Desde que la Comisión de la Verdad publicó el Informe Final, en redes sociales se han circulado algunas publicaciones en las que se asegura que que la entidad no escuchó a varios sectores para la elaboración del Informe Final, como las fuerzas armadas, al empresariado y que incluso se ignoró a las víctimas de la extinta guerrilla de las FARC (1, 2, 3).
Es por eso que Colombiacheck le cuenta qué son y cómo funcionaron los espacios de escucha que nutrieron la elaboración del capítulo titulado, Hallazgos y recomendaciones.
Ya en Colombiacheck hemos explicado antes que la entidad sí escuchó a las víctimas de las FF.AA. En dicho texto precisamos que la Comisión de la Verdad escuchó en total a 26.038 personas en diferentes espacios: entrevistas a víctimas, familiares o testigos (10.716); entrevistas en profundidad a víctimas que también tenían roles de expertos, actores armados, terceros civiles u otros (898) y entrevistas colectivas (14.424 personas).
La CEV escuchó a 374 uniformados (entre activos y retirados). “Del total de entrevistados, 81 participaron como comparecientes de la Jurisdicción Especial para la Paz y dieron cuenta de responsabilidades individuales y colectivas en hechos del Conflicto armado. Los 293 entrevistados restantes participaron en modalidades de entrevista a víctimas”, enfatizó la Comisión de la Verdad.
Para la entidad fue indispensable abrir la conversación sobre la verdad y escuchar a todos. La Dirección de Diálogo Social fue la encargada de “compartir la escucha entre iguales y con quienes también tenemos diferencias”. Estos espacios fueron parte de la estrategia de escucha plural de la Comisión en el que todas las voces, de todos los sectores de la sociedad, son acogidas a través de diversos momentos.
Según Valeria Jaramillo, de la dirección de Diálogo Social de la Comisión de la Verdad, crear los espacios de escucha surgió como una necesidad, al ver que sectores como el empresariado y la fuerza pública querían un espacio distinto para conversar. “Cuando invitamos a estos sectores nos dijeron que no asistían porque no eran responsables del conflicto armado y que querían contar su verdad en acto público como lo tuvieron otros actores”, afirmó.
Y es que en la Comisión ya existían los otros escenarios de recolección de testimonios como lo eran el de reconocimiento y el de responsabilidades.
Así fue como a comienzos de 2020 el equipo de Diálogo Social diseñó una metodología que permitía que las personas que sentían que los espacios de reconocimiento o en los diálogos para no repetición no tenían cabida pudieran igual hablar.
“¿Cuál era la premisa con estos dos actores? que sentían una prevención con la Comisión de la Verdad. Entonces dijimos, bueno, lo que habrá que hacer es no preguntar nada y permitir un espacio más testimonial y así nacieron los espacios de escucha. Fueron espacios donde la gente habló sobre su sentir”, declaró Jaramillo.
Fue así que la Comisión buscó ejes temáticos para encauzar los testimonios de las personas que participaron en dichos espacios.
Durante el 2020 se realizaron, por ejemplo, varios espacios con Fuerza Publica, sobre lo que le pasó a los uniformados que se vieron afectados por minas antipersonas, otros que fueron víctimas de despojo y desplazamiento, militares que fueron secuestrados. También hubo espacios de escucha regionales, según las mismas divisiones del Ejército.
Como lo explicó Valeria Jaramillo, lo que buscaban era que los testimonios estuvieran englobados en una temática y contribuir a la labor de escucha, esclarecimiento y diálogos de no repetición. Para llegar al espacio público en que los distintos actores hablaron era necesario un trabajo previo.
“Las organizaciones postulaban a las personas y teníamos una primera sesión sobre qué era la Comisión, los alcances que iba a tener este espacio de escucha y el cronograma que íbamos a seguir” afirmó Jaramillo. Era la única metodología dentro de la institución que tenía una sesión dedicada exclusivamente a la pedagogía de la entidad.
Tras esa sesión, a las personas que querían hablar ante la Comisión de la Verdad se les pedía un consentimiento informado, en el que se les preguntaba si querían seguir con el proceso tras contarles la dinámica del espacio de escucha. Todas las participaciones en la Comisión eran voluntarias y empezaba el proceso con una asistencia psicosocial de manera grupal e individual.
“Si la persona que había decidido hablar estaba muy mal al momento anterior, cinco minutos antes del espacio, se podía retractar y no había ningún problema”, explicó Jaramillo. El grupo psicosocial informaba quienes estaban listos para dar su testimonio y quien no y si la persona insistía que quería hablar se le acompañaba durante el proceso.
Después del espacio público se tenían sesiones privadas con el equipo de Diálogo Social y otros funcionarios en las que la información revelada por los participantes nutría las investigaciones.
“Los comisionados, los investigadores y nosotros del equipo de diálogo social, les preguntábamos cosas muy puntuales que podían servirnos para los procesos de esclarecimiento, pero era privada, era cerrada y también voluntaria”, declaró Jaramillo.
El único evento presencial que se hizo antes de la cuarentena obligatoria fue un espacio de escucha relacionado con excombatientes de las FARC y algunas de las familias de excombatientes que habían sido asesinados tras la firma del Acuerdo Final.
La Comisión para seguir con estos eventos buscó un aliado y éste fue Foros Semana con el auspicio de la Unión Europea. Con Semana se logró transmitir a través de los canales de la entidad y del medio, el evento y tras ello publicar notas en el portal de la revista. Según datos de la Comisión se realizaron 20 espacios con los aliados.
En 2021 los espacios de escucha fueron organizados únicamente por la Comisión de la Verdad y se difundieron exclusivamente por los canales institucionales abiertos al público.
Entre 2020 y hasta la fecha, la Comisión de la Verdad ha realizado un total de 66 espacios de escucha coordinados y acompañados desde el nivel nacional, 20 de los cuales han involucrado la participación de las Fuerzas Militares y de Policía, organizaciones de ex integrantes de la Fuerza Pública y organizaciones de víctimas que pertenecieron a la Fuerza Pública.
“Tal y como se ha planteado públicamente, con el objetivo de permitir la libre expresión de la experiencia, de las emociones y visiones de quienes participen acerca de lo sucedido en el marco del conflicto armado, estos espacios fueron diseñados para incluir una multiplicidad de actores/sectores entre quienes se encuentran empresarios/as, Fuerza Pública, partidos políticos, hombres y mujeres ex combatientes (de todos los grupos), personas con discapacidad, personas lesbianas, gais, bisexuales, transgénero (LGBT), NNAJ, pueblos étnicos, entre otros”, afirmó el director de Diálogo Social, Gerson Arias.
Colombiacheck le preguntó a la Comisión sobre las cifras de los Espacios de Escucha y la entidad anexo las fechas, la descripción del evento y si fue público o privado.
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Además, el 5 de mayo de 2022 se realizó un taller de intercambio sobre las transformaciones institucionales e insumos para las recomendaciones del Informe Final, con el personal activo del Ejército Nacional, la Fuerza Aérea y la Armada Nacional.
Tras la publicación del Informe se lanzó la transmedia que contiene una sección exclusivamente a Diálogo Social, que recoge las formas en la que la Comisión escuchó al país. Contiene una línea de tiempo con el material que se recogió en estos espacios y las transmisiones de los eventos.
La entidad cierra su mandato a través de la Dirección de Diálogo Social con más de 165 hitos de trabajo en relación con la Fuerza Pública, en el que se incluyen conversaciones, reuniones de intercambios pedagógicos, preparación y puesta en escena de los Espacios de Escucha y la entrega de informes por parte de los uniformados.