Los recientes anuncios de la Registraduría acerca de la nueva cédula digital revivieron en redes sociales una desinformación que relaciona a la empresa SmartMatic, que por trece años fue responsable del voto electrónico en Venezuela, como la encargada de implementar esta tecnología en Colombia. En la cadena aseguran que Petro insiste en esto  para instaurar la “dictadura socialista” en el país.

Esta es la cadena:

“Petro  insiste en una nueva Cédula de identidad. Sabes por qué? Es importante que todo Colombia sepa que la empresa que está detrás de ‘la nueva cédula de identidad Colombiana promovida por el presidente, es SmartMatic. Cuando usted registre sus datos biométricos usted estará dándole su huella digital a una empresa Venezolana especializada en fraudes eléctorales fundada por Hugo Chávez,  Fidel Castro y la Inteligencia Cubana actualmente con apoyo de China” (sic).

“A partir de ese punto, ellos podrán votar por usted, porque incluso tendrán su huella digital para comprobarlo, una vez hecho eso quedará establecida por muchos años una dictadura Socialista en Colombia y recuerde para ellos NO importa quien vote, sino quien cuenta los votos!”

También se encontró el mismo texto en Twitter (1, 2, 3) y Facebook (1, 2, 3).

En Colombiacheck verificamos este contenido y concluimos que es falso. El 29 de 2021 verificamos una desinformación similar en el  chequeo titulado “Smartmatic no implementará en Colombia la cédula y el voto electrónico”. 

Como dijimos el año pasado, Smartmatic, según su website, es una empresa estadounidense que se inició en Palm Beach, Florida, en 2000, y que ha estado involucrada en más de 3.500 elecciones alrededor del mundo. Aunque no nació en Venezuela, entre sus fundadores vivos sí hay dos venezolanos que son Antonio Mugica y Roger Piñate, de acuerdo con investigaciones de la BBC y Telesur. Además, sus nombres aparecen en la website de la tecnológica como dueños del 88% de las acciones y se les asoció en una filtración de Wikileaks con la cúpula chavista. 

En 2017, luego de haber prestado soporte en 14 comicios venezolanos, destapó un escándalo electoral al asegurar que para las votaciones de la Asamblea Nacional Constituyente, el Consejo Nacional Electoral (CNE) manipuló “las cifras de participación” y que estas no coincidían con su recuento. Desde entonces dejó de prestar servicio al Estado venezolano y comenzó una querella con la administración de Maduro por ese fraude y por la expropiación de activos de la empresa. 

En el caso colombiano, esta empresa hizo presencia en el territorio a través de un holding y permaneció inscrita durante dos años en el Registro Único de Proponentes, pero no existen contratos con el Estado hasta la fecha tal como pudimos comprobar en el Servicio Electrónico de Contratación Pública (Secop).

El registrador nacional Alexander Vega, además, en 2020 explicó que en la implementación de la cédula digital se haría una adicción contractual por 16.000 millones de pesos al convenio que tenían con su “único aliado tecnológico”, la multinacional francesa Idemia Identity & Security Sucursal para que se encargara, por lo tanto no hubo licitación pública.

La contratación directa entre la compañía y la Registraduría se viene dando desde el 2010 para “dar continuidad a las actividades de mantenimiento y sostenibilidad de los sistemas” ya que Idemia es la fabricante, proveedor exclusivo y titular de la propiedad intelectual de estos sistemas, según se lee en un acto administrativo de justificación de fecha 2020.

En el Secop además reposan los contratos celebrados en 2018 y 2019 precisamente para el desarrollo del sistema de la cédula digital.

Por lo tanto, queda en evidencia que el proceso para esta nueva identificación viene de mucho tiempo atrás al Gobierno de Gustavo Petro, específicamente del periodo de Iván Duque. 

Igualmente, se debe precisar que este es un trámite optativo durante este año tal como señala la Registraduría en su web, aunque para 2023 sí se prevé que sea obligatorio. 

Con respecto a la suplantación o usurpación de identidad, la institución ha sido enfática en que la seguridad del documento se sustenta en la autenticación biométrica que incluye fotografía y huellas dactilares. Además, en Colombia tampoco ha avanzado un proyecto de voto vía electrónica pese a los múltiples intentos y para el cual cabría la posibilidad del uso de una huella digital. 

En conclusión, la cadena de Whatsapp que vincula a Smartmatic con la cédula digital es falsa, ya que no existe ninguna prueba de tal relación en los contratos celebrados para el desarrollo de esta documentación ni tampoco existen unos comicios electrónicos donde se “usurpe” la huella digital de alguien. Además, el proceso empezó en 2018, cuando Petro no era presidente.