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Viernes, 12 Agosto 2022

El informe final sí habla de los crímenes cometidos por el M-19

Por Pilar Puentes Espinosa, especial para Colombiacheck

En varios de los capítulos del informe de la Comisión de la Verdad se detallan las responsabilidades atribuidas a esa guerrilla. En profundidad se abordan casos como la toma al Palacio de Justicia, los secuestros y el crimen de José Raquel Mercado, entre otros.

Aunque algunos en redes sociales hayan dicho que el Informe Final de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad no investigó la violación de derechos humanos por parte de la guerrilla del M-19, el documento muestra una historia diferente. Colombiacheck le explica que dijo la entidad sobre esta guerrilla: 

Desde que se conocieron los primeros tomos del Informe Final se ha señalado a la Comisión de la Verdad de no incluir a la guerrilla urbana del M-19 en el relato, como lo muestra una cuenta en Twitter, llamada ‘Fennix’,  con más de 19,425   seguidores al trinar que: “Una historia donde el ejército es el malo y el M-19 los salvadores”.  Otra cuenta se le sumó la discusión al trinar que “por qué no se habla de los delitos cometidos por el M-19”. 

El tomo de Hallazgos y Recomendaciones abre sus primeras páginas con un recorrido narrativo sobre el conflicto, en el que la primera mención a la guerrilla se da al  referirse al proyecto paramilitar que se configuró a través del movimiento Muerte a los Secuestradores (MÁS), que sucede tras el secuestro de Martha Nieves Ochoa, hermana de miembros del Cartel de Medellín, por parte de la guerrilla del M-19. Un hecho que marca el entramado de fuerzas del Estado con grupos armados ilegales. 

En el capítulo sobre Violaciones de Derechos Humanos e infracciones al Derecho Internacional Humanitario, de este mismo tomo, evidencia que el secuestro durante la década de los setenta estuvo sobre todo perpetrado por el M-19. Para la Comisión, el secuestro  fue una estrategia de las guerrillas como factor económico y político. “El primero era una de sus fuentes financieras más importantes y, el segundo, buscaba lograr objetivos que favorecieran su poder de negociación, coacción o confrontación”, se lee en la página 162. 

Como lo explicó la Comisión,  “fue una práctica intencional y extendida en la que el desprecio por la vida y el sufrimiento de las víctimas y sus familias revelaba el grado de deshumanización del conflicto armado colombiano”. 

En el tomo Hasta la guerra tiene límites, que abarca la violaciones al DIH, retoma uno de los casos más sonados que perpetró el M-19. Entre febrero y abril de 1976 secuestró y asesinó al sindicalista de la Confederación de Trabajadores de Colombia,  José Raquel Mercado

La investigación por parte de la Comisión fue indispensable los testimonios de los excombatientes de esta guerrilla. Uno de ellos dijo: “Había una aceptación de que [el secuestro] se podía y se debía hacer en el sentido en que la consecución de finanzas era un elemento estratégico, absolutamente necesario, para la lucha revolucionaria, no porque fuera revolucionario o un derecho, sino porque era una necesidad que de otra manera no se podía sustituir”, como se lee en la pagina 202. 

La Comisión de la Verdad relata lo contado por un excombatiente del M-19 que,  reconoció que en Pereira y la zona del Eje Cafetero la guerrilla se aliaba con la delincuencia común para cometer los secuestros. “Nosotros en Pereira actuábamos en alianza con la delincuencia común para que nos vendieran secuestrados”, afirmó una de las personas entrevistadas por la entidad.

Al reconocer que el M-19 fue el principal actor armado que secuestró en los setenta, también advierte que durante este tiempo existieron grupos delictivos que secuestraron y que se les atribuyó erróneamente a las guerrillas, como ocurrió con el secuestro y asesinato de Gloria Lara, sucedidos el 23 y 28 de noviembre de 1982. Colombiacheck en varias oportunidades ha chequeado que no hay suficientes evidencias para responsabilizar de este hecho al M19 o al presidente Gustavo Petro. (ver chequeo)

La Comisión hizo una investigación especial del caso del asesinato de Gloria Lara, en la que determinaron que casi 20 personas fueron acusadas, nueve personas fueron detenidas y torturadas, nueve debieron ocultarse. Todas esas personas debieron salir junto con sus familiares cercanos al exilio hace 39 años. 

En voz del comisionado Carlos Martín Beristain, “el crimen todavía sigue impune e igual que las torturas de las personas que fueron acusadas. Es un caso del que no se ha podido hablar”. La Comisión lanzó un documental titulado ‘El silencio es el hijo del miedo’, que reconstruye el caso y los avances judiciales del mismo. 

Según datos proporcionados por el Centro Nacional de Memoria Histórica a la Comisión de la Verdad, las FARC fue el grupo que más víctimas de secuestro dejó, “pero las demás guerrillas también acudieron a esta práctica e incluso el 57% de los crímenes de guerra atribuidos al M-19 fueron justamente secuestro”.

Otra de las violaciones al DIH que responsabiliza al M-19 en el Informe Final es el reclutamiento de niños, niñas y jóvenes. La Comisión resalta varios testimonios en los que se evidencia cómo esa guerrilla reclutó a varios jóvenes menores de 14 años. Uno de ellos le relató a la Comisión cómo había sido llevado por el grupo armado en Chaparral, Tolima, parte de su testimonio se encuentra en el capítulo de Hasta la guerra tiene limites, en la pagina 296. 

La toma del Palacio de Justicia 

El tomo que contiene la narrativa histórica del conflicto armado y coordinado por la comisionada, Marta Ruíz, titulado No Matarás, dedica en el capítulo ‘La Búsqueda de la democracia y la guerra (1978-1990)’ un apartado sobre lo qué pasó y la responsabilidad de la guerrilla del M-19 en la toma del Palacio de Justicia. 

Durante nueve páginas que comienzan en la 166 se describe el hecho, la respuesta del Ejército para retomar la institución de justicia y las preguntas que siguen sin resolverse. La Comisión reconoce que a la fecha no se tiene un número real de víctimas de la toma y que es indiscutible la responsabilidad del M-19. 

Tras los análisis de los testimonios de excombatientes, la Comisión determinó lo que significó para esta guerrilla la toma del Palacio, una derrota política. 

“Algunos excombatientes señalan que quedaron arrojados al «camino del desierto». Un comandante de la extinta guerrilla dijo a la Comisión de la Verdad: El Palacio de Justicia fue para nosotros un terremoto, un terremoto político, un terremoto militar y un terremoto anímico. Perdimos la fe en la victoria y cuando pierdes la fe en la victoria, le pierdes sentido a la guerra. De todas maneras fue un golpe muy duro aprender que la paz es un proceso”, se encuentra en la página 167.

Tras la reiterativa falta de avances judiciales tras la toma, el caso llegó a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que condenó al Estado por la violación a la libertad personal, eecuciones extrajudiciales y desaparación forzada. El presidente en ese momento, Juan Manuel Santos, en 2015 pidió perdón en nombre del Estado y años antes el exgobernador de Nariño y excombatiente del M-19, Antonio Navarro Wolf  había hecho lo mismo en nombre de la guerrilla.

La Comisión advierte que los suceso de la toma por parte del M-19 y la retoma por las Fuerzas Armadas marcaron un punto de inflexión en el crecimiento de las desapariciones forzadas y “en la materialización de infraestructura y de grupos operativos que llevaron a cabo desapariciones en Bogotá y el país”, se explica en la página 144 del tomo Hasta la guerra tiene límites.  

Según registros de la Comisión, después de la toma del Palacio de Justicia, entre 1985 y 1988, la desaparición forzada, solo en Bogotá, alcanzó a 259 personas que el servicio de inteligencia militar señaló de ser miembros o simpatizantes de grupos guerrilleros. Además, reconoció que en los años ochenta, las guerrillas, incluida el M-19, fueron los perpetradores de varias desapariciones de civiles bajo las disputas por el control territorial y la población. 

Como legado y divulgación de los hallazgos de la Comisión de la Verdad se realizó una exposición ‘Huellas de desaparición’ junto con Forensic Architecture, en la que se muestran los casos de Urabá, el territorio Nukak y la toma del Palacio de Justicia. 

Tras revisar los tomos publicados del Informe Final, la Comisión de la Verdad si le atribuyó responsabilidad a la guerrilla del M-19 en la violación del DIH y derechos humanos. La entidad se centra en los secuestros, sus impactos en la sociedad civil y las motivaciones del grupo armado. Además, de dedicarle un espacio exclusivo en el texto final de la Comisión sobre la Toma del Palacio de Justicia.

 

(*) Este texto hace parte del proyecto Memorias del Conflicto que verifica la desinformación que circula en redes sociales sobre el Informe Final de la Comisión de la Verdad y es financiado por el Centro Internacional de Justicia Transicional y la Embajada de Noruega en Colombia.