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El pasado 25 de octubre, a las 11:12 a.m., el alcalde de Medellín lanzó vía Twitter un anuncio grandilocuente: “En tres semanas Medellín espera alcanzar inmunidad de rebaño. El Covid va quedando atrás. Un futuro próspero nos espera”.
El mensaje emitido por el mandatario tuvo amplia difusión en redes, más de 550 retuits y cerca de 4 mil likes, y ocupó espacio en varias notas de prensa. Pero El Armadillo consultó datos públicos e indagó con expertos y se encontró con que los retos de la vacunación en la ciudad aún son grandes y que la meta fijada por el Ministerio de Salud para hablar de inmunidad colectiva está lejos de alcanzarse.
Empecemos con los datos. Según el Dane, Medellín tiene una población de 2,5 millones de habitantes. Para cumplir la meta dispuesta por el Gobierno Nacional de vacunar con al menos una dosis al 90 % de la población, el Municipio debe garantizar que 2’315.898 personas estén vacunadas.
Al ser consultada para este chequeo, por los datos del plan de vacunación, la Alcaldía de Medellín respondió que los cálculos de sus avances se realizan con base en esas 2,3 millones de personas que es la meta del 90%, y no en el 100 % de la población. Entonces, de acuerdo con los reportes oficiales y con corte al 10 de noviembre de 2021, el 82,6% de esa población (1’912.931 personas) ya tenía por lo menos una dosis. Palabras más, palabras menos, aún faltan 400 mil personas para lograr ese objetivo del 90 %.
Pero si los cálculos se hacen sobre el 100 % de la población de Medellín, la cobertura apenas alcanza un 75 %.
Cuando hablamos de población con los esquemas de vacunación completos —dos dosis, o dosis única en el caso de la vacuna Janssen— en Medellín el porcentaje de cobertura se reduce: apenas 62,8 % (respecto a la meta fijada), lo que equivale a 1’455.309 personas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la inmunidad de rebaño, o colectiva, se produce por “la protección indirecta contra una enfermedad infecciosa, que se consigue cuando una población se vuelve inmune, ya sea como resultado de la vacunación o de haber presentado la infección con anterioridad”.
Aquí vale recordar que el estudio de Seroprevalencia, liderado por el Instituto Nacional de Salud (INS), estimó que para finales de mayo de este año la capital antioqueña tenía una prevalencia proyectada del 84 %. Es decir que de 100 personas, 84 ya se habían contagiado lo que proporciona una inmunidad natural contra el virus que se refuerza con las vacunas.
Aunque a finales del 2020 la cifra para lograr esa inmunidad se estimaba en el 70 % de la población vacunada, luego las nuevas variantes del virus obligaron a recalcular ese porcentaje y aumentarlo hasta el 90 %, que es la meta actual del Ministerio de Salud en Colombia.
En palabras de Luis Jorge Hernández, experto en salud pública y profesor de la Universidad de los Andes, inmunidad de rebaño es tener muchas personas vacunadas, o con anticuerpos por haber sido contagiados, para disminuir la susceptibilidad de contagio. Es decir, que el virus tenga menos personas a quiénes infectar.
Para él, doctor en Salud Pública, lo que hizo el alcalde Daniel Quintero con el anuncio es un manejo político del dato: “Son mensajes simbólicos para dar falsa confianza, pero es puro populismo epidemiológico y un manejo más político que técnico. Por la biología del virus se ha demostrado que hay que llegar al 90 % de la población vacunada, ojalá con el esquema completo, y no se puede cantar victoria”.
Para Silvana Zapata Bedoya, magíster en Epidemiología y especialista en Sistemas de Información Geográfica, el uso del concepto de inmunidad de rebaño es arcaico para el SARS-CoV-2 y se ha rebatido conforme la pandemia ha mostrado cambios:
“En un principio pensamos que el virus no iba a cambiar tanto y con las variantes que había en ese momento se podía retomar el concepto completo que es cortar la transmisión. Pero hoy, cuando alguien habla de inmunidad de rebaño es impreciso decir que la lograremos y le estaría mintiendo a la gente. No estamos cortando transmisión. Estamos reduciendo la mortalidad y la enfermedad grave y, por supuesto, eso es positivo”.
La experta consultada detalló además que hay que hablar mejor de unas metas operativas que hay que cumplir sí o sí porque han demostrado que son eficaces y eficientes en el control del virus. Esas metas son vacunar a quienes faltan, seguir haciendo vigilancia epidemiológica y llegar a lugares con mayor densidad poblacional y a grupos de riesgo.
Esta visión coincide con la de su colega Zulma Cucunubá, epidemióloga del Imperial College de Londres, quien le respondió públicamente al alcalde y calificó como impreciso usar el concepto de inmunidad colectiva:
Cifras bajas de casos son motivo de optimismo y recuperación social 🙏
— Zulma Cucunubá (@ZulmaCucunuba) October 26, 2021
Pero, dada biología de SARS-CoV-2 es impreciso anunciar inmunidad de rebaño.
Metas deben ser más operativas:
- cobertura vacunal
- # casos bajo y controlable
- impacto mínimo en mortalidad
- sist.🚨temprana https://t.co/OvFEy0HzPg
Justamente este viernes 12 de noviembre, a tres días de que se cumpla el plazo de tres semanas que el alcalde Quintero había anunciado, la Alcaldía de Medellín lanzó una estrategia para promover la vacunación en contextos escolares y comunitarios (parroquias y sedes barriales) y mostró su preocupación por la cobertura, principalmente, entre personas de 50 a 59 años.
“La cobertura más baja se registra en el rango de 50 a 59 años, por lo cual la Administración Municipal hace un llamado a la ciudadanía a participar del proceso de inmunización. (...) En Medellín 385.870 personas pertenecen a este grupo poblacional y solo el 75 % tiene una dosis y el 69 % cumplen con esquemas completos”, informaron en un comunicado de prensa.
Además, la Alcaldía recordó que Minsalud indicó que para alcanzar la protección colectiva las coberturas deben llegar al 90 % y estimó que tiene disponibilidad a la fecha de 200 mil vacunas para todos los grupos poblacionales.
Desde el día del anuncio del alcalde (25/10/2021), Medellín ha aplicado 234.203 vacunas, contando primeras, segundas y terceras dosis. Un promedio de 13.600 vacunas cada día y una cifra austera si se tiene en cuenta que a la meta de llegar al 90 % de la población con al menos una dosis le faltan cerca de 400 mil personas.