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Falso
Desde el mes de junio de 2021 circula una publicación en redes sociales como Facebook (1,2 3, 4, 5), Twitter (1,2) y Telegram, en la que aseguran: “la autopsia de un vacunado confirma la presencia de ARN viral en todos sus órganos”.
Una información similar ha sido publicada en páginas web (1, 2, 3, 4, 5) en distintos idiomas, circulando por Latinoamérica, Estados Unidos y Europa. En dichas publicaciones se le atribuye a la vacuna contra COVID-19 la causa de muerte del hombre vacunado (con una primera dosis) al que se le hizo la autopsia.
Pero se trata de desinformación para desalentar la vacunación. Colegas verificadores de la International Fact Checking Network (IFCN) de la que hacemos parte, como Newtral en España, la agencia de noticias AFP Factual y Fact check han verificado tales publicaciones y encontraron que la desinformación se originó a partir de una interpretación inadecuada a un artículo científico publicado en la revista Internacional de Enfermedades Infecciosas.
El artículo es el primer reporte de una autopsia hecha a un hombre de 86 años previamente vacunado contra el SARS-CoV-2, donde los autores concluyeron que la causa de muerte fue una falla renal sumado a una neumonía causada por una bacteria, ambas ajenas a la vacuna y/o al COVID-19.
Y aunque en la autopsia encontraron material genético del nuevo coronavirus (ARN viral), fue sólo en algunos de los órganos analizados, no en todos. Tampoco hubo evidencia de lesiones compatibles con COVID-19, por lo que descartaron que el hombre hubiera sufrido dicha enfermedad, a pesar de haberse contagiado con el coronavirus en los días previos a morir. También resaltan que en los análisis de sangre ya había defensas frente a este virus gracias a la vacuna, contrario a lo que intentan señalar las viralizadas publicaciones para desalentar la vacunación.
Aquí lo que encontramos sumado a lo que hallaron colegas verificadores sobre estas publicaciones:
Un presentador norteamericano llamado Hal Turner, publicó el pasado 13 de junio en la página web del programa The Hal Turner Radio Show, un texto con comentarios personales sobre el reporte de la primera autopsia a un hombre vacunado contra COVID-19.
Turner ha sido previamente identificado por verificadores de Politifact en Estados Unidos por difundir desinformación y por usar sus transmisiones de radio e Internet para promover teorías conspirativas. Además le han abierto procesos judiciales (1, 2) por incitar a la violencia y rechazar las leyes que restringen el uso de armas en dicho país.
Fuente: https://www.politifact.com/personalities/hal-turner-radio-show/
En el texto sobre la autopsia del vacunado, el presentador afirmó que se basó en la publicación científica titulada el “Primer caso de estudio post mortem en un paciente vacunado contra el SARS-CoV-2”.
A pesar de que él aclara que no es médico ni científico, sino abogado, realizó precipitados señalamientos como: “La vacuna, aunque desencadenó una respuesta inmune, NO evitó que el virus ingresara a todos los órganos del cuerpo. El ARN viral se encontró en prácticamente todos los órganos del cuerpo".
“Si uno lee el artículo completo, la historia completa es: el paciente recibió la vacuna, lo hospitalizaron con colitis ulcerosa debido a coágulos de sangre, durante su hospitalización se infectó con un compañero de habitación de hospital asintomático y murió 4 días después. Mi conclusión: el jab (la vacuna) llevó a este anciano a su fin", son apartes de la inadecuada interpretación de Turner al artículo científico.
El presentador distorsionó un artículo publicado el 1 de junio de 2021 en la International Journal of Infectious Disease y correspondió al primer reporte de una autopsia realizada a un hombre vacunado contra COVID-19, hecha por investigadores del Instituto de Patología del Hospital Universitario OWL, de la Universidad de Bielefeld en Alemania.
Fuente: https://www.ijidonline.com/article/S1201-9712(21)00364-7/fulltext#%20
La publicación revela la información clínica y el reporte de la autopsia de un hombre de 86 años, quien el 9 de enero de 2021 recibió una primera dosis de la vacuna de ARNm de Pfizer/BioNTech contra COVID-19, pero murió casi un mes después por causas ajenas a la vacuna.
Los investigadores aclaran que el hombre sufría de varias enfermedades como hipertensión arterial, demencia y cáncer de próstata. Luego de ser vacunado contra el COVID-19 no tuvo síntomas por más de dos semanas, pero a los 18 días de la vacunación su estado de salud se deterioró debido a episodios de diarrea, por lo que fue hospitalizado.
Al ingresar al hospital, le realizaron la prueba del nuevo coronavirus, que dio negativa, por lo cual no fue aislado. Pero a los seis días de estar hospitalizado, su compañero de habitación dio positivo, así que le practicaron nuevamente las pruebas y dio positivo.
Los exámenes que le hicieron al llegar al hospital ya habían determinado que la diarrea por la que ingresó se debió a una "lesión ulcerosa" en el intestino grueso cuyo diagnóstico fue colitis isquémica. Y en los últimos días su estado de salud se había deteriorado debido a una grave falla en la función del riñón (insuficiencia renal) sumado a fiebre y síntomas respiratorios causados por una neumonía bacteriana, pero a pesar del tratamiento médico administrado, falleció.
El reporte de la autopsia indicó que las causas de muerte fueron definitivamente la insuficiencia renal y la neumonía bacteriana que afectó ambos pulmones.
A pesar de que el hombre se había contagiado por el nuevo coronavirus en sus últimos días de vida, los patólogos no encontraron lesiones "características" compatibles con COVID-19 en los órganos evaluados. Dichas lesiones se han reportado en otros estudios de autopsias de pacientes infectados (1,2 y 3), pero no vacunados.
Pero en este caso los patólogos encontraron únicamente material genético del virus, y esto fue en 7 de 9 órganos analizados, sin daño evidente a tales órganos que se pudiera atribuir al nuevo coronavirus.
Torsten Hansen, autor principal del estudio, consultado por AFP recalcó: “En primer lugar, analizamos solo nueve órganos, lo que no supone ‘la mayoría de todos los órganos humanos’. Siete de estos tenían ARN viral (material genético del nuevo coronavirus), por lo que es simplemente erróneo afirmar que se encuentra en todos los órganos del cuerpo, a partir de esa autopsia en concreto”, como lo han señalado las viralizadas publicaciones.
Al hombre de 86 años, también le hicieron estudios en sangre que revelaron la presencia de anticuerpos o defensas contra la proteína S ("espiga" o “pico”) del nuevo coronavirus, lo que según los autores "muestra que el paciente ya había desarrollado inmunidad (protección) mediante la vacunación”, lo que ocurrió antes de infectarse por el nuevo coronavirus.
Los autores de la publicación, quienes realizaron la autopsia, concluyeron:
“Los resultados de nuestro estudio de caso de autopsia en un paciente con vacuna de ARNm confirman que con la primera dosis de vacunación contra el SARS-CoV-2 ya se puede inducir inmunogenicidad (protección). En cambio, la inmunidad esterilizante (prevención total del contagio) no se desarrolla adecuadamente”.
Esto es opuesto a lo dicho por el presentador y en las redes sociales, donde señalan que la autopsia demostró que “las vacunas no funcionan en absoluto”.
Hansen resaltó a AFP que, a partir de la autopsia, se concluyó que el paciente murió de neumonía bacteriana y no de COVID-19: “Nuestro paciente, a pesar de ser positivo para SARS-CoV-2, no murió por COVID-19. Sugerimos que la respuesta inmunitaria gracias a la vacunación fue capaz de prevenir la COVID-19”, recalcó el patólogo alemán. Así la vacuna pudo haber evitado que el paciente desarrollara los signos y síntomas del COVID-19, que no fueron observados ni durante la estancia hospitalaria ni en la autopsia.
El patólogo también resaltó que el objetivo de su estudio era evaluar la respuesta inmune del cuerpo tras una primera dosis de la vacuna. Y también explicó que en la autopsia no encontraron “ningún hallazgo específico que pudiera interpretarse como efecto secundario de la vacunación”.
Todo esto condice con lo que se ha reportado sobre las vacunas contra el COVID-19 ya que puede que no eviten el contagio, pero sí limitan de forma significativa (1,2, 3, 4), en la inmensa mayoría de los vacunados, el riesgo de desarrollar COVID-19 grave o morir a causa de este.
Así concluimos, que las viralizadas publicaciones acerca de esta autopsia del hombre vacunado transmiten desinformación, ya que los patólogos autores del reporte realmente concluyeron que su estudio es una muestra de que la primera dosis de la vacuna en este caso protegió al hombre de desarrollar la enfermedad,que el ARN viral sólo estaba en algunos de los órganos analizados y la causa de muerte fue ajena al nuevo coronavirus o a la vacuna.