habíamos verificado en el 2020 y 2021, reaparece semanas antes de la primera vuelta de las elecciones presidenciales.

En Facebook volvió a circular un collage con la imagen del candidato presidencial Gustavo Petro junto a una fotografía de un equipo forense realizando una inspección en un terreno rural. La imagen incluye un texto que relaciona la imagen del trabajo forense con las llamadas ‘cárceles del pueblo’ de la antigua guerrilla del M-19:

“PODRÁ ALGUIEN HABLAR DE ‘HUMANISMO’, CUANDO ENTERRABA VIVAS A SUS VÍCTIMAS EN LAS LLAMADAS ‘CÁRCELES DEL PUEBLO’? Petro y su organización M-19-, hacían un hueco en picada de tres metros de profundidad, luego lo desviaban otros dos metros quedando en forma de ‘L’ . Ahí enterraban a sus secuestrados y lo tapaban con follaje de la misma selva, por días o meses. (sic)”

falsocarcelesdelpueblo

En Colombiacheck ya habíamos verificado esta imagen en el chequeo del 2020 ‘Post comparte foto y descripción falsa de ‘cárceles del pueblo’ del M-19’ y encontramos que la foto no fue tomada en Colombia ni su descripción corresponde con una “cárcel del pueblo” del M-19.

La fotografía ha sido utilizada como foto de referencia para noticias que informan sobre la búsqueda de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, México, en septiembre del 2014, sin embargo encontramos que esta fotografía corresponde con hechos que ocurrieron en agosto de ese mismo año, un mes antes de las desapariciones forzadas de Ayotzinapa.

Una búsqueda inversa en Google de la fotografía nos llevó a un artículo de prensa de Univisión titulado ‘Hallan al menos 11 cadáveres en fosas clandestinas en Michoacán, México’ de agosto del 2014 en el que el crédito de la foto se le atribuye a la agencia EFE.

Buscamos en el banco de imágenes de la agencia la palabra ‘fosa’ para las fechas del artículo y encontramos que esta imagen es del 22 de agosto del 2014 en Tumbiscatío, México, y su descripción dice lo siguiente: “Expertos forenses trabajan en el sitio donde las autoridades mexicanas localizaron una fosa con al menos 9 cuerpos hoy, viernes 22 de agosto de 2014 , en el oeste de México. Hasta el momento se han recuperado nueve cadáveres de la fosa clandestina, localizada cerca del rancho El Falsete, ubicado en la sierra del municipio de Tumbiscatío en el estado mexicano de Michoacán”.


Según reportaron medios como El Espectador y La Vanguardia, la fosa fue localizada en un municipio del que es originario el líder del cartel mexicano Los Caballeros Templarios. El estado de Michoacán en México había vivido ese año un vacío de autoridad debido a las acciones de este grupo criminal y lo que condujo a que surgieran grupos civiles de autodefensa.

Los secuestros en el M-19

También en los chequeos del 2020 y del 2021 explicamos que, según a tesis de maestría 'La Guerra Revolucionaria del M-19 (1974-1989)' de Esmeralda Narváez, el M-19 utilizaba lugares subterráneos que llamaban “cárceles del pueblo” para llevar a cabo los secuestros, descritos como lugares con alta seguridad en el que retenían a sus víctimas bajo la vigilancia de guerrilleros. Según describe el texto académico:

“El M-19 reconoció la posesión de cuatro ‘cárceles del pueblo’, Bateman afirmaba que tuvieron dos en Bogotá, una en Cali y otra en el departamento del Caquetá (Bateman, 1980: 7). En 1979, se hallaron planes para construir cinco cárceles más (El Tiempo, 4-I1979: 1A). A estas cárceles subterráneas llevaban los secuestrados y los mantenían bajo fuertes medidas de seguridad, con una orden implacable, sí las fuerzas armadas descubrían el lugar, los secuestrados debían ser asesinados (sic)”.

También en el libro Militares y Guerrillas: La memoria histórica del conflicto armado en Colombia desde los archivos militares (1958-2016) de Juan Esteban Ugarriza y Nathalie Pabón Ayala, se puede encontrar la descripción de uno de estos lugares de secuestro narrado por un oficial del Ejército:

“En la entrada de la cocina, junto a la papelera de un baño, se bajaba una baldosa. Ahí había una argolla pegada a una plataforma corrediza. Al bajar la argolla se corría una planta del piso que conducía a una plataforma. Por ahí se bajaba en un ascensor de compensación de fuerzas. No podía ser ni muy pesado, ni muy liviano, mínimo tres personas. Por este ascensor se bajaba a la ‘cárcel del pueblo’. Donde yo entré había una cama empotrada con su reja. A cinco metros de profundidad”.

El comando superior del M-19, en diálogo con la Revista Cromos en abril de 1980 se refirió a las cárceles del pueblo:

“Usted la conoció después que la dinamitó el Ejército, contestan. Usted no pudo respirar porque todavía estaban concentrados los gases que utilizaron los militares, todavía olía a sangre. Esta cárcel, al sur de Bogotá, tenía buena luz, ventilación adecuada. El prisionero estaba bien tratado. Mire esta celda, analice las condiciones en que vivimos, recuerde las torturas a que fuimos sometidos. Compare, solo eso, compare esto con la cárcel donde la organización tuvo al gerente de la Texas Petroleum Company con las mazamorras y ‘las cuevas’ donde nos torturaron”.

En chequeos anteriores también compartimos que en la Biblioteca Digital de la Universidad Icesi, encontramos una imagen del Archivo del Patrimonio Fotográfico y Fílmico del Valle del Cauca tomada en 1980 de una de las “cárceles del pueblo”, ubicada en Santiago de Cali. La imagen muestra en blanco y negro la infraestructura del lugar, que no tiene nada que ver con zona selvática o hueco cavado directamente en la tierra que se menciona en la publicación.


“Es decir que las “cárceles del pueblo” sí existieron, sí eran subterráneas y sí fueron parte de una estrategia de guerra de la extinta guerrilla del M-19, pero estas estaban ubicadas en zonas urbanas y eran sótanos, en los que además del prisionero, también habían guerrilleros custodiándolos.

En conclusión calificamos como falsa la publicación de Facebook que utiliza una imagen de un hallazgo de una fosa clandestina en Michoacán, México de agosto de 2014 para relacionarla con Petro y con las ‘cárceles del pueblo’ de la guerrilla del M-19.