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Miércoles, 19 Noviembre 2025

Revive declaración sin contexto de Jacobo Arenas sobre orígenes del M-19

Por Juan Sebastián Lozada

El antiguo jefe guerrillero mencionó que varios líderes fundadores del ‘Eme’ fueron desertores de las FARC, pero en redes olvidan detallar otras circunstancias que acompañaron el origen de esa guerrilla urbana.

3 DATOS CLAVE:

  1. En redes circula un video del antiguo líder guerrillero, Jacobo Arenas, en el que asegura que ex comandantes del M-19 fueron desertores de las FARC. Con él se afirma que esa guerrilla urbana nació “de los terroristas de las FARC”.
  2. Aunque Jaime Bateman, Caros Pizarro y Álvaro Fayad, además de otros exguerrilleros del ‘Eme’ militaron primero en las FARC, luego se unieron miembros de diferentes organizaciones.
  3. En 1973, en la primera conferencia del grupo insurgente, se presentó con la integración del ala radical de la Alianza Nacional Popular (Anapo).

En redes circula un video cuestionable de un influencer que afirma que la guerrilla del Movimiento 19 de Abril (M-19) se originó porque sus líderes fueron “desertores de otro grupo terrorista como las FARC” (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia). El video tiene el título: “Que no le mientan a Colombia así nace el m-19 de los t3r0r1st@s de las f4rc”.

Como prueba, el hombre invita a escuchar una declaración de Luis Alberto Morantes, alias ‘Jacobo Arenas’, en la que señala lo siguiente:

“Entonces, por ejemplo, ¿los dirigentes del M-19 qué? ¿Carlos Pizarro no fue desertor de las FARC? ¿Álvaro Fayad no fue desertor de las FARC? Bueno y otros que da un poco de dolor porque por fin a última hora tuvieron posiciones muy buenas y muy unitarias y cosas de esas, pero la mayoría de la dirigencia del M-19 fueron desertores de las FARC”.

Al final del video el hombre remata: “¿Ahora qué va a decir el nefasto y miserable presidente que tenemos que fue integrante del M-19?”.

Esta frase de Arenas, que reaparece ahora cuando se cumplen los 40 años de la toma del Palacio de Justicia, ya había sido verificada por Colombiacheck en el 2019 cuando el coronel retirado Alfonso Plazas Vegas, quien participó en la retoma del Palacio, dijo que el “M-19, hoy Partido Verde, nació de las Farc” (sic).

En ese entonces, en el chequeo ‘Plazas Vega repite error de Jacobo Arenas y le suma otras inconsistencias’ contamos que, como lo registró el historiador Darío Villamizar en su libro Aquel 19 será (Planeta, 1995), Jaime Bateman e Iván Marino Ospina llegaron a las FARC en 1966, y luego les siguieron Luis Otero, Fayad y Pizarro. El ahora diplomático del gobierno Petro retoma testimonios que recogió la periodista Patricia Lara en su libro sobre la historia del ‘Eme’.

También la Comisión de la Verdad, en su capítulo sobre el relato histórico del conflicto armado interno 'No Matarás', señala que la mayoría de los líderes del M-19 fueron formados en las juventudes comunistas (JUCO), y luego militaron en las FARC. En un testimonio que rindió ante la Comisión, Pablo Catatumbo, excombatiente y antiguo líder del Estado Mayor de esta guerrilla, expresó que Bateman se agotó del ritmo de la guerrilla rural y, “como encargado del grupo urbano de las FARC, decidió abrir su propio grupo”, relata el informe.

Esa versión de la génesis de esa guerrilla urbana concuerda con la del informe que entregó en el 2010 la llamada Comisión de la Verdad sobre los Hechos del Palacio de Justicia.

Así también se lo expresó Álvaro Fayad a Patricia Lara en su libro:

“Y a pesar de que encontrábamos positiva nuestra experiencia en las Farc [...] una guerrilla comandada por dirigentes con experiencia y tradición como Jacobo y [Manuel] Marulanda, [...] veíamos que esos dirigentes estaban enmarcados dentro de una estructura que los limitaba, que encajonaba su capacidad de liderazgo, su agilidad política y mental”.

También en el mencionado chequeo contamos que los líderes del ‘eme’ fueron acusados de traición y expulsados de las FARC a principios de la década de 1970, luego de plantear diferencias con respecto al lenguaje y los métodos de revolución. Catatumbo se refirió a ello en su rendición ante la CEV, “una ventaja fue que el M-19 nunca utilizó el lenguaje que usan estos de llamar traidores a las FARC, sino que Bateman fue muy respetuoso frente al partido y frente a las FARC, ellos nunca hicieron antipartido”.

El anuncio de la creación del M-19 se hizo público por medio de una resolución de la guerrilla en 1972. En esas labores propagandísticas en las ciudades también participaron otros futuros ‘emes’ como Otero, Fayad, Yamel Riaño y Jorge Eduardo Carvajalino.

Desde 1971, Ospina había liderado la conformación de una organización diferente a la que llamaron Comuneros. Esta editó cuatro números de una revista homónima en la que llamaban a la unidad con otros grupos armados de izquierda, como el ELN y el EPL.

Vera Grabe y María Eugenia Vásquez llegaron desde el movimiento estudiantil de la Universidad Nacional, como apunta una tesis de la Universidad del Rosario con base en sus biografías.

Villamizar también menciona otros nombres famosos venidos de diferentes organizaciones, entre ellos Otty Patiño, quien no estuvo en las Farc sino vinculado a las protestas de los indígenas guahíbos en los llanos orientales. Rosemberg Pabón y Guillermo Elvecio Ruiz llegaron expulsados de la regional del Valle del Partido Comunista. Augusto Lara Sánchez trabajó previamente como periodista. Germán Rojas hacía parte de las Fuerzas Armadas de Liberación.

De acuerdo con la entrega de la Comisión de la Verdad sobre el relato del conflicto, al grupo de ex comunistas, se sumó un grupo de la Alianza Nacional Popular (Anapo) que “desencantados con el fraude, optaron por la lucha armada”. Villamizar, en su libro, anota que fue solo en 1973, después de muchas conversaciones entre estos dos grupos, en el que asumieron el nombre Movimiento 19 de Abril, propuesto por Álvaro Fayad.

Las elecciones de 1970 y la sospecha de fraude

El general Gustavo Rojas Pinilla buscaba regresar a la Presidencia y se enfrentó en las elecciones del 19 de abril de 1970 al conservador Misael Pastrana, que contaba con el apoyo bipartidista del Frente Nacional.

El exmandatario militar llevaba la ventaja hasta la madrugada del día 20, por lo que unos medios lo anunciaron como ganador y otros dudaron porque la votación había sido reñida, como lo recuenta un artículo de la historiadora Olga Yanet Acuña.

El Gobierno informó de fallas eléctricas y telegráficas en medio del conteo. Después, para la noche del 21 de abril, el candidato frentenacionalista había tomado una ligera ventaja y estallaron las protestas anapistas por la sospecha de fraude. Sin embargo, Pastrana amaneció el 22 de abril como presidente electo y Rojas Pinilla no se manifestó a favor de quienes lo defendían en las calles como el ganador legítimo de la contienda.

“Hasta ahora, no sabemos qué causó más desconcierto y estupor en las masas, si el robo de las elecciones o la mansa actitud del resignado general”, cita Villamizar de una carta que Bateman le escribió años más tarde a la hija y heredera política del militar, María Eugenia Rojas.

Esa indignación impulsó a un sector de la Anapo, liderado por los representantes Carlos Toledo Plata, Israel Santamaría Rendón y Andrés Almarales Manga, a promover la creación de un brazo armado. Tras la fundación de una plataforma interna, hicieron contacto con los Comuneros y juntos dieron origen al M-19.

Así pues, la tesis de que el M-19 es un grupo de “desertores de otro grupo terrorista como las FARC” pasa por alto que aunque algunos de sus fundadores sí militaron en esa guerrilla anteriormente, otros provenían de diferentes organizaciones políticas o sociales, como movimientos universitarios o el Partido Comunista, o incluso, otros grupos insurgentes. La narrativa busca estigmatizar a quienes hoy están en el gobierno y pertenecieron a la guerrilla urbana, justo cuando se cumplen los 40 años de la toma del Palacio de Justicia.