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Falso
En las últimas semanas de la campaña por la Presidencia de Estados Unidos la retórica del actual presidente de ese país y candidato por el partido Republicano, Donald Trump, ha pretendido instalar en la mente de los electores que su rival, el demócrata, Joe Biden es socialista.
Así lo afirmó por ejemplo en este trino del pasado 10 de octubre en el que además de asegurar que “Biden es un títere de los Castro - chavistas, tal como el loco Bernie (Sanders), AOC (Alexandra Ocasio Cortez) y la amante de Castro Karen Bass. Biden cuenta con el apoyo del socialista Gustavo Petro, un importante PERDEDOR y exlíder guerrillero del M-19. Biden es débil en el socialismo y traicionará a Colombia. ¡Estoy contigo!”.
Una afirmación similar dicha por Trump en septiembre pasado había sido verificada por nuestros colegas de Politifact en la nota ‘La falsa afirmación de Trump de que Biden es socialista’, un medio de comunicación dedicado a la verificación en Estados Unidos.
Es que las afirmaciones de Trump en su intento por deslegitimar a su rival y fortalecer su posición entre importantes conglomerados de votantes latinos como los cubanos, venezolanos y colombianos, no coinciden con el récord de votaciones de Biden en su largo camino en la política estadounidense, con 36 años como senador y otros 8 como vicepresidente de Barack Obama.
En Colombiacheck verificamos qué tanto tiene de socialista el candidato demócrata, sus relación con el castro chavismo y con Gustavo Petro y encontramos que su afirmación es falsa. Para llegar a esta conclusión, apoyados en analistas políticos, estudiamos el perfil político de Biden, su actuación como vicepresidente y sus votaciones como congresistas, entre otros elementos.
"Estrictamente hablando, el socialismo (como el comunismo) se refiere a la propiedad pública completa de todos los medios de producción. Nada en la plataforma de Biden está remotamente en ese territorio", les dijo Daniel Shaviro, experto en impuestos de la Universidad de Nueva York a nuestros colegas de Politifact.
De acuerdo con el Jefe del Departamento de Estudios Políticos de la universidad Icesi, Juan Pablo Milanese, “es ridículo afirmar que Joe Biden es socialista o cualquier cosa por el estilo. Él es justamente del ala del partido Demócrata más pro libre mercado y que de alguna manera fue uno de los que más impulsó los acuerdos de libre comercio durante el gobierno de Clinton y claro, también tuvo posiciones desde este punto de vista durante el gobierno de Obama. En este caso, plantear que Biden es un socialista es una ridiculez, así de sencillo”.
Milanese asegura también que esta estrategia de Trump “es la de polarizar, en la que de alguna manera se simplifican los procesos políticos, llevándolos a una dinámica dicotómica que es inexistente en la política. Creo que esta es la estrategia que está usando, corriendo desde abajo de las proyecciones electorales”.
De fe católica, Biden llegó en 1973, a la edad de 30 años, al Congreso de los Estados Unidos, elegido por el estado de Delaware y permaneció hasta el año 2009 en el capitolio, cuando fue elegido como Vicepresidente de ese país tras las elecciones que ganó Barack Obama.
De acuerdo con este informe de la periodista de política nacional del diario Los Ángeles Times, Janet Hook, publicado el 18 de marzo de 2019, “Biden votó contra el fin de la segregación en los buses escolares en los años 70, también se opuso al matrimonio gay en los 90 y ha sido aliado de la banca y la industria de las tarjetas de crédito”.
Adicionalmente, consigna Hook en su reporte que “Biden respaldó la legislación contra el crimen que muchos culparon de ayudar a impulsar una explosión en la población carcelaria. Elogió al senador Strom Thurmond (Republicano de Carolina del Sur), quien saltó a la fama como segregacionista. Apoyó la guerra de Irak”.
Sin embargo, cabe explicar que algunas de esas posturas del Biden de tiempo atrás fueron después revisadas por el hoy candidato, quien en 2012, ya como Vicepresidente se pronunció a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo, incluso antes de que lo hiciera su jefe Obama y de hecho en agosto de 2016 ofició un matrimonio entre dos cercanos colaboradores de la Casa Blanca.
Pero no es solo Trump quien ha señalado como socialista a su rival por la presidencia, esa narrativa se ha extendido a prominentes miembros del Partido Republicano, como la ex embajadora de Estados Unidos en la ONU, Nikki Haley, quien en la reciente Convención Republicana que proclamó a Trump como candidato por ese partido, aseguró que la visión demócrata, “para Estados Unidos es el socialismo y sabemos que el socialismo ha fracasado en todas partes”.
Según el portal de la Radio Nacional Pública de Estados Unidos (NPR por sus siglas en inglés), citando al profesor de historia y política de la Universidad de Vanderbilt, Alan Schwartz, “Socialismo es una palabra que por décadas los republicanos han utilizado contra los demócratas. Los demócratas han tendido, a través de la regulación y otras formas, a dar más poder al gobierno federal y regular la economía que los republicanos y esto se ha llamado socialismo”.
Sin embargo, el académico en el mismo reporte de NPR, asegura que el término socialismo en realidad se refiere a un sistema político en el que el estado está a cargo de la economía y proporciona no sólo servicios de bienestar social como la atención médica, sino donde “todo tipo de otras cosas están bajo el control del estado, incluidas las grandes secciones de la economía privada ".
Y este sentido coincide el politólogo y director del tanque de pensamiento Innopolítica, Jaime Ernesto Gutiérrez, quien en diálogo con Colombiacheck, aseguró que “eso del socialismo es una narrativa que intenta imponer Donald Trump en medio de la campaña, pero es casi, no digo, imposible sino improbable que alguno de los dos candidatos de los dos partidos tradicionales de ese país sea socialista. Es absurdo decirlo en el país que es la cuna del capitalismo”
Gutiérrez asegura que esa narrativa de Trump tiene un claro direccionamiento a los conglomerados latinos que pueden llegar a decidir las elecciones: “en Florida, Arizona, y Nuevo México, por ejemplo que son vistos como ‘swing states’ o estado bisagra que son aquellos estados en los que no aún no hay un claro ganador”
El politólogo asegura que no es raro que gran parte de la comunidad latina apoye a Trump, pero “no lo apoya por simpatía con él sino por lo que representa en contra de sus odios políticos en su país de origen. Por el odio a los Castro en Cuba, a Maduro en Venezuela y a Gustavo Petro en Colombia y por eso él está buscando el apoyo de los colombianos que son ciudadanos americanos y que obviamente van a querer que Colombia sea más parecida a Estados Unidos que a Venezuela”.
Es que el discurso del castrochavismo también fue determinante en las elecciones presidenciales colombianas en el triunfo de Iván Duque. Pero aparte de esto, como se evidenció en las elecciones de 2018, el voto de colombianos en Estados Unidos es cercano a la derecha y al temor de ese discurso. Fue así como en EE.UU., según la Registraduría, Duque obtuvo el 84,76 % de la votación, con 91.385 votos, mientras que Gustavo Petro sólo llegó al 12,68%.
Otro de los elementos que analizamos de Biden y su relación con Colombia es que el político se ha jactado de ser uno de los principales impulsores del Plan Colombia estrategia financiada por Estados Unidos que se inició en el gobierno del ex presidente Bill Clinton de Estados Unidos y Andrés Pastrana en Colombia, que fortaleció a las Fuerzas Armadas y con millonarios recursos apoyó la guerra contra el narcotráfico y las guerrillas.
Biden así lo reconoció en una reciente columna que escribió para el diario El Tiempo, titulada 'Reconstrucción de alianza con Colombia será una de mis prioridades' en la que señaló que “he visto la valentía del pueblo colombiano para recuperar su país de los estragos del terrorismo, el narcotráfico y la corrupción para transformarse en un líder regional y un aliado inestimable de los Estados Unidos. Fue esa valentía y resiliencia colombiana la que me llevó a luchar por el Plan Colombia desde su inicio y asegurar el apoyo bipartidista en el Congreso de los Estados Unidos”.
De hecho, Biden fue uno de los miembros de la delegación que acompañó al ex presidente Bill Clinton en 1999 a Cartagena una vez el Plan Colombia fue presentado en el Congreso de los Estados Unidos, como quedó registrado en esta nota de Noticias Uno.
Y es que el hoy candidato a la presidencia de la primera potencia mundial se caracterizó en su carrera como Senador como un congresista duro contra el crimen, de hecho, no solo apoyó la lucha contra las drogas sino que fue autor de varias iniciativas legislativas que endurecieron las penas y condujeron a miles de estadounidenses a las cárceles, así como lo registra esta nota de Vox.
El reportaje titulado, “Explicando el largo récord de Biden de apoyo a la guerra contra las drogas y las masivas encarcelaciones” detalla por ejemplo que el ex vicepresidente “Biden ayudó a redactar y aprobar dos de las leyes federales más importantes en la guerra federal contra las drogas (las leyes de 1986 y 1988) y, en particular, ayudó a crear la disparidad de sentencias para el crack y la cocaína en polvo. Y estaba, al menos en parte, detrás de otras leyes que perpetuaban el encarcelamiento masivo y aumentaban los poderes policiales”.
Sin embargo, Biden ha hecho ‘mea culpa’ de estas actuaciones a lo largo de esta campaña a la presidencia e incluso ya lo había hecho como vicepresidente de Barack Obama.
Por ejemplo, en julio del año pasado Biden, ya en el camino de la candidatura demócrata, lanzó un amplio plan de reforma de la justicia penal que incluía, entre otras propuestas, despenalizar la marihuana, eliminar las sentencias mínimas obligatorias para delitos no violentos, poner fin a la pena de muerte, abolir las prisiones privadas, deshacerse de la fianza en efectivo y desalentar el encarcelamiento de niños. El objetivo, decía la campaña de Biden, era reducir el encarcelamiento y corregir "las disparidades raciales, de género y basadas en los ingresos en el sistema".
Con iniciativas como estas, Biden y su equipo buscan suavizar las duras posturas históricas del candidato demócrata, pero sin dejar de lado su perfil como un hombre que ha sido fuerte contra el crimen y las drogas, algo que lo ha caracterizado a lo largo de su vida pública.
En el trino de Trump, objeto de este análisis, el presidente y candidato estadounidense, pretende vincular a Biden con el castrochavismo, así como con el senador Gustavo Petro, principal figura de la izquierda y la oposición en Colombia.
Sin embargo, poco o nada de verdad hay en la supuesta cercanía del candidato demócrata a estos perfiles de la izquierda latinoamericana, pues Biden en su periodo como vicepresidente de Barack Obama, por ejemplo, fue un duro crítico de la situación en Venezuela, propiciada por Nicolás Maduro.
Biden, por ejemplo, en marzo de 2014, en una entrevista que le dio al diario El Mercurio de Chile, pocos días, aseguró que la situación en Venezuela era “alarmante”, y además se mostró preocupado con la reacción del Gobierno de Maduro a las manifestaciones en ese país.
"Enfrentarse a manifestantes pacíficos con la fuerza y en algunos casos con milicias armadas, limitando la libertad de prensa y de asamblea (...) no está a la altura de los sólidos estándares de democracia que tenemos en la mayor parte de nuestro hemisferio", dio Biden en dicha entrevista.
De hecho, en febrero de 2015, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, acusó a Biden de ser el líder de un plan para derrocarlo, tal como quedó registrado en esta nota de BBCmundo, “el poder imperial del norte ha entrado en una fase peligrosa de desesperación; han ido hablar con los gobiernos del continente para anunciar el derrocamiento de mi gobierno. Acuso al vicepresidente de EE.UU., Joe Biden. (Él) personalmente ha hablado con presidentes y primeros ministros", dijo Maduro en cadena nacional de radio y televisión el 1 de febrero de 2015.
Esta afirmación ocurrió pocos días después de que Biden liderara en Washington, el 26 de enero de 2015, la Cumbre de Seguridad Energética del Caribe, en la que participaron muchos de los países del Caribe que entonces eran miembros de Petrocaribe.
Además, Joe Biden ha trinado en contra de Maduro, fortaleciendo el mensaje de que considera al presidente venezolano un dictador e incluso calificándolo de tirano, y al tiempo, apoyando a Juan Guaidó, como quedó claro en este trino del 9 de febrero de 2019.
En esa manifestación, hecha a través de su cuenta de Twitter, dijo: “Solo un tirano impediría la entrega de alimentos y medicinas a las personas que dice liderar. La comunidad internacional debe apoyar a Juan Guaidó y a la Asamblea Nacional. Es hora de que Maduro se haga a un lado y permita una transición democrática. El pueblo venezolano se merece algo mejor”.
Más recientemente, el pasado 16 de octubre, de nuevo en su cuenta de Twitter, Biden criticó a Trump por no darle a los venezolanos en Estados Unidos, un estatus de protección temporal sino que lo acusó de deportarlos furtivamente “devolviéndolos al opresivo régimen de Maduro. Está muy claro que no tiene en cuenta el sufrimiento del pueblo venezolano”.
Con este historial es claro que tampoco hay evidencias de que Biden sea cercano al régimen madurista, representante del llamado Castrochavismo y del socialismo del siglo XXI.
En el caso del dirigente de la Colombia Humana, Gustavo Petro, al que Trump califica de “perdedor”, la cercanía de Biden es incluso desmentida por el propio Petro que en esta columna “Dudo que ni Trump ni Biden me conozcan. Y dudo que el electorado de la Florida anclado en cadenas televisivas similares a RCN, me conozcan. Lo que intentan los asesores de Trump, esos sí latinos de extrema derecha y residenciados en la Florida, es asustar a los electores de Biden y a Biden”.
Petro, sin embargo, reconoce que tiene puntos en común con el candidato demócrata, especialmente en lo que se refiere a la lucha contra el cambio climático. “Lo que identifica a Colombia Humana con la corriente progresista dentro del Partido Demócrata de los EEUU, es la lucha contra el cambio climático”, dijo.
Pero previamente Petro en su cuenta de Twitter ya había manifestado en varias ocasiones que sus afectos con los candidatos demócratas estaban más cerca de Bernie Sanders que de Biden. Así lo deja ver por ejemplo en este trino del 14 de marzo pasado en el que aseguró que, “Si Sanders pierde ante Biden, Biden no le ganará a Trump. Si Trump es de nuevo elegido, ese día será el primer día del derrumbe de la humanidad. Pareciera que los pueblos cavan sus propias tumbas”.
Pero más allá de los análisis de Petro, ahora, a un eventual triunfo de Biden, de parte del candidato demócrata en cambio no ha existido, al menos en lo registrado en sus redes sociales, mención alguna al dirigente de la Colombia Humana.
Hicimos una búsqueda en la red social Twitter y nos arrojó que Biden no ha trinado nunca acerca de Gustavo Petro. Por lo que esa presunta cercanía que menciona Trump, tampoco está probada.
Biden en cambio ha manifestado en varias ocasiones su apoyo a Colombia y al presidente Ivan Duque, como queda claro en este trino del 20 de julio del 2018 en el que publica dos fotografías, una con Juan Manuel Santos, entonces saliente presidente de Colombia y la otra con el presidente electo, Ivan Duque.
I was honored to visit Colombia this week to engage with the country’s current and future leaders. I wish all of my friends in Colombia a future of prosperity and peace as they celebrate the 208th anniversary of their independence. pic.twitter.com/ALuQDVBgsH
— Joe Biden (@JoeBiden) July 20, 2018
Poco después, en febrero de 2019, de nuevo el candidato demócrata trina esta vez en clara alusión al trabajo del presidente Iván Duque, quien acababa de visitar Washington y dijo en ese momento:”Hoy felicito al presidente @IvanDuque por su exitosa visita a Washington. Mantener un fuerte apoyo bipartidista para #Colombia es de vital importancia para enfrentar desafíos clave de seguridad y económicos en el hemisferio, incluida la ayuda humanitaria para los refugiados de #Venezuela”.
Así que tras este análisis de la vida legislativa del candidato a la presidencia por el partido Demócrata y a sus manifestaciones recientes en el marco de su campaña electoral, concluimos que su perfil político está lejos de ser el de un socialista como lo ha repetido durante los últimos meses su rival en la carrera por la Casa Blanca, Donald Trump. Tampoco se ha probado esa supuesta cercanía con Gustavo Petro ni que quiera llevar a Estados Unidos al castrochavismo.