En redes sociales se difundieron numerosos trinos que invitaban a los usuarios a orar y participar con el numeral #ConMisHijosNoTeMetas para oponerse a un proyecto de ley que busca promover la educación integral en sexualidad en los establecimientos educativos.

Las publicaciones fueron masivas el 26 de octubre, el día que se iba a discutir el proyecto, según estaba estipulado en el orden del día de la plenaria de la Cámara de Representantes.

“Hoy se discutirá en #PlenariaCámara proyecto que pretende imponer una visión ideologizada de la sexualidad con temas que incluyen: pornografía, aborto, ideología de género para hipersexualizar a nuestros niños Acompáñennos en oración y participando con el HT #ConMisHijosNoTeMetas” (sic), dice uno de los trinos que se compartió entonces.

Como esta, encontramos varias publicaciones con el mismo texto (1, 2, 3, 4) gracias a una búsqueda que realizamos con la herramienta de análisis de redes sociales CrowdTangle y a través de búsqueda avanzada de Twitter.

El trino que tuvo la mayor cantidad de interacciones fue del representante del Partido Conservador por Antioquia Luis Miguel López. El congresista también fue la primera persona quien, en medio de la discusión por la ratificación del Acuerdo de Escazú, pidió una moción de orden para señalar que en el Capitolio se estaban haciendo ritos, como lo explicamos en nuestra investigación ‘Quiénes han promovido la narrativa de supuesta brujería y satanismo en el petrismo’.

En Facebook, la mayoría de las publicaciones bajo este mismo numeral, incluida una del representante conservador, se divulgaron durante la semana en la que se agendó la discusión del proyecto de ley, como muestra el análisis de la tendencia en CrowdTangle.

Una de ellas es un video, originalmente de la cuenta Unión Familia, con afirmaciones similares. “Se iba a debatir un proyecto de ley que iba en contra de nuestros hijos. (...) Quieren imponer ideologías perversas, quieren invitarlos a abortar, a masturbarse desde muy pequeña edad”, asegura la persona del segmento, que sostiene un cartel con el mismo numeral. Las imágenes fueron compartidas recientemente por varias páginas en la red social.

Para verificar lo dicho en estas publicaciones primero revisamos el contenido del Proyecto de Ley 229 de 2021 y encontramos que en ningún lugar del texto hay alusión a la enseñanza de contenidos como los que le achacan en redes sociales.

El texto, cuya ponencia más reciente se puede ver aquí, del 9 de septiembre de 2022, explica que el proyecto se originó en el marco de la iniciativa “Los Jóvenes Tienen la Palabra” en la que congresistas de distintos partidos políticos de la anterior legislatura, entre los que están el Liberal, el Conservador, el de La U, la Alianza Verde y el Centro Democrático, se reunieron con jóvenes de distintas partes del país y recogieron sus preocupaciones en el marco del Paro Nacional de 2021.

El proyecto propone promover y fortalecer la educación integral en sexualidad “a través de la formación, el conocimiento y el ejercicio de los Derechos Sexuales y Reproductivos, mediante su inclusión transversal en todos los establecimientos educativos públicos y privados del país y a través de su promoción en la formación de los estudiantes de las Facultades de Educación y de Salud”.

El concepto de educación integral en sexualidad (EIS), como lo estipula el proyecto de ley, tiene como propósitos “el fortalecimiento de los derechos sexuales y reproductivos”; “la promoción de elecciones saludables ante la sexualidad propia y de otros, con autonomía e información basada en la evidencia; basadas en la información, la evidencia y el cuidado propio”; “la promoción de una vida libre de violencias, mediante la identificación y rechazo de violencias basadas en género”, entre otros.

De igual forma, como lo establece la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), la educación integral en sexualidad no acelera o incrementa la actividad sexual, tiene un impacto positivo en las relaciones sexuales al hacerlas más seguras, y permite que las conductas sexuales se presenten de forma tardía así como también ayuda al que se aumente el uso del condón. La Unesco reconoce que este es un tema sensible en distintos países del mundo.

También han dicho que la EIS “se configura como un proceso de enseñanza y aprendizaje basado en planes de estudios que versa sobre los aspectos cognitivos, psicológicos, físicos y sociales de la sexualidad”. Y que se propone entregarle a niños, niñas, adolescentes y jóvenes actitudes y valores que los empoderan y que les permite comprender cómo proteger sus derechos a lo largo de su vida.

Por otro lado, la Convención de los Derechos del Niño, que ha sido ratificada por el Estado colombiano, establece en el artículo 19 que:

“Los Estados Partes adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas apropiadas para proteger al niño contra toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual, mientras el niño se encuentre bajo la custodia de los padres, de un representante legal o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo.”

Incluso, este componente está definido en el Plan Decenal de Salud Pública 2012-2021 en el que quedó por escrito la siguiente meta: “Para el año 2021, el 80% de las entidades territoriales contará por lo menos con un espacio transectorial y comunitario, que coordinará la promoción y garantía de los derechos sexuales y reproductivos”.

Nos comunicamos con el excongresista verde y coautor de proyecto de ley Mauricio Toro, quien le explicó a Colombiacheck que, en las conversaciones que tuvieron los congresistas con los jóvenes, “ellos pedían acceso a clases de educación sexual y reproductiva porque el número de embarazos adolescentes y la falta de educación los estaba afectando a ellos. Ellos mismos construyeron este proyecto de ley, que además construimos con el apoyo de la Fundación Ideas para la Paz”.

También señaló que esta iniciativa la firmaron varios sectores políticos debido a que “Los Jóvenes Tienen la Palabra” eran “jóvenes de diferentes partidos que íbamos en el marco del paro a dialogar con los jóvenes para oír sus necesidades y saber qué podíamos traducir en proyectos de ley que les mejorara sus condiciones”.

Por otro lado, consultamos a Irina Cuesta, investigadora de la Fundación Ideas para la Paz (FIP), sobre la concepción del proyecto de ley y acerca de si este tiene contenidos como los que describen en las publicaciones de redes. La socióloga describió que el tema de educación sexual estuvo entre los cinco más discutidos por los jóvenes en estos espacios: “Hicieron énfasis en la necesidad de fortalecer la educación sexual y reproductiva desde diferentes niveles educativos. El proyecto propone justamente una educación temprana en temas de derechos sexuales y reproductivos”.

Además, aseguró que el proyecto de ley no define, en ningún momento, los contenidos que tendría la “transversalización de la educación en derechos sexuales y reproductivos''.

“En lo que sí hace énfasis es que los contenidos tendrán como lineamientos los marcos internacionales que en temas de derechos sexuales y reproductivos sigue el país, además de los marcos normativos ya dispuestas en la materia”, finalizó.

Por último, Nicolás Giraldo, coordinador del área de Incidencia de Profamilia, una de las organizaciones de la sociedad civil que acompaña el proyecto en la actual legislatura, dijo que esta iniciativa se ha tratado de presentar en el pasado pero siempre se enfrenta a este tipo de oposición: “El proyecto lo que hace es fortalecer el concepto de educación integral en sexualidad, viene de organizaciones internacionales como la Unesco. No es una cátedra ni una nueva asignatura para los colegios, es un proceso transversal pedagógico que piensa el fortalecimiento y empoderamiento de los derechos”.

Debido a que el proyecto no establece ninguna cátedra o asignatura, este no habla sobre los contenidos que debería tener un programa, confirma el abogado de la Universidad Nacional: “Lo que hace la ley es fortalecer la Ley General de Educación, que dice que uno de los contenidos que debe tener el nivel básico y la secundaria es la educación integral en sexualidad”.

Sobre las publicaciones que aparecen en redes que le endilgan al proyecto conceptos que no tiene, Giraldo cree que estos grupos de oposición ven este tipo de iniciativas como una amenaza al derecho de los padres a decidir la educación de sus hijos aún si esto no es cierto: “Creen que el concepto de educación integral en sexualidad es la promoción del sexo, porque se quedan en la palabra sexualidad, y consideran que es enseñar el Kamasutra o a cómo masturbarse, cuando en realidad aborda el empoderamiento de derechos, la prevención de violencia, el acceso a la salud sexual y reproductiva, el cuidado a la salud y el cuidado al cuerpo propio, el consentimiento”.

A pesar de que el proyecto estaba agendado para el orden del día del 26 de octubre, no se abordó y aún está pendiente por discutirse.

La “ideología de género” es uno de los caballitos de batalla de los sectores políticos de derecha a nivel internacional para divulgar desinformación sobre iniciativas como esta, de educación integral en sexualidad, pero también para crear narrativas relacionadas con el derecho al aborto, la adopción y el matrimonio igualitarios.

Como lo explica la doctora en Ciencia Política y Relaciones Internacionales, Ángela María Bohórquez, en su disertación de doctorado ‘El género como arma: la campaña contra la ‘ideología de género en el plebiscito de paz colombiano’, la amenaza de desinformación estuvo presente incluso antes del plebiscito sobre los Acuerdos de Paz del gobierno y la antigua guerrilla de las Farc en el 2016, según señaló en ese entonces la Mesa de Observación Electoral (MOE).

La campaña contra la ideología de género, en ese entonces “movilizó ideas que combinaban métodos convencionales y digitales, incluyendo protestas en las calles y campañas de activismo digital”. Así, se fortalecieron redes de derecha constituidas por padres, colegios privados religiosos y activistas ‘antigénero’ en las principales ciudades del país, que encontraron en grupos de WhatsApp una plataforma de encuentro.

Bohórquez escribe que estos activistas discutían sus miedos por las consecuencias que podría traer la ‘ideología de género’ en los colegios y en las orientación sexual de los niños y niñas debido al Acuerdo de Paz.

En su artículo ‘Unpacking “Gender Ideology” and the Global Right’s Antigender Countermovement’, la doctora en ciencia política de la Universidad Rutgers, Elizabeth Corredor, explica que Latinoamérica parece ser “el más reciente campo de batalla de los reaccionarios de la ‘ideología de género’, pues ha entrado en el debate de países como México, Brasil, Perú, Guatemala, Chile Argentina y Colombia”.

Para la autora, el debate en Latinoamérica se enfoca principalmente en políticas relacionadas con la educación sexual, el anti-matoneo en los colegios y los derechos de la comunidad LGBTIQ+: “Protestantes evangélicos y políticos de derecha han desplegado el discurso de género de manera peyorativa para promover objetivos políticos”.

Esto ha ocurrido recientemente en Brasil durante la campaña electoral previa a los comicios de 2022 en los que Luiz Inácio ‘Lula’ Da Silva resultó vencedor. En julio de este año en el marco de la Marcha por Jesús, un multitudinario evento de cristianos evangélicos que se dio en São Paulo, el presidente Jair Bolsonaro dio el siguiente discurso: “Estamos en contra del aborto, la ideología de género y la legalización de las drogas. Somos los defensores de la familia brasileña”.

En conclusión, calificamos como falsas las publicaciones que afirman que el proyecto de ley sobre educación integral en sexualidad define contenidos o una cátedra sobre “aborto”, “pornografía”, o “hipersexualizacion” y que limite el derecho de los padres para educar a sus hijos. Es un proyecto de ley que construyeron congresistas de todos los sectores de la pasada legislatura junto con jóvenes de varios lugares del país y que recoge sus necesidades sobre promoción y prevención en salud sexual y reproductiva.