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Falso
Un mensaje alerta en redes sobre el supuesto caso de un niño de 10 años que se habría enfermado de sida en el Valle del Cauca tras consumir una rodaja de piña contaminada accidentalmente con sangre de un vendedor infectado “unos 15 días atrás”. Como evidencia, incluye la imagen de un dedo con una herida.
Al monitorear la difusión del texto en Facebook, encontramos más de 400 publicaciones durante el último mes, así como otras 30 en Instagram (1, 2, 3).
Estas alarmas son falsas, puesto que es imposible contraer el virus causante de la enfermedad del modo en que se describe en la historia. Además, las publicaciones alternan la ubicación del caso y usan fotos provenientes de bancos de imágenes para sustentarlo.
El contagio del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), causante del sida, a través de alimentos o bebidas es un mito común sobre esta enfermedad que ha generado numerosas piezas de desinformación durante los últimos años. Estas han presentado la posibilidad de contraer la enfermedad a través del consumo de pescado, soda y otros alimentos.
Sin embargo, como nos explicó Carlos Eduardo Pinzón Flórez, magister en epidemiología clínica y actual subsecretario de Salud Pública de Cali:
“El VIH, responsable del sida, es un lentivirus de la familia retrovirus. Se transmite a través de fluidos corporales como semen, sangre, flujo vaginal, entre otros. En el caso de la exposición a sangre en alimentos o superficies, no es posible ni probable la contaminación ni la transmisión, debido a que el virus, al contacto con el oxígeno, se destruye y no es activo”.
Esto mismo concluyó el medio especializado Science Feedback al consultar al Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC). Según la agencia estadounidense, el VIH no sobrevive por fuera del cuerpo humano. A través de la comida, sólo se conocen casos de contagio extremadamente raros en los que un adulto contaminado y con una herida en la boca, masticó alimentos antes de dárselos a un bebé.
Finalmente, para una verificación de nuestros colegas de Animal Político sobre esta desinformación, el infectólogo mexicano Uri Torruco explicó que el virus no se manifiesta a los 15 días de contraído. Esto puede tomar de 4 a 6 semanas.
Como explica la iniciativa Eres VIHDA, no hay motivos para que una persona diagnosticada con VIH/SIDA sea excluida de labores que impliquen manipulación de alimentos. Esto constituye uno de los escenarios de discriminación comunes frente a quienes viven con el virus, descritos por la propia CDC.
Otros indicios de que se trata de una historia ficticia se ven en las fotografías que la acompañan, pues muestran diferentes dedos con cortes y, a través de una búsqueda inversa en Google Lens, encontramos que una salió de un banco de imágenes y otra está en internet desde hace 14 años, no son registros del supuesto caso. Por otra parte, casi todas las publicaciones señalan que el hecho ocurrió en Barbados, país caribeño, mientras páginas colombianas lo ubicaron en el Valle del Cauca o Barranquilla, tratando de aprovechar el contexto local.
Esto es, que durante el mes de marzo de 2025, tras la publicación del Fondo Colombiano de Enfermedades de Alto Costo, llamada “Situación del VIH en Colombia” donde se registraron 14.555 nuevos diagnósticos de VIH, se generó desinformación sobre un supuesto brote de la enfermedad en el país, que incluso se llegó a calificar falsamente en redes como “pandemia”. Publicaciones con este contenido fueron verificadas en nuestro chequeo “No hay una pandemia de VIH en Colombia alertada por la ONU”.
Según el Ministerio de Salud, estos rumores se generaron de una interpretación errónea sobre el incremento de los diagnósticos, que no prueba un aumento en el contagio, sino en una mejoría en la detección. El subsecretario Pinzón, por ejemplo, le explicó a Colombiacheck cómo el aumento en la toma de muestras incrementó sensiblemente el número de diagnósticos en Cali de un año a otro.
Así pues, calificamos como falsas las publicaciones que difunden un supuesto caso de transmisión de VIH a través del consumo de piña. El contagio por esta vía es prácticamente imposible, según expertos, y datos como la ubicación del supuesto hecho y el plazo en que se manifestó el virus evidencian que se trata de un relato ficticio.