3 DATOS CLAVE:

1. Desde la aprobación parcial de la reforma pensional propuesta por el gobierno de Gustavo Petro, circulan críticas en redes sociales calificándola como “expropiación” y “robo”.
2. Con base en esta narrativa, se atacó a varios senadores y se convocó a la marcha organizada por la oposición el 21 de abril.
3. Los señalamientos sobre el futuro del ahorro pensional y el acceso a la pensión carecen de fundamento de cara al texto aprobado hasta ahora.

A partir de la aprobación de la reforma pensional en el Senado, el exvicepresidente Francisco Santos inició una serie de publicaciones en su cuenta de X en las que aseguraba que un grupo de congresistas colabora con la “expropiación” o el “robo” de las pensiones por medio de ese proyecto de ley, iniciativa del gobierno de Gustavo Petro.

Las imágenes que compartió relacionan las fotografías de los senadores con el texto “cómplice de robo”; acusaciones por las cuales varios de los aludidos ya anunciaron medidas legales contra Santos Calderón.

En la difusión de las piezas colaboraron cuentas de X como Juliana Palacio (@julipalacioc), ColombiaLibertad01 (@Colombiiliberta), El Más Godo 🇨🇴🇮🇱🇺🇦 (@ELMASGODO), mauricio escobar m (@mauromonserrate) y Ani Abello (@ANIABELLO_R), abogada y excandidata al Senado del Centro Democrático a quien hemos verificado por crear y difundir desinformación, incluso como parte de la ‘bodeguita’ uribista coordinada desde el gobierno de Iván Duque y revelada por La Liga contra el Silencio en 2020. En Facebook, los ataques fueron difundidos por páginas como Alas Derecha.

No obstante, la mayor difusión de esta narrativa se dio a través del canal de YouTube de Revista Semana. Allí, un video en el que Pacho Santos, miembro del mismo partido opositor, acusó a los senadores de “robar” las pensiones, publicado el 18 de abril, obtuvo 154.000 visualizaciones y 11.000 ‘me gusta’. En el metraje, el exvicepresidente invitaba a la manifestación opositora del 21 de abril y solicitaba abiertamente: “Sal a tu marcha, haz un cartel con la foto de ellos [los senadores] y sal diciendo ‘me robaron, me robaron’”.

Efectivamente, estas imágenes sobre los congresistas que supuestamente colaboraron con la “expropiación” o el “robo” se vieron en pancartas durante esa jornada en las calles.

Hasta el jueves 25 de abril, tras la aprobación del proyecto en el Senado, usuarios aseguraron que los senadores que votaron positivamente la reforma “se robaron las pensiones”, mientras cuentas desinformadoras que hemos verificado previamente como Vox Colombia 🇨🇴🇮🇱 (@VoxColombia_), inspirada en el partido de ultraderecha español, y Miguel Uribe Fans 🇨🇴🇮🇱 (@migueluribef), afín a ese senador también del Centro Democrático, siguieron afirmando que “Petro quiere robarse Colpensiones”.

Incluso durante los primeros días de mayo, usuarios de Facebook (1, 2) aseguran que la intención del Gobierno es “robar” los ahorros pensionales y disponer de dichos recursos a su conveniencia.

Sobre esto último, es importante anotar que la reforma busca cambiar el Sistema General de Pensiones, integrado por actores públicos y privados y regido a día de hoy por el Decreto 1833 de 2016. Sin embargo, el texto no afecta o modifica puntualmente a Colpensiones, entidad financiera de carácter especial vinculada al Ministerio de Trabajo, cuya naturaleza y estructura se estipulan en el Artículo 155 de la Ley 1151 de 2007, el Decreto 4121 de 2011 y el Decreto 2011 de 2012. 

El texto parcialmente aprobado tampoco cambia las normas de operación de los fondos privados, sino que delimita su participación dentro del sistema. Además, la reforma no da potestad al Presidente de la República u otros funcionarios para disponer de los ahorros pensionales, y especifica que su destinación será exclusivamente el pago de pensiones.

En la práctica, el proyecto de reforma aprobado hasta ahora unifica los actuales regímenes público y privado, a día de hoy en competencia, estableciendo un tope de 2,3 salarios mínimos mensuales de su ingreso base sobre los que se cotizará obligatoriamente en Colpensiones. Si un trabajador devenga una cantidad mayor, el aporte por el excedente irá a un fondo privado de su elección. 

Ahora bien, Santos no fue claro en cuanto a qué se refiere con “robo” ni en qué artículos del proyecto se configuraría específicamente. Una de sus afirmaciones, por ejemplo, fue: “¿Hoy Cotizas? Olvídate de esa plata”. Esto es falso, puesto que el ahorro individual acumulado por los cotizantes del régimen privado hasta la entrada en vigencia de la reforma, seguirá siendo administrado por dicho fondo y se sumará al cálculo final de la pensión del cotizante. Así lo establece el literal o del Artículo 19.

Dado que el valor que reconocerá Colpensiones se limita a los 2,3 salarios mínimos, según el texto aprobado hasta ahora, el proyecto contempla que los cotizantes del régimen público que han realizado aportes por un valor mayor a ese tope reciban un bono pensional cuando soliciten el reconocimiento de su pensión.

Finalmente, el texto no incluye ninguna supresión de la propiedad de los ahorros o de la pensión, en los términos de “expropiación” enarbolados por Francisco Santos. De hecho, el artículo 11 del proyecto aprobado especifica que, si bien los recursos del sistema serán públicos, no pertenecen a la Nación ni a sus entidades y ratifica la naturaleza privada de las cuentas de ahorro individuales.

Consultado sobre este punto, el economista Martín Jaramillo advirtió que, al margen de la carga política de la palabra expropiación y del modo en que se conservará la naturaleza privada del ahorro, la reforma sí fortalece el control del Estado sobre los recursos del sistema pensional:

“El sistema sí nacionaliza los flujos de ahorro. Toda la plata del sistema, de los 2.3 salarios mínimos para abajo, si la gente lo quería, iba al Fondo Privado. Ahora se va para el fondo público. Que no es un fondo, porque eso es una plata que entra y sale inmediatamente para pagar pensiones”.

María Camila González, codirectora de Economía para la Pipol, aseguró que si bien es cierto que la mayoría de cotizantes pasará a contribuir al sistema de reparto en lugar de acumular un ahorro individual, hay matices que alejan dicha medida de una expropiación: 

“La plata que ya está ahorrada en los fondos privados de pensiones es una plata que no se va a tocar. [...] La plata nueva que va a entrar a Colpensiones, va a entrar a un fondo de ahorro que, se supone, solo se va a usar para las pensiones. Ese fondo de ahorro va a funcionar un poco como funcionan hoy los fondos privados de pensiones, que cogen la plata de las pensiones, la invierten y la hacen rendir. No es tan preciso decir que esta plata se la van a gastar, por ejemplo, para el Estado o para el gasto corriente”.

Por otra parte, el 22 de abril la escritora Carolina Sanín retomó el concepto de expropiación a través de una publicación en X, calificando así el cambio de las condiciones para los actuales cotizantes de Colpensiones que provocarían que “no vayamos a ver la pensión que hemos pagado”.

Al respecto, el director del Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana, Oliver Pardo, explica que “si uno es cotizante a Colpensiones, no existe ningún ahorro. Entonces, ¿cómo hay expropiación del ahorro? No existe”. Sin embargo, explicó que ciertas pensiones de los afiliados a Colpensiones sí podrían verse reducidas en tanto “se van a reducir los subsidios a las pensiones más altas”.

Las supuestas pensiones perdidas

Junto a los señalamientos de “expropiación” y “robo”, el exvicepresidente Santos alertó a los pensionados así: “¿Tienes pensión? En 5 años vas a tener la mitad y en 10 no hay cómo pagarla”. Además, en el video publicado por Semana, advirtió “si ibas a recibir una pensión en tres años, no la vas a tener”. Ninguna de estas alarmas tiene asidero real en la reforma.

Para empezar, el proyecto de ley no afecta a los actuales pensionados, como estipula el Parágrafo 2 del Artículo 3:

El llamamiento a los trabajadores próximos a pensionarse tampoco tiene fundamento, ya que los artículos 75 y 76 de la reforma propuesta establecen un régimen de transición. En este se excluyen de las nuevas disposiciones a hombres que hayan completado más de 900 semanas de cotización y a mujeres que completaron más de 750 para el momento en el que entre en vigencia si se aprueba del todo. Además, se generan oportunidades de traslado para quienes gozan de ese número de semanas y cuentan con menos de 10 años para adquirir su pensión.

Cabe anotar que estas son las disposiciones del texto aprobado, que ahora pasa a dos debates restantes en la Cámara de Representantes, donde podría sufrir nuevas modificaciones. La más sonada, por ejemplo, es la propuesta del presidente Petro de subir a 4 salarios mínimos el umbral de cotización obligatoria en Colpensiones, desde los 2,3 aprobados en el texto actual.