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Martes, 15 Noviembre 2022

¿Qué dijo la Comisión de la Verdad sobre la Operación Orión?

Por Pilar Puentes Espinosa, especial para Colombiacheck (*)

A 20 años del operativo que buscaba desalojar a las guerrillas del ELN, las FARC y los CAP de este populoso sector de Medellín, en redes sociales se cuestionaron los hallazgos del informe final al respecto.

Tras la conmemoración de los 20 años de la Operación Orión, en Twitter se comenzó a tejer la narrativa de que lo dicho por la Comisión de la Verdad, acerca de este evento acaecido en Medellín entre el 16 y el 17 de octubre de 2002, era falso. 

Durante algunos días varias cuentas publicaron tuits de este estilo: “La Comisión de la Verdad es la misma que dijo que el terrorista Santrich lo entramparon, ahhh ya, con esa credibilidad puedo decir que todo lo que dicen de la Operación Orión es pura mierda”. A ello se suma “Si la historia de la Operación Orión la cuenta la Comisión no tiene validez, esa comisión es mentirosa”

Por su parte, el partido Centro Democrático publicó en su cuenta de Twitter tres imágenes contando lo ‘que no sabía de la Operación’, en la que hace un recuento de los logros militares y sociales conseguidos en dicha operación, afirmando que fue con ella se “impuso la democracia y la libertad sobre la delincuencia y la ilegalidad”. 

Así que por esta razones, en Colombiacheck decidimos hacer este explicador para detallar qué dijo la Comisión de la Verdad al respecto en el informe final. 

Vale recordar que la Operación Orión se hizo entre el 16 y 17 de octubre de 2002, en la Comuna 13 de Medellín y en una fase de consolidación, se extendió a lo largo del mes de noviembre y diciembre. Esta fue ejecutada por el Ejército, El DAS, la Policía, el CTI y las Fuerzas Especiales Antiterroristas con tanquetas y apoyo de helicópteros. 

Según datos del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), participaron alrededor de 1500 uniformados y estuvo acompañada por hombres y mujeres encapuchados sin identificar. 

Como lo investigó en su momento el CNMH, los uniformados, tanto de la policía como el Ejército, debían portar sus uniformes con sus respectivas insignias, chalecos antibalas, fusiles y cascos. Sin embargo, en el operativo se presentaron hombres con uniforme militar, pero sin identificaciones y con el rostro cubierto, que actuaron de la mano de las fuerzas legítimas en el sector. Este hecho coincide con la versión en Justicia y Paz  del excomandante paramilitar alias ‘Don Berna’ sobre la colaboración que brindó el Bloque Cacique Nuttibara al Operación. 

En ese momento, el presidente Álvaro Uribe Veléz estaba recién elegido y comenzaba su plan de Seguridad Democrática. La Operación Orión buscaba acabar con la presencia de actores ilegales en la Comuna 13, especialmente las Farc, el ELN y los Comandos Armados del Pueblo. El operativo se realizó bajo la declaratoria de Estado de Excepción. 

Este hecho generó un desplazamiento intraurbano y dejó a la sociedad civil en medio del fuego cruzado entre grupos armados ilegales y la fuerza pública.  Según datos del CNMH, la Comisión de la Verdad y la organización Corporación Jurídica Libertad, se produjeron 92 desapariciones, 12 casos de tortura, 80 civiles heridos y 17 personas ejecutadas por la fuerza pública.

Como lo mostró el informe del CNMH, La huella invisible de la guerra Desplazamiento forzado en la Comuna 13, las comunidades que habitaban esta comuna fueron víctimas del conflicto y no solo por la puesta en marcha de la Operación Orión.

Y es que unos meses antes de la Operación Orión, el 29 de junio de 2002, paramilitares del Bloque Cacique Nutibara de las AUC, incursionaron en la parte alta del barrio El Salado, en dicha comuna, como lo muestra el Informe del CNMH. Durante dicha incursión, asesinaron a un habitante, incineraron nueve ranchos y amenazaron física y verbalmente a los residentes. Seguido a ello, fue la Operación Orión durante dos días de octubre y durante el mes de noviembre. 

 

¿Qué dice el Informe final de la Operación Orión?

El Informe Final de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, en el capítulo titulado, No Matarás, en unas tres páginas se centra en la Operación Orión y en los impactos de la población. La entidad precisa que este operativo nació tras la “lógica «buscar y destruir» al enemigo”. Es decir, en que el gobierno del entonces presidente Uribe se concentró en interceptar a las guerrillas y destruirlas a nivel militar. 

La entidad entrevistó a varios de los habitantes de la comuna 13 de Medellín que contaron cómo los grupos armados ilegales, durante la década de los noventa,  controlaban estos barrios. 

«Todas estas zonas altas tienen una sola vía de ingreso y 1.000 caminos, escalas por todas partes, o sea, el acceso es difícil porque lo habitó toda esta población. ¿Qué encontramos? Hacinada la gente por todos esos fenómenos y la falta de soluciones reales a sus problemas, vienen los muchachos, conforman las milicias y empiezan a ejercer presencia estatal, toda esta zona. Esa situación nos empieza a cambiar específicamente hacia el año 2000; [...] empiezan las operaciones militares dirigidas por la Alcaldía de Medellín en febrero, marzo, abril. Hacia mayo del 2002 se da la operación más grande que hubo antes de Orión, que fue la Operación Mariscal, ahí hubo algunas víctimas. Eso afectó todas estas zonas» (pagína 379)

Como lo muestra el informe, en estos barrios los actores armados controlaban la vida de las comunidades. Las milicias extorsionaron, secuestraron y asesinaron a los habitantes de la comuna, en especial a los comerciantes y trabajadores del sector. 

En el tomo, Hasta la guerra tiene límites, se relata también como la Operación Orión, provocó muchos desplazados intraurbanos, «Ahí en la Comuna 13 hay varios barrios enteros de desplazados forzados y muchos son del Chocó. Entonces, hay libros que puedes comprar ahí en el recorrido que hacen del graffitour y en los libros que compras están ellos contando su historia. Son jóvenes, tienen claro que muchos de sus vecinos fueron desplazados. [Por el] desplazamiento intraurbano gigante que vivimos frente a esas dos operaciones, Orión y Mariscal, muchos se fueron porque vendieron por montos irrisorios sus casitas» (página 425).

Y añade, el informe, “la Comuna 13 era un sector estratégico para la salida hacia Urabá y allí hacían presencia las guerrillas de las FARC-EP y ELN, así como el grupo paramilitar Comandos Armados del Pueblo (CAP). Entre los grupos paramilitares existieron diferentes facciones, como las Autodefensas Campesinas del Magdalena Medio, el Bloque Cacique Nutibara (BCN), el Bloque Metro y el Bloque Élmer Cárdenas. En este contexto se presentaron varios desplazamientos intraurbanos por miedo a combates entre los grupos armados, por el asesinato de personas que vivían en el territorio del grupo armado contrario, por amenazas y por temor al reclutamiento forzado . Las casas despojadas por estos grupos armados se utilizaban como expendio de estupefacientes, bodegas para almacenar mercancías ilegales y para abusar sexualmente de las mujeres”. 

Así es como la Comisión de la Verdad en los dos capítulos, que aborda este operativo, precisa que éste pasó a la historia de Medellín porque hubo un uso desproporcionado de la fuerza, que no respetó el “derecho de distinción”, página 379 del Informe final. 

Para el CNMH, este operativo significó “el despliegue de fuerza, si bien fue calificado por muchos como un éxito militar concluyente, puso en evidencia la tardía y deficitaria gestión del conflicto. La euforia militar comenzó a empañarse cuando se reveló que al uso desmedido de la fuerza, se sumaba la colaboración entre fuerzas del Estado y paramilitares”.

El mayor cuestionamiento que se ha hecho a esta operación es que fue un operativo coordinado entre las tropas de IV Brigada del Ejército y el Bloque Cacique Nutibara comando por Diego Fernando Murillo, conocido como Don Berna.

El paramilitar, antes de ser extraditado a los Estados Unidos, aseguró que algunos de sus hombres fueron a la Comuna 13 encapuchados con el fin de identificar a varias personas que supuestamente fueron aliados de las guerrillas. Algunas de ellas fueron ejecutadas, otras capturadas y luego desaparecidas. Igualmente, uno exmilitar que participó en el Operativo le dijo a la Comisión de la Verdad en la toma de testimonio que se trató de una “operación conjunta”.

«¿Mi misión cuál fue? Ir a Medellín, recoger los guías de las autodefensas, estaba Don Berna, Doble Cero, estaba todo unido, no habían peleado, ‘Vamos a recuperar la Comuna 13’, reuní los manes en un jeep y una camionetica, los llevé a la Cuarta Brigada, les dije: ‘Mi general, aquí están los informantes que conocen todo, todo’, los dejé ahí. Se reunieron, salimos y llevé a los mismos informantes y se los presenté a los comandantes que iban a entrar. Ellos sí sabían que Don Berna se los había mandado, y que se los había mandado Carlos y Doble Cero» . Este testimonio se encuentra en la página 380 del tomo No Matarás.

De acuerdo con las declaraciones de Don Berna a la Unidad Nacional de Fiscalías para Justicia y Paz, el bloque de las AUC, Cacique Nutibara, hizo inteligencia previa y acompañaba a la fuerza pública en los allanamientos, también se infiltró dentro de la población civil. 

En conclusión para la Comisión de la Verdad, la Operación Orión logró sacar a las milicias de la Comuna 13, sin embargo, este operativo militar fue cooptado por los paramilitares del Bloque Cacique Nutibara y el Bloque Metro. 

 

(*) Este texto hace parte del proyecto Memorias del Conflicto, que verifica la desinformación que circula en redes sociales sobre el Informe Final de la Comisión de la Verdad, y es financiado por el Centro Internacional de Justicia Transicional y la Embajada de Noruega en Colombia.