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Chequeo Múltiple
El director del programa Zona Franca del canal Red Más, Daniel Pacheco, introdujo el capítulo del pasado 24 de julio con una reflexión sobre la corrupción en la que citó al ex primer ministro británico Winston Churchill e hizo otras dos afirmaciones chequeables sobre el caso de la Ruta del Sol 2, vía de doble calzada que forma parte de los proyectos en los que tuvo influencia la corrupción de la constructora brasileña Odebrecht.
Colombiacheck verificó las frases por solicitud de un lector en Twitter. Según el periodista, “la idea del editorial era hacer un análisis matizado de la corrupción que se saliera de las generalizaciones”.
Encontramos que los datos que dio Pacheco fueron verdaderos (incluida la frase célebre). Sin embargo, las afirmaciones que hizo sobre la carretera y la trama corrupta a su alrededor requieren aclaraciones importantes.
La cita es verdadera. El 29 de septiembre de 1959, a sus 85 años, el entonces parlamentario y ex primer ministro británico sir Winston Churchill pronunció esta frase en un discurso de campaña en Woodford, una ciudad al noreste de Londres. Faltaban nueve días para elecciones.
Sus palabras invitaban al voto conservador para mantener a este partido en el poder, como lo estaba desde 1951, cuando él mismo asumió por segunda vez la jefatura de Gobierno del Reino Unido tras los seis años del laborista Clement Attlee, que lo había reemplazado después de su primer periodo (1940-1945). El objetivo era derrotar al socialismo y a cualquier posibilidad de que el liberalismo le abriera las puertas.
Por eso, luego de comparar sus resultados y los de sus copartidarios sucesores con los de Attlee en materia económica, Churchill dijo lo siguiente: “Toda su política [en referencia a los socialistas] socavaría inevitablemente la base misma de ese considerable grado de prosperidad cuya construcción ha tomado ocho años de esfuerzo. Construir debe ser una tarea lenta y laboriosa de años. Destruir puede ser el acto irreflexivo de un solo día. Oremos para que el 8 de octubre no sea ese día”.
En esos comicios, él fue reelegido en su asiento y se convirtió en Padre de la Cámara de los Comunes, título simbólico para el integrante más antiguo de la corporación, a la que había pertenecido de forma ininterrumpida desde 1924, aunque también fue electo en 1900 y 1908. El primer ministro de entonces, Harold Macmillan, conservó su puesto hasta 1963 y el Partido Conservador siguió en el poder hasta la elección de Harold Wilson en 1964, tres meses antes de la muerte de Churchill.
Es cierto que la modalidad criminal de Odebrecht, según la confesión de sus socios en Estados Unidos, era hacer “pagos corruptos para asegurar contratos de obras públicas” y así fue en la licitación de la Ruta, como lo prueba la condena contra el exviceministro Gabriel García Morales, entre otras sentencias.
Pacheco aclara que “no quiero decir que el Estado no se vio afectado, como explícitamente digo que los sobornos de Odebrecht estuvieron encaminados a ganar fraudulentamente una competencia de oferentes”. Agrega que “usted puede decir que eso [la concesión] también son recursos públicos pero yo fui muy explícito en hablar de dinero, precisamente para hacer esa diferenciación”.
En efecto, también es verdad que el delito de peculado por apropiación ha estado ausente, hasta ahora, en las condenas relacionadas con la multinacional en Colombia. Lo que se ha probado o han confesado los protagonistas incluye otros tipos penales como cohecho, tráfico de influencias, interés indebido en celebración de contratos o falsedad en documento.
Esto quiere decir que no hay ‘robo’ de recursos públicos probado en sentencia judicial, aunque sí se afectó el bolsillo de la Nación, como lo reconoce el presentador. A tal punto que, como representante del patrimonio público, la Contraloría General se constituyó como víctima en algunos procesos, incluído el del exsenador Otto Bula, que tiene un preacuerdo con la Fiscalía (el segundo que intenta) por cohecho y tráfico de influencias, en el que se compromete a reparar al Estado.
Lo que hace la afirmación ‘verdadera pero’ es que Odebrecht no se conformó con ganarse el contrato firmado en 2010. Otros de los procesos judiciales tienen que ver con la firma de documentos posteriores a la adjudicación inicial que obtuvo Consol, el consorcio que formó la brasileña con las compañías nacionales Episol y CSS Constructores para participar en el fraudulento proceso de selección.
El otrosí para la contratación de la variante Ocaña-Gamarra, por ejemplo, se hizo en 2014 y la cantidad de los sobornos para obtenerlo estaba determinada como un porcentaje del valor de la obra. En la sentencia condenatoria contra el exsenador Bernardo ‘el Ñoño’ Elías, su aceptación de cargos dice que el acuerdo era de un 4 por ciento repartido entre congresistas y el empresario Federico Gaviria.
Con el contrato de estabilidad jurídica que eximió al consorcio de cambios en el cobro del impuesto al patrimonio desde 2012, por el que el exviceministro Luis Pico ya aceptó el cargo de cohecho, pasa algo parecido. Aunque la firma fue legal y no hay cuotas porcentuales, el beneficio también se obtuvo después de la adjudicación.
La cifra es correcta. En 2017, cuando se firmó la terminación del contrato entre Consol y la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI, antes Instituto Nacional de Concesiones - Inco), la ejecución de la Ruta del Sol 2 era de 52 por ciento. De los 605 kilómetros de carretera que recibió en ese entonces el Instituto Nacional de Vías (Invías), 215 eran de doble calzada.
Pacheco recuerda que, para la fecha del programa, “lo que se estaba discutiendo era el supuesto acuerdo por 1,2 billones de pesos que el Ministerio de Transporte había logrado con los bancos y la pregunta era sobre la conveniencia de pagar eso antes de la decisión del Tribunal de Arbitraje”. La razón del debate era el que el propio Gobierno había hecho ese anuncio.
Pero todavía no estaba claro que toda esa plata estuviera representada en la vía. Precisamente, el laudo arbitral del 6 de agosto (posterior al programa) determinaría hasta qué punto le correspondía responder a la Nación, de acuerdo al valor real de la obra. “Creo que ahí me equivoqué, de acuerdo a lo que se decidió después”, reconoce el director.
Según el fallo, ya se pagaron 5,2 de los 5,4 billones de pesos que valía la obra ya entregada; los terceros de buena fe, entre ellos los bancos, tienen derecho a que les cancelen 211.273 millones y el Estado debe poner 24.217 millones para completarlos, porque el resto ya está en la fiducia del proyecto. Así, la Nación no debe cubrir valores adicionales por sobrecostos o coimas, aunque Pacheco admite que “se puede argumentar que Consol buscó cobrárselos”.
Finalmente, el presidente del tribunal, Jorge Ibáñez, también recalcó que este “no tenía competencia para resolver ningún asunto relacionado con las obligaciones de la concesionaria para con los bancos”. Aunque estas declaraciones son de la semana pasada y, por tanto, posteriores a la emisión de Zona Franca en cuestión, se refieren a un escenario que ya era conocido desde antes: la decisión tenía que ver con la deuda del Estado, no la de los privados.
Entonces, la frase es ‘verdadera pero’ porque el kilometraje entregado está bien, pero en ese momento no era claro si la plata que estaba representada en la obra justificaba ese pago de 1,2 billones de pesos al que se refería Pacheco. El Tribunal de Arbitraje determinó que no. Aunque esta decisión fue posterior al programa y por eso no hacía parte del contexto en ese momento, el hecho era que estaba pendiente el establecimiento del monto de la deuda pública con los terceros de buena fe.